Dos árabes israelíes han sido acusados formalmente de intentar unirse a las filas del Estado Islámico en Siria.
Feras Sheritach, de 19 años, oriundo de la localidad de Akev, cercana a Jerusalén este y Hamis Adman Hamis Salame, de 21 años, domiciliado en Ramle, intentaron infructuosamente ingresar a Siria a través de Turquía para sumarse a la organización terrorista islámica.
Según el Servicio de Seguridad General (Shabak), Sheritah arribó con su hermano y su primo al aeropuerto de Estambul, desde Estados Unidos, en mayo pasado, pero le fue impedida la entrada a Turquía luego que los agentes observaran que su pasaporte había expirado.
Sheritach, que está viviendo en Estados Unidos, regresó a Israel para tratar de renovar su pasaporte; pero fue detenido por la policía y el Shabak al arribar al Aeropuerto Ben Gurión, cerca de Tel Aviv.
Su hermano y su primo, cuyas identidades no fueron suministradas, lograron aparentemente cruzar a Siria para unirse al grupo jihadista.
Según el acta de acusación, Sheritach fue influenciado por los videos de propaganda del Estado Islámico y decidió sumarse.
Ha sido procesado por intentar unirse a una organización terrorista.
Hamis Adman Hamis Salame fue detenido el 28 de julio pasado bajo la acusación de contactar
un agente extranjero e intentar viajar a un país hostil.
Salame fue arrestado en su hotel por las fuerzas de seguridad turcas en la ciudad de Adana, en la frontera con Siria.
Fue deportado a Israel y detenido en el Aeropuerto Ben Gurión.
Salame, que es estudiante de ingeniería en el Colegio Universitario Kineret, en el norte del país, admitió los cargos y también le dijo a sus interrogadores del Shabak que había visto los videos del grupo en internet y que contactó a combatientes del Estado Islámico a través de Twitter.
El mes pasado, fue desbaratada una red de reclutamiento para el Estado Islámico en la aldea beduina de Hura, en el desierto del Negev, en el sur del país.
Pasmosamente, varios maestros involucrados usaban sus puestos como educadores para adoctrinar a los niños.
Varios árabes israelíes han muerto combatiendo para el Estado Islámico, incluyendo un joven de 19 años, domiciliado en Jerusalén este, que fue ejecutado como “espía del Mossad” por los jihadistas.
Según los reportes, fue asesinado por haber considerado desertar del grupo.
Los árabes israelíes suman cerca de 1,4 millones de personas; es decir, el 20 por ciento de la población de Israel.
Son descendientes de los 160 mil árabes del Mandato Británico que permanecieron en el país cuando fue establecido el Estado judío en 1948
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