En estos días que ha hecho frío, he descubierto una invasión secreta extraterrestre. Se trata de seres alienígenas que poco a poco se han ido infiltrando, en nuestra sociedad, sin que nos demos cuenta. Caminan entre nosotros, muchas veces los vemos sin darnos cuenta de lo que en realidad son. Pero por fin descubrí la manera de identificarlos.
De hecho podemos identificarlos a simple vista. Debido a su escaso conocimiento sobre la cultura humana, en épocas de frío son capaces de salir a la calle con estas orejeras ridículas. He comprobado, de forma empírica, que ni siquiera se dan cuenta de lo imbéciles que se ven. El área de sus cerebros que se encargaba de identificar el buen gusto y el criterio estético se vio inhibida, para dejar espacio al área cerebral con la que lograron desarrollar el viaje a velocidades mayores a la de la luz.
Así que la próxima vez que vean a una “persona” por la calle utilizando estas orejeras, no lo duden y salven a toda la humanidad, golpeándole con un bat, un tubo de acero, o cualquier objeto contundente, por la espalda, en la base de su cuello.
Ese es su punto débil, así que si el alienígena, con orejeras ridículas, cae al suelo sin sentido es una prueba definitiva de que se trataba de un peligroso invasor. Por lo tanto habrán actuado correctamente y con valor. Si por el contrario el alienígena cae, pero no pierde el conocimiento e intenta huir, significa entonces que es un alienígena demasiado fuerte, por lo cual su deber será golpearlo tantas veces como sea posible hasta que logren romper la barrera que los protege de nuestra atmósfera.
Sabrán que han tenido éxito, si ven que del disfraz del alienígena empieza a filtrarse un liquido viscoso y rojo, pues a diferencia de nosotros los seres humanos, la sangre de los alienigenas es roja.
De hecho podemos identificarlos a simple vista. Debido a su escaso conocimiento sobre la cultura humana, en épocas de frío son capaces de salir a la calle con estas orejeras ridículas. He comprobado, de forma empírica, que ni siquiera se dan cuenta de lo imbéciles que se ven. El área de sus cerebros que se encargaba de identificar el buen gusto y el criterio estético se vio inhibida, para dejar espacio al área cerebral con la que lograron desarrollar el viaje a velocidades mayores a la de la luz.
Así que la próxima vez que vean a una “persona” por la calle utilizando estas orejeras, no lo duden y salven a toda la humanidad, golpeándole con un bat, un tubo de acero, o cualquier objeto contundente, por la espalda, en la base de su cuello.
Ese es su punto débil, así que si el alienígena, con orejeras ridículas, cae al suelo sin sentido es una prueba definitiva de que se trataba de un peligroso invasor. Por lo tanto habrán actuado correctamente y con valor. Si por el contrario el alienígena cae, pero no pierde el conocimiento e intenta huir, significa entonces que es un alienígena demasiado fuerte, por lo cual su deber será golpearlo tantas veces como sea posible hasta que logren romper la barrera que los protege de nuestra atmósfera.
Sabrán que han tenido éxito, si ven que del disfraz del alienígena empieza a filtrarse un liquido viscoso y rojo, pues a diferencia de nosotros los seres humanos, la sangre de los alienigenas es roja.