“Mi mano derecha ha escrito muchos poemas que yo compongo. Y mi mano izquierda no ha escrito ningún poema, pero mi mano derecha no piensa: ‘mano izquierda, tú no sirves para nada’.
Mi mano derecha no tiene ningún complejo de superioridad y por eso está muy feliz. Y mi mano izquierda no tiene ningún complejo de inferioridad. Por tanto, en mis manos existe un tipo de sabiduría conocido como “no discriminación”.
Sin embargo, mi mano derecha no le dice, ‘mano izquierda, sabes que yo, la mano derecha, he cuidado de ti, tienes que recordarlo y debes regresarme ese favor en el futuro’.
Ellas no piensan así.
Y mi mano izquierda no le dice: ‘Mano derecha, me has hecho mucho daño… ¡Dame el cuchillo¡ Quiero justicia!’
Porque ambas saben que están unidas, que son iguales”.
Mi mano derecha no tiene ningún complejo de superioridad y por eso está muy feliz. Y mi mano izquierda no tiene ningún complejo de inferioridad. Por tanto, en mis manos existe un tipo de sabiduría conocido como “no discriminación”.
Sin embargo, mi mano derecha no le dice, ‘mano izquierda, sabes que yo, la mano derecha, he cuidado de ti, tienes que recordarlo y debes regresarme ese favor en el futuro’.
Ellas no piensan así.
Y mi mano izquierda no le dice: ‘Mano derecha, me has hecho mucho daño… ¡Dame el cuchillo¡ Quiero justicia!’
Porque ambas saben que están unidas, que son iguales”.