El sindrome de Luis XIV.

El síndrome de Luis XIV. Algo que se entiende como, me hablo todo y no tolero que me corten. Según se cree, lo que sufría mi abuelo, a él debían decirle “te molesta que hable mientras me interrumpís”. Un buen amigo mío, es el creador de esta idea del síndrome de Luis XIV, pensado para los miembros de Gakkai específicamente.
Esta idea no es por el solo hecho que un hablador a mas no poder sea molesto. Un hablador que sufre este síndrome, es claro que no deja hablar a nadie mas. Cualquier persona que recién llegara a una reunión de la SGI y viera a este verborragico personaje, seria el debut y despedida de esta persona nueva si lo piensa en forma lógica. Una persona nueva, que probablemente llega a una reunión con una sobrecarga emocional que tiene un pesado bagaje con el que lidiar, es una persona que esta mal anímicamente y necesita ser escuchada con urgencia. Pero, estamos ante un dilema cuando esta persona nueva confronta a este Luis XIV. Podemos esperar que esta persona nueva no huya despavorida? Quizás si, pero no en todos los casos. Algunos nuevos son tímidos y no se animan a hablar por pecar de ignorantes. Esta en el ingenio del antecesor, identificar a esta persona nueva, si es de hablar o no. Y por que el miembro que habla mucho seria como Luis XIV? Luis XIV fue el rey que acuño la frase “el estado soy yo”, era muy soberbio según decían. Cuando el hablaba, ninguno en la corte podía ni murmurar siquiera. El inventor de este síndrome, uso a este rey tan característico para graficar las actitudes de ciertos miembros de Gakkai. El rey sol, como le decían a Luis XIV, fue un buen rey en su momento. Empero, no debemos olvidar que hay una parte de su vida en que lo llamaban el rey idiota. Al principio y sobre el final de su existencia, no fue el gran monarca que hizo de Francia un país glorioso. De hecho, fue seguramente con este hecho que Alejandro Dumas se inspiro para escribir ”El hombre de la mascara de hierro”. Con cuyo argumento se explica el cambio tan repentino de Luis XIV, de ser “el rey idiota” a ser “el rey sol”. Aun así, nótese que el rey idiota se refiere a un hombre que no dejaba hablar a nadie. Alguien podría jurar que ser un hablador consumado y acaparar la conversación siempre, no es pecar de idiota? Podemos asegurar que en ciertas ocasiones si es así. Seria respecto a lo que refiere la frase de la antigua china “el tonto habla, el sabio medita.” Es bueno dejar que los idiotas hablen? No, por lógica, no es bueno dejar que hable cualquier monigote. Sobre todo porque resulta nocivo, ya que puede crear malentendidos. Además, algo que se ha demostrado por mi propia experiencia, un idiota que tiene rienda suelta para hablar, puede llegar a decir tantas pavadas, como que el buda fue maestro de Jesús, incluso que eran contemporáneos. Estamos de acuerdo en que los historiadores no se ponen de acuerdo sobre la época en que vivió el buda, pero si están seguros que no fue en la misma época de Cristo. Es que un idiota que habla mucho, siempre termina hablando demasiado, o de mas. Esto es una falencia que podría hacerle perder dinero a cualquiera, o quizás unos cuantos dientes. Un idiota que habla y habla, cuando no se lo frena puede llegar incluso a mezclar el budismo con cualquier cosa. (sea creencia, practica o ideología de alguna especie) Es nocivo este personaje, en tanto y en cuanto, ignora olímpicamente a los demás aun cuando estén sufriendo. Le importa poco lo que ocurre a su alrededor, es triste una persona que esta encerrada en sus propias palabras y enamorada del sonido de su propia voz. Una persona enviciada con su propio ego. Es el vicio de hablar por hablar. Antes que hablar demasiado deberían escuchar más. Esto mismo escuché comentar a un miembro ante la actitud general del han al que íbamos. Literalmente dijo: “en ese han hablan demasiado” Con lo cual, quería expresarse lo que justamente estamos explicando aquí. Como por hablar demasiado no escuchan a nadie. Los nuevos, los viejos miembros; los que están mal de animo o lo que están muy bien. Hablar demasiado es una fuerte característica del “José budista”, es aquí donde podríamos igualar este concepto de idiota con el “José budista”. Entre lo cual, creemos, no hay ninguna diferencia. Ellos deberían aprender de lo que directamente tienen enfrente, simplemente mirándose a un espejo. (claro que como se vera mas adelante, un “José budista” jamás se mira al espejo) Mirándose al espejo, descubrirán lo que su propia naturaleza les indica, o lo que han traído a este mundo en su cuerpo por obra y gracia de la madre natura. La naturaleza en toda su sabiduría nos ha dotado de dos orejas y una sola boca. Nótese que esto podría indicarnos que debemos escuchar el doble de lo que hablamos. En resumen, lo que este “Luis XIV” no hace, hablar menos y escuchar más.

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