El ataque proviene de «El hijo de Al Andalus» y apunta a Guardia Civil y Policía Nacional porque su efectividad les impide actuar
Un detenido en una operación en Melilla es conducido al avión que lo trasladó a Madrid
El terrorismo yihadista lanzó, a finales del pasado mes de julio, una amenaza concreta contra España por las continuas operaciones de las Fuerzas de Seguridad contra el islamismo radical, según han informado expertos consultados por LA RAZÓN. El origen de la amenaza estaba en Argelia, firmado por «El hijo de Al Andalus», y fue rápidamente «retuiteado» por miles de páginas y usuarios yihadistas, hasta que fue detectado por los servicios de información internacionales, que procedieron a su cierre. Las fuentes consultadas consideran que en este caso, a diferencia de otros, en que parecía obra de espontáneos o personas radicalizadas, la amenaza hay que tomársela muy en serio. Un dato. En el texto, escrito en árabe e inglés, de tres páginas, se incluían los «links» (12 en total) en los que se ofrecía información sobre algunas de las últimas operaciones desarrolladas en España contra el terrorismo yihadista por parte de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía. Según el autor o autores, que se esconden bajo el nombre genérico de «El hijo de Al Andalus», como denominaban los musulmanes la Península ibérica y parte de Francia cuando invadieron estos territorios, las operaciones policiales se basan en mentiras, acusaciones falsas y montajes.La finalidad, según ellos, es la de evitar que los musulmanes puedan vivir en paz en España y someterles a una auténtica presión policial para presentarles ante la población como terroristas o individuos que apoyan a las bandas yihadistas.
La realidad es bien distinta, ya que tanto la Guardia Civil como la Policía llevan a los detenidos, con las evidencias obtenidas, ante la autoridad judicial, que es la que, junto con la fiscalía, deciden si procede el ingreso en prisión de los arrestados o su puesta en libertad sin cargos o con medidas cautelares. El hecho de que se acuse a las Fuerzas de Seguridad de falsear o manipular pruebas contra musulmanes convierte a España (que ya lo era por formar parte de la coalición internacional contra el Estado Islámico) en objetivo preferente de posibles atentados terroristas, según los mencionados expertos. La realidad, lo que les duele a los cabecillas de las bandas yihadistas, es la eficacia que España está demostrando contra este tipo de criminalidad. Desde hace tiempo, en diversas publicaciones de ese mundo se hace referencia a una operación conjunta que nuestro país realizó el año pasado con Marruecos (de la que no dan más datos) y que debió ser un auténtico desastre para sus planes de implantación de células islamistas en España y en el resto de Europa. «El hijo de Al Andalus» intenta transmitir en su escrito que las Fuerzas de Seguridad han pasado la línea roja que, según ellos, no debe atravesarse, como si la Policía y la Guardia Civil tuvieran que mirar hacia otro lado cuando tienen conocimiento de la comisión de un delito.
España es una de las grandes puertas de entrada de musulmanes a Europa. La operación que dentro de unas semanas realizarán muchos de ellos para atravesar el Estrecho de Gibraltar, de vuelta a sus puestos de trabajo en Europa constituye una excelente cobertura para que elementos yihadistas se mezclen entre personas que nada tienen que ver con el terrorismo y lleguen a los puntos que les hayan asignado los cabecillas islamistas.
Tal y como adelantó este periódico, la revista Daviq, órgano de prensa oficial del DAESH–Estado Islámico por sus iniciales en árabe–, publicó el pasado mes de marzo una serie de amenazas a España con alusiones a los atentados del 11-M en Madrid, de los que se cumplían entonces 11 años.
En concreto insertaba un artículo titulado «La Extinción de la Zona Gris», que contenía dichas amenazas, en un número hasta ese momento desconocido en nuestro país. Entre los objetivos, a los que había que matar, citaban «a quienes se burlan de Mahoma».
Los expertos señalaron entonces como significativo que el artículo estuviera ilustrado con la fotografía de uno de los trenes destrozados tras la explosión de una de las bombas del 11-M.
Existía otra alusión a nuestro país en las declaraciones realizadas al Daesh por un combatiente extranjero belga. Eran del líder de la célula desarticulada en enero de 2015 en Verviers (Bélgica), que planeaba un atentado en su país de origen y que, refiriéndose a los agentes de inteligencia occidentales, decía literalmente que «arrestaron a musulmanes en Grecia, España, Francia y Bélgica de cara a aprehenderme. ¡Glorificado sea Alá, todos esos arrestados no estaban ni siquiera conectados con nuestros planes! Que Alá libere a todos los musulmanes de las prisiones de esos cruzados».
Pese a que el sentido literal de la cita no constituía entonces una amenaza explícita hacia esos países que habían detenido a musulmanes, sí podría ser interpretada como un ataque por parte de los potenciales lectores de la publicación, pudiendo motivar acciones de venganza contra España, la cual además se encuadra explícitamente dentro del concepto de «cruzados».