Sylvester Stallone y Oscar Bonavena - Viajamos a Filadelfia para hablar con el eterno Rocky

Sylvester Stallone“Rocky es esa película en la que todo me salió bien. Me dijeron que debía hacerla otro y dije que no. Querían reescribir el guion y dije que no. La hice como quería, con quien quería, de un modo casi subversivo, con muy poco dinero. Aparecía hasta mi padre tocando la campana del ring entre combate y combate, y salió bien. Mira, te voy a contar una cosa: cuando ruedo en cualquier ciudad, ya sea aquí en EEUU o en Europa, la gente me grita: ‘¡Sly!’. En Filadelfia, bajan la ventanilla y dicen: ‘¡Eh, Rocky!’. En este sitio siempre seré Rocky”.

Siempre El sueño americano

De eso, de Rocky, ya hace casi medio siglo, 42 años. En 1976 cuando se estrenó, fue un éxito instantáneo, la película de boxeo más popular de todos los tiempos. Y Stallone, que cumplió 72 años en 2018, sabe por qué: “El boxeo. El boxeo representa el sueño americano. Así es. Más allá de que sea el deporte más cinematográfico que hay, más allá de su potencia audiovisual, en el ring se desvanecen las clases, las barreras de todo tipo: somos tú y yo y nuestros puños. No importa de dónde vengas, a qué Dios reces, quiénes sean tus padres: en el cuadrilátero cualquiera puede vencerte, cualquiera puede ser el campeón. Y depende enteramente de ti. Allí estás tú solo, contra tus miedos, contra tu pasado. Por eso Rocky funcionó, pero también Toro salvaje, Más dura será la caída, Marcado por el odio... hay un montón de buenas películas de boxeo y todas hablan de este sueño, de nuestro sueño, de poder ser lo que quieras si le pones la fuerza y el empeño suficientes”, dice Stallone, que remarca cada sílaba como si le fuera la vida en ello.


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