Los líderes de templo satánico de Tucson denuncian que sus derechos constitucionales están siendo violados. Esta semana elConcilio de la ciudad de Phoenix voto por remplazar la tradicional oración antes de iniciar sus sesiones por un minuto de silencio para evitar que los satanistas oraran en un presentación allí el próximo 17 de febrero.
En exclusiva con Univision Arizona, una mujer hispana de Nogales, Sonora, que forma parte del grupo satanista dijo que no se están entiendo sus propósitos.
“Es la primera enmienda de nuestra constitución. Es importante que todas las religiones tengan una voz en el City Hall,” explica Michelle Shortt.
Shortt se inició en el satanismo desde muy joven, y asegura que ni ella ni su gente cree en Dios.
La intención de ella y de su templo que es su mensaje satánico sea leído frente al concilio.
“Nos llamamos satanistas que es una religión, no un culto. La gente nos tiene temor, que vamos a causar daño. Nosotros no creemos en Dios, no creemos en el diablo,” asegura Shortt.
Ahora el templo satanista se siente optimista que el Concilio de la Ciudad de Tucson sí los va a escuchar y dejar invocar a su ser supremo bajo el satanismo.
“Estamos suplicando que nos escuchen nuestro mensaje,” dice la líder satanista.
Mientras este grupo pide igualdad, grupos religiosos en Tucson dicen que estos satanistas son del mal y no se les debe permitir expresarse.
“Esta gente está metida por todos lados para levantar un reino en contra del reino de la luz,” asegura el pastor cristiano Mario Mencos.
Sin embargo, Shortt asegura que ellos son buenas personas y hasta colectan fondos para obras de caridad.
“Yo me considero satanista, pero no me considero del Diablo, porque el Diablo no existe, el Diablo es una metáfora,” dice la hispana.