ISIS contra el Narcogobierno

 Los miembros del Estado Islámico aseguran que el cannabis es perjudicial y por eso debe ser destruido. Pero la oposición de los cultivadores es firme.

  • Los miembros de ISIS no solo secuestran, torturan, atemorizan y asesinan a todos aquellos que no actúan conforme a sus ideas, sino que hacen desaparecer todo aquello que para ellos es "no apto", como son las distintas variedades de marihuana que se cultivan en el país.


    Varios de sus miembros mostrando un amplio campo de cultivo de marihuana localizado supuestamente en Ijtirein (al norte de Alepo) y escondido entre diferentes plantaciones de tomates, pimientos y maíz.

    Mientras que dos de los yihadistas muestran el terreno, otros hombres cortan las plantas, las recogen y las colocan en montones que más tarde queman. Su mensaje es claro: no hay que consumir marihuana porque es "una droga" y un producto malo para la salud. Es haram (pecado) y va en contra de la interpretación más estricta de la Sharia. Los militantes del Estado Islámico consideran la marihuana "un producto contrario a la ley islámica".

    Según los miembros de ISIS, habrían descubierto los cultivos tras capturar a algunos de los miembros del Ejército Libre de Siria – contrarios al actual gobierno –, aunque el propietario de los mismos habría huido a la frontera con Turquía. No parece ser la única cosecha que los yihadistas han quemado o tienen intención de quemar.


    Estos cultivos se han llegado a convertir en una de las pocas fuentes de financiación de la oposición al propio ISIS y al gobierno, y la marihuana producida es introducida de contrabando en Turquía. 

  • Ante el temor que provocan los grupos más "extremistas"en el país, los agricultores sirios suelen pagar a los combatientes opositores al régimen para que protejan sus campos de marihuana y aseguren que las mercancías cruzan las fronteras de forma segura para venderse principalmente en Turquía. La mayoría de los pueblos de la provincia de Idlib están viviendo de los despojos del contrabando entre Siria y Turquía. Aunque cuidar los cultivos para evitar que entren en contacto con los miembros del Estado Islámico es mucho más complicado.



    Los cultivadores libaneses defenderán sus plantaciones


    En la vecina Líbano también se está produciendo un auge del cultivo de marihuana, aunque es ilegal. Y una gran parte procede del empobrecido aunque muy fértil Valle de Bekaa, a 50 km de la frontera con Siria, donde los granjeros han visto cómo sus beneficios se disparan en los últimos dos años. El caos en el país vecino parece haber sido una bendición para los agricultores, ya que las fuerzas de seguridad que habitualmente trabajaban en la erradicación de los cultivos están ocupadas protegiendo los límites territoriales.

  • Marihuana, alcohol o tabaco

    No es la primera vez que los miembros de ISIS llevan a cabo un acto similar en Siria contra sustancias que consideran impuras. También dicen haber quemado 1,5 millones de paquetes de cigarrillos en varias ciudades del país, para impedir fumar tabaco, algo que está prohibido según la interpretación estricta que hacen del Corán.



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