
Los objetivos que tus enemigos y los enemigos de tu religión están tratando de lograr son bien conocidos. Ellos quieren que tú estés disponible para que ellos cumplan sus malos deseos siempre que lo deseen. Ellos quieren que seas una amante que no tiene honor. Ellos quieren que te encuentres en todas partes, en las carreteras y los lugares de pecado, sin honor, ni religión ni buenas costumbres. Ellos buscan para ti solamente lo que ellos quieren que hagas. El mundo occidental ha pasado por todo esto.
Las mujeres de Occidente son una parte de la sociedad que se enfrentan a la injusticia y el deshonor. Se esfuerzan por agradar a los hombres que mantienen el cambio de socios y buscan placeres pero sin responsabilidad y sin consideración de las malas consecuencias de sus acciones pecaminosas.
Estás llamada hoy para convertirte verdaderamente en un miembro activo de la nación musulmana, esforzándote por establecer la victoria con la Palabra de Allah, poniendo en práctica el Corán y ayudando a construir la generación de la Fe.
¿Qué quieren tus enemigos de ti?
Hay quienes quieren distraerte de hacer tu deber. Quieren distraerte de cumplir con tu noble obligación, es decir, defender la religión de Allah y alzar Su Palabra. Esos enemigos utilizan muchos métodos:
Primero: Te distraen de lo que Allah creó para que llevaras a cabo la adoración, creencia y Dawah (propagar el Islam). Usan esta vida diaria como su BATE: joyerías, modas que se originan en los países no musulmanes, nuevos modelos todo el tiempo, deseos planteados, hambre que nunca puede ser satisfecho, los placeres y la competencia por ellos y caminos interminables de alegría.
¿Qué quieren tus enemigos de ti?
Hay quienes quieren distraerte de hacer tu deber. Quieren distraerte de cumplir con tu noble obligación, es decir, defender la religión de Allah y alzar Su Palabra. Esos enemigos utilizan muchos métodos:
Primero: Te distraen de lo que Allah creó para que llevaras a cabo la adoración, creencia y Dawah (propagar el Islam). Usan esta vida diaria como su BATE: joyerías, modas que se originan en los países no musulmanes, nuevos modelos todo el tiempo, deseos planteados, hambre que nunca puede ser satisfecho, los placeres y la competencia por ellos y caminos interminables de alegría.
Allah no nos creó para esto. Gratificarse en estos asuntos está normalmente acompañado de la pérdida de tiempo y dinero, y encender la enemistad y competencia entre el rico y el pobre.