INANNA Y EL ISLAM


¡Yo, Isis, soy todo lo que ha sido, que es o será. Yo, que hice la luz de mis plumas, el viento de mis alas, ningún mortal jamás me ha quitado el velo! – Hasta ahora. – (Inscrito en el templo de Isis en Sais)
A medida que la estrella de la mañana desaparece la diosa de Sumeria, Inanna desciende al Inframundo, donde debe atravesar 7 puertas. En cada puerta (correspondiente a los 7 chakras) ella es despojada de uno de sus poderes. Finalmente, entra al santuario interior, desnuda, y comparece ante la Reina del Inframundo. Ella es aniquilada, pero luego desde el amor del pueblo es resucitada, recupera su estatus real y surge como la Reina del Cielo.
Ahora bien, un día, mi reina, después de haber atravesado el cielo,
atravesado la tierra,
Inanna, después de haber atravesado el cielo, atravesado la tierra,
Después de haber atravesado Elam y Shubur,
Después de haber atravesado…,
La Hierodula (Inanna), vencida por el cansancio,
se acercó al jardín y se adormeció.
Shukallituda la vio desde el extremo de su jardín.
Abusó de ella, la tomó en sus brazos,
Y después volvió al extremo de su jardín.

Despuntó el alba, salió el sol:
La mujer miró a su alrededor, espantada.
Inanna miró a su alrededor, espantada.
Entonces, la Mujer, a causa de su vagina, ¡cuánto mal hizo!
Inanna, a causa de su vagina, ¡lo que hizo!
Todos los pozos del país los llenó de sangre.
Todos los bosquecillos y jardines del país,
ella los saturó de sangre.
Los siervos que habían ido a buscar leña no bebieron más que sangre,
Las sirvientas que fueron a llenar el balde de agua
no lo llenaron más que de sangre.
«Quiero descubrir a aquel que ha abusado de mí,
por todos los países», dijo ella.

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