Se recrudece la guerra encubierta entre China, EE UU y sus aliados

Aunque nadie puede afirmarlo de forma concluyente, hay indicios que parecen indicar, de forma cada vez más clara, que estamos asistiendo a una guerra encubierta entre China, EEUU y sus aliados, especialmente Japón.

Esta guerra encubierta incluiría “atentados de advertencia”, ciberataques y otros tipos de gestos de fuerza, y es muy probable que lleve en marcha muchos meses, aunque es en estas últimas semanas cuando se está recrudeciendo más y se está haciendo más evidente.

Hagamos un rápido repaso a cómo se han ido sucediendo los acontecimientos durantes las últimas semanas…

DEVALUACIÓN DEL YUAN

-Todo pareció empezar el 11 de agosto, cuando China decidió devaluar su moneda, el Yuan, lo que algunos analistas consideraron como el posible inicio de una guerra de divisas.

EXPLOSIONES EN TIANJIN

-Al dia siguiente, el 12 de agosto, se produjeron las brutales explosiones en el puerto de Tianjin, que provocaron más de un centenar de muertos y un estado de alarma en la ciudad y la zona circundante. 

Mucha gente interpretó las explosiones como un atentado contra el gobierno chino en respuesta a su maniobra de devaluación de la moneda.


Ya hablamos de ello en el artículo: EXPLOSIONES DE TIANJIN: UN EJEMPLO DEL NUEVO TIPO DE GUERRA

EXPLOSIONES EN TEXAS


-El 14 de agosto, dos días después de las explosiones de Tianjin, se produjeron entre tres y cuatro explosiones muy aparatosas en una planta química en Conroe, Texas, que no provocaron heridos y que fueron achacadas también, a un “accidente”.


“Según los investigadores, el fuego se inició en el extremo sur de la planta de Conroe. Las posibles causas de la explosión incluyen equipos eléctricos, de gasolina, y la combustión espontánea provocada por la eliminación de trapos con aceite”

FALLO INFORMÁTICO EN VUELOS EEUU

-Poco después de las explosiones, el 15 de agosto, se produjo un extraño fallo informático que provocó retrasos en los vuelos de miles de viajeros en los principales aeropuertos de la costa noreste de EEUU, según informó la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA).

El “fallo informático” recordaba poderosamente a uno acaecido el 8 de julio, que detuvo por completo la actividad en la Bolsa de Nueva York (NYSE) durante tres horas y 40 minutos. 

Un hecho sin precedentes y altamente simbólico.

Ese mismo 8 de julio, se había producido también un incidente previo con la aerolínea United Airlines, obligada a detener todos sus vuelos durante horas por otro “fallo informático”, que se sumó a la caída temporal de la web del diario Wall Street Journal.

Todo fue achacado a “fallos informáticos”, un argumento muy pobre si tenemos en cuenta que se produjeron en muy poco tiempo entre sí y que estamos hablando, probablemente, de algunos de los sistemas informáticos más modernos del planeta.

EXPLOSIÓN EN PLANTA QUÍMICA DE SHANGDONG


-Tras una semana de relativa calma, el 22 de agosto, se produce una explosión en una planta química en la ciudad china de Shangdong, que provoca 1 muerto y 9 heridos.

La explosión se produjo en un tanque de almacenamiento de acrilonitrilo de la planta de Shandong’s Runxing Chemical Co. y el fuego duró horas.

Todos los habitantes del pueblo fueron evacuados del lugar y los heridos fueron trasladados al hospital para recibir tratamiento.

EXPLOSIÓN EN BASE MILITAR NORTEAMERICANA EN JAPÓN


-Sin más dilación, al día siguiente, el 23 de agosto, se producen: “varias explosiones en una instalación militar de EE.UU. en Kanagawa, Japón.

El siniestro tuvo lugar en la ciudad de Sagamihara. La cadena japonesa NHK informó que la explosión se produjo la madrugada del 24 de agosto (hora local).

Según algunas informaciones, ardió uno de los almacenes de la base militar y se reportaron varias explosiones.

Una de las residentes locales dijo al canal NHK que las explosiones fueron potentes y duraron entre 10 y 15 minutos. Además, la mujer afirmó que vio en el cielo sobre la base una nube de humo de color naranja. En Sagamihara se encuentran varios arsenales de la Fuerza Aérea de EE.UU., aunque parece que ninguno de ellos se vio afectado y que no hubo víctimas”

INCENDIO EN PLANTA SIDERÚRGICA EN JAPÓN

-Y si por si eso fuera poco, el 24 de agosto, al día siguiente: “se desata un gran incendio en una planta de acero cerca del Aeropuerto de Haneda en Tokio.

El potente incendio ha sido registrado en una planta siderúrgica de la ciudad japonesa de Kawasaki, cerca del aeropuerto internacional Haneda de Tokio. Una enorme nube de humo negro se eleva sobre las instalaciones de la planta, informa AFP.

El fuego se originó en una torre de refrigeración de dos metros de altura”, especificó un miembro del cuerpo de Bomberos. La fábrica pertenece a la empresa nipona Steel & Sumimoto Metal”


Como vemos, todos estos sucesos son calificados, en todos los casos, de “accidentes fortuitos”.

Una sucesión de accidentes industriales, con aparatosas explosiones que acaban copando las portadas de los noticiarios.

Y todo ello aderezado con múltiples “fallos informáticos”, afectando a bolsas y aerolíneas.

Es demasiada casualidad.

Y es posible, muy posible, que en la lista de sucesos que hemos incluido anteriormente, nos hayamos olvidado de muchos otros eventos que podrían formar parte de este enfrentamiento soterrado: desde violentos y extensos incendios forestales, hasta accidentes de aviación y navegación, pasando por todo tipo de eventos económicos de los que no tenemos noticias.

El hecho de que se produzcan tantos y tan similares entre sí, de forma tan consecutiva y alternada entre países “enemigos”, violaría todas las leyes de la probabilidad y sólo los más crédulos pueden tragarse semejante patraña sin sospechar que tras todo esto, se oculta algo mucho más grave y oscuro.

Lo que estamos presenciando, recuerda mucho a una reyerta entre clanes mafiosos, pero a escala internacional.

No podemos afirmarlo de forma concluyente, pero todo parece indicar que estamos asistiendo a una guerra encubierta, sucia y asimétrica, en la que se mezclan ataques cibernéticos, atentados contra centros industriales y una creciente guerra económica de imprevisibles consecuencias.

Es posible que esta cadena de sucesos acabe abruptamente, con un “alto el fuego” del que evidentemente, no tendremos noticias.

Pero también existe la posibilidad, nada desdeñable, de que la sucesión de eventos vaya a peor si la situación económica se agrava y que en cualquier momento, podamos presenciar un salto abrupto en la violencia.

Lo que realmente indicaría que estamos en una situación grave, sería que alguno de los países implicados acusara al otro de haber provocado alguno de estos atentados. Hacer eso sería tanto como estar en un estado de pre-guerra prácticamente irreversible y es posible que sea por esa razón por la que, tanto un bando como otro, hayan encubierto todos estos sucesos calificándolos de accidente.

Esperemos que esta guerra encubierta no se alargue más, porque las consecuencias a nivel internacional podrian acabar siendo graves…

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