Nuevo microchip permitirá que los drones piensen como humanos

DARPA, la división de ciencia de vanguardia del Pentágono, está desarrollando una red neuronal para mejorar el “aprendizaje profundo” en el campo de batalla.

La guerra moderna requiere más que la simple fuerza bruta. La era de la información ha puesto de manifiesto nuevas formas de comunicación y acceso a la información, y estas nuevas normas también han afectado a la forma en que se libran las guerras.

Las imágenes recogidas por satélites y aviones no tripulados deben ser desviadas a unidades sobre el terreno para su análisis.

Un dron puede tomar una fotografía, pero no sabe lo que está observando ni qué hacer al respecto.

Hasta el momento, es necesaria la intervención de un cerebro humano para analizar la información, como detectar un reducto terrorista, o reconocer cuando un lanzador de misiles en una foto se ha movido, comparándola con fotos anteriores.

Según DARPA:

“La observación humana y el análisis de inteligencia, vigilancia y reconocimiento activos es esencial, pero la formación de los seres humanos es a la vez costoso y requiere de mucho tiempo. El rendimiento humano también varía debido a las capacidades diferentes de los individuos, a su formación, a la fatiga, al aburrimiento, y a la capacidad de atención humana”.

Trabajando con un equipo de investigadores del MIT, DARPA espera crear una unidad de procesamiento no más grande que un teléfono móvil, utilizando un microchip conocido como “Eyeriss”. El concepto se basa en “redes neuronales”; redes de memoria computarizadas basadas en el funcionamiento del cerebro humano.

Un chip de red neuronal del tamaño de la palma de la mano, podría ser instalado en aviones o satélites, permitiendo que estas unidades llevaran a cabo su propio aprendizaje en tiempo real, sin necesidad de análisis humano.

En lugar de un equipo de personas que analizan todas las imágenes en busca de un solo objetivo, un avión no tripulado podría directamente identificar a los objetivos sobre el terreno.

La tecnología también podría aplicarse a zonas de desastre, lo que permitiría a los aviones no tripulados detectar e identificar a las personas en situación de emergencia y luego comunicar la ubicación y otros datos a los equipos de rescate.





La tecnología actual requiere de un gran número de servidores informáticos y de la energía necesaria para ejecutar esos equipos. Los datos pueden ser enviados a los almacenes que contienen los ordenadores para su análisis, pero eso requiere de una conexión a Internet, lo que no siempre es fácilmente disponible en situaciones de combate y, cuando lo es, no siempre es seguro.


Eyeriss podría cambiar la forma en que se realiza la guerra. Concentrando más potencia de procesamiento en un espacio mucho más pequeño, el microchip podría permitir a nuestros dispositivos de mano que se volvieran aún más pequeños, y permitir que aviones no tripulados y satélites pudieran operar sin necesidad de grandes servidores informáticos masivos o cientos de analistas humanos.

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