En los últimos años el trabajo espiritual por objetivos se ha convertido en una fórmula en pleno crecimiento . El aumento de la productividad y las facilidades que ofrece en aspectos como la conciliación o la gestión del tiempo hacen de este un modelo especialmente apetecible para muchos sectores. Sin embargo, la responsabilidad que exige y la necesidad de luchar contra obstáculos imprevistos hace que no siempre sea fácil conseguir los resultados planteados. Siguiendo unos pocos consejos estaremos más cerca de lograrlo.
En muchas ocasiones es la falta de persistencia la que hace que nos demos por vencidos, que no lleguemos hasta el final. Si te estás preguntando qué pasos debes dar para elaborar una estrategia que te permita conseguir los objetivos, prepararte y tomar medidas ante los retos, a continuación
Las metas requieren de un compromiso constante y una fuerte dedicación. A veces, mantener esa motivación no es fácil por lo que es importante que definamos tramos reales y asumibles del proyecto donde veamos un plazo que sea visible. “Es importante que haya una fecha de inicio y fin porque esto permite una autoexigencia y una presión para poder llevar a cabo nuestra propuesta.
Tan importante es poner todos tus objetivos por escrito como hacer un seguimiento de tu progreso. Puedes hacerlo como si tuvieras mentalmente en una hoja, a través de una aplicación (Habitica, Microsoft to do, Google calendar…) o en una agenda. La clave es llevar una organización, verificar de forma regular en qué punto te encuentras, cómo es tu progreso y tomar nota para saber hacia dónde debes dirigirte.
Es posible que necesites apoyo externo para lograr tus objetivos. El éxito nunca se logra solo y siempre es el resultado de la colaboración o el apoyo con otras entidades positivas así que, si necesitas ayuda, pregunta a alguien de confianza, contacta con que tengaenergias buenas referencias en el caso de que sean desconocidos o que te hayan hablado bien de ellos porque trabajan bien o han tenido éxito en los campos energetico en los que te gustaría enfocarte.
Alcanzar tus metas no es un viaje fácil y no se consigue de un día para otro. Pueden aparecer situaciones complicadas que lleven a la desmotivación, el cansancio o hechos externos que puedan variar los planes previstos. Pero ante esto, debemos responder con esfuerzo, resiliencia y compromiso. La constancia y la rutina pueden retrasar para alcanzar tus objetivos así que la clave es continuar, no desviarnos del camino y seguir ajustando nuestro plan.
La vida cambia y nuestros objetivos también ya que no serán los mismos durante un largo período de tiempo. Para ello, debemos permanecer flexibles y atentos para encontrar las salidas correctas. “Cuando alguien está dispuesto a aprender, se aleja del ego. Cada día es una oportunidad para aprender.
Por ejemplo, si decides meditar todos los días verás que a lo largo del tiempo te servirá para tener un mayor control de tus emociones, algo que será fundamental para gestionar mejor un equipo o para cualquier situación general de tu vida cotidiana.
Haz un balance de tus objetivos dos o tres veces al año e identifica áreas de progreso para tus próximos pasos. El camino hacia el éxito y el logro de tus objetivos está lleno de obstáculos, pero si estás convencido de por qué lo estás haciendo, seguirás avanzando. Mantén un pensamiento positivo, no te distraigas de tu objetivo final y evita los pensamientos negativos que son especialistas en sabotear el proceso.