Crímenes nuestros de cada día. Crímenes terribles siempre, aun cuando fuesen banales, si tal cosa —un crimen banal— pudiera existir. Malditos crímenes.
RADIO - TODOS SOMOS SOSPECHOSOS - Poesía y Crimen
De crímenes nos alimentamos cada día; con crímenes, bajamos las tostadas de la mañana; y tras un crimen, apagamos el velador por la noche. Crímenes narrados por las voces de la radio, por las imágenes y los textos que nos interpelan desde las pantallas luminosas. Crímenes impresos en las páginas de los diarios que miramos temprano, que repasamos a lo largo del día, y apilamos junto al tacho de basura al terminar la jornada.
Crímenes nuestros de cada día. Crímenes terribles siempre, aun cuando fuesen banales, si tal cosa —un crimen banal— pudiera existir. Malditos crímenes.
Crímenes nuestros de cada día. Crímenes terribles siempre, aun cuando fuesen banales, si tal cosa —un crimen banal— pudiera existir. Malditos crímenes.