El Estado Islámico, o ISIS, está creciendo en poderío, armamento, militantes, seguidores y simpatizantes y territorialmente.
Los 15.200 yihadistas del Emirato Islámico de Chechenia, Boko Hararm, los grupos islamistas de Libia, entre otros grupos, han jurado fidelidad al Estado Islámico y su Califa, Abu Bakr al-Baghdadi, de nombre secular Ibrahim Awwad Ibrahim Ali al-Badri al-Samarrai.
En Afganistán circula entre los jefes tribales un documento del Estado Islámico de 32 páginas en lengua urdú en el que se detalla como atacar a los soldados extranjeros, crear un ejército yihadista en Afganistán y Pakistán, como atacar la India y como integrarse en el Estado Islámico.
El documento sin fecha, titulado: “Una breve historia del Estado del Califato Islámico. El Califato Según el Profeta”, en el que se busca unir decenas de facciones de la paquistaní y los talibanes afganos en un solo ejército islámico. Incluye una historia nunca antes vista del Estado Islámico, detalla planes escalofriantes de batallas futuras, insta a Al-Qaeda a unirse al grupo y exige que el líder del Estado Islámico debe ser reconocido como el único gobernante por más de mil setecientos millones de musulmanes del mundo. En el documento se afirma que antes de atacar directamente a los Estados Unidos y otras naciones occidentales se deben centrar los esfuerzos en levantar el mundo árabe y musulmán para establecer el Califato. “Primero, el mundo musulmán; después, todo el orbe”.
El documento concluye con: “Aceptad el hecho de que este Califato sobrevivirá y prosperará hasta que domine todo el mundo y decapitará a todo aquel que se rebele contra Alá. Esta es la amarga verdad, aceptadlo”.