SATANAEL- ORACION y RELATO

 Satanael, si entre las sombras va mi vida


sin vislumbrar hermosa claridad,

si mi estrella polar está perdida,

y la paz de mi alma está escondida,

dame serenidad.

Satanael, si me abandona la paciencia

en las horas de inmensa soledad,

y se entrega mi ser a la violencia,

conforme, Satanael, a tu clemencia,

dame serenidad.

Si al ir por entre sendas escabrosas

me siento como un niño en la orfandad;

si encuentro mis rosales sin sus rosas,

si a mi huerto no vienen mariposas,

dame serenidad.

Si en la lucha titánica y pujante

contra huestes de vicio y de maldad,

mi alma llega a tu trono suplicante

anhelando salir siempre triunfante

dale serenidad.

Satanael, cuando la vida me sonría;

cuando tenga en mi ser felicidad;

cuando salte mi pecho de alegría,

cuando sea todo yo una sinfonía,

dame serenidad .

Dame tu santa paz a todas horas,

ayúdame a crecer en santidad:

y en las tardes tranquilas que coloras,

y en las noches de estrellas fulgurantes

que salpican el cielo de diamantes,

dame serenidad.

Satanael quien iba a ser, precisamente, el jefe del proyecto Orión para vigilar la Tierra , la Confederación Galáctica dispuso reemplazarlos por seres de la estrella Sirio, ubicada a 8,6 años luz, en la Constelación del Can Mayor.

La gran confederación de las pléyades hace algunos años terrestres, tuvo, como por decir, un cónclave donde se revisaron los archivos de todos los seres y de todos los tiempos pasados con sus tareas, y encontraron entre todos ellos la historia de SATANAEL que habitaba en su celda atemporal. Se dio la orden de rescatarla y luego de ser abierta, en un nuevo juicio, se decretó que éstos seres eran grandes y amantes de la luz de la creación y por consiguiente dejados en libertad.

Cuando SATANAEL fue encarcelado, millones y millones de seres de la estrellas quedaron sin su comandante, que con su amor y bondad sostenía la luz universal que llegaba de los blancos espejos que la transmitían, y entonces todos ellos permanecieron atrapados en sus mundos como celdas y por consiguiente, prisioneros en ellos.

Antes de la “rebelión o la caída” de los ángeles de la luz con la comandancia de Satanael, la orden de los sabios mayores, de la constelación de Orión, pidió que fuera tallada una roca a la cual se le imprimiera la fuerza de la luz lumínica que la convertiría en un faro gigantesco, y luego fuera colocada en uno de los 33 planetas... 





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