Como peces en el Mar - Hay más de 4 quintillones de naves extraterrestres en el Sistema Solar

El profesor de Harvard no está satisfecho con el trabajo del gobierno sobre los fenómenos e insta a los científicos a participar en estas actividades.

“Debido a que el cielo no está clasificado, solo los sensores que usa el gobierno están clasificados y es por eso que los datos están clasificados.

Entonces, el Proyecto Galileo intentará establecer un flujo de datos que esté abierto al público, de la misma manera que se hace ciencia.

Todos podrán acceder a los datos y serán de alta calidad".

En enero de 2021, el Dr. Loeb publicó el libro " Extraterrestre: el primer signo de vida inteligente más allá de la Tierra ".

En él, duplica sus afirmaciones de 'Oumuamua como un objeto extraterrestre artificial...

En junio, conectó explícitamente su hipótesis de 'Oumuamua con las crecientes investigaciones gubernamentales sobre fenómenos aéreos no identificados en una columna de opinión de Scientific American.

El Observatorio Vera C. Rubin , que se construye en Chile, también fue mencionado por Loeb.

El observatorio, cuya apertura está programada para 2023, debería poder examinar la totalidad del cielo del sur cada cuatro días gracias a su cámara de 3.200 millones de píxeles.

Según Loeb, una fotografía de alta resolución puede mostrar pernos y tornillos en la superficie de un objeto artificial y distinguirlo de un iceberg de nitrógeno, un iceberg de hidrógeno o un conejo de polvo.Nuestro sistema solar podría albergar hasta cuatro quintillones de objetos tecnológicos extraterrestres y, aunque la mayoría de ellos serían demasiado pequeños para ser detectados, algunos podrían tener un gran tamaño.
Es la sorprendente conclusión a la que han llegado dos astrónomos de la Universidad de Harvard, Avi Loeb y Carzon Ezell, tras desarrollar un detallado estudio en el que afirman que cada uno de esos objetos sería un visitante de otra estrella, posiblemente «creado artificialmente». Un quintillón, cabe destacar, representa un millón de cuatrillones y se expresa con un 1 seguido de 30 ceros.
En los últimos ocho años, los científicos de todo el mundo han descubierto cuatro objetos interestelares: los meteoros CNEOS 2014-01-08 (que golpeó la Tierra en 2015) y CNEOS 2017-03-09, el cometa Borisov y Oumuamua, un extraño cuerpo celeste de unos 400 metros de largo y que fue visto por última vez por el telescopio Hubble en 2018.La naturaleza de este último (cuyo nombre significa «mensajero de lejos que llega primero» en hawaiano) sigue siendo a día de hoy un misterio: mientras que algunos expertos lo clasifican como un cometa, otros afirman que podría tratarse del primer asteroide extrasolar. Y unos pocos, como Loeb, afirman incluso que podría ser un artefacto de inteligencia extraterrestre, atendiendo a la manera en la que refleja la luz solar y realiza sus movimientos,
Tomando como referencia a estos cuatro objetos, la pareja de científicos plantea un modelo para calcular la cantidad de objetos interestelares, naturales o artificiales, que podrían encontrarse en nuestro entorno y resulten de interés en función de su velocidad y densidad. Aunque Loeb no concluye que haya quintillones de naves extraterrestres en el sistema solar, sí que afirma que se debe tener en cuenta esta posibilidad.
Muchos de estos objetos, puntualiza, podrían estar ocultos en la oscuridad, por lo que pasarían desapercibidos para los telescopios. Además, adelanta, la mayoría ni siquiera tendría el tamaño de Oumuamua (puede que haya solo uno con esas dimensiones por cada millón de objetos).









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