Preguntamos a Nasa - ¿Los Asmáticos tendrian que usar trajes Astronautas?

Nasa. Primero tiene que pasar una serie de exámenes médicos para cerciorarse de que no comprometa la misión. Por ejemplo, alguien que tiene ataques de asma y, eventualmente, tiene que ir a una sala de urgencias a que le pongan un inhalador no podría ir al Espacio. Todas esas cuestiones se revisan. A mí, como médico aeroespacial, me toca seleccionar a quiénes pueden volar y a quiénes no. Es un examen parecido al que le hacemos a los pilotos profesionales de aerolíneas, pero profundizándolo con estudios de laboratorio e imagen. Se les escanea todo el cuerpo. No tiene que haber tumores, la vista tiene que estar perfectamente bien (aunque utilices lentes), tu corazón y tu capacidad pulmonar deben estar en buenas condiciones. También tienes que tener un acondicionamiento físico, sobre todo a nivel aeróbico. Esto es porque cuando vuelas al espacio, por la falta de gravedad, el cuerpo es como que se empieza a elongar y puedes crecer hasta 6 centímetros por todo lo que está comprimido en tus articulaciones. Si en la columna hay alguna hernia o algo desfasado en esa elongación puede haber alguna complicación y se puede comprometer la misión. Con la falta de gravedad, los músculos de la postura o los de deambular no los estás utilizando ahí arriba, entonces se empiezan a atrofiar. Por su parte, el corazón ya no tiene que bombear contra tanta presión y, como la sangre que está en las piernas y en el abdomen se va al tronco y a la cabeza, a los astronautas se los ve un poco más hinchados, los ojos se les ponen rojos, tienen congestión nasal. Y eso hace que unos receptores que tenemos en las arterias carótidas, las que están en el cuello, mandan una señal química al cerebro y este, a su vez, disminuye la fuerza con la que se contrae el corazón y hace que los vasos sanguíneos se dilaten para bajar la presión en la cabeza. También se activa un eje en el riñón que hace que el cuerpo empiece a eliminar líquido y, al cabo de un par de semanas, en el espacio te quedas como con litro y medio menos de sangre en el cuerpo porque no la necesitas. El problema es regresar a la Tierra.


N.G. ¿Qué es lo que debe hacer el astronauta para conservar su estado físico entonces?

C.S. Para evitar esto tiene que hacer unas tres horas de ejercicio diario en el espacio. Hay que andar en una elíptica, bicicleta fija o en una caminadora, con un arnés con ligas que te une a la máquina. También hay que hacer ejercicio de peso, pero como allá hay masa, pero no peso, usan como unas barras con resortes. Todo para mantener el cuerpo más o menos habituados. Los huesos si no los estás comprimiendo o torciendo -que es la función que hacen las inserciones de los músculos con los tendones en los huesos cuando tu caminas o haces ejercicio- se te hacen porosos y se descalcifican, por eso también hay que mantenerse haciendo ejercicio. Es para mantener la calcificación de los huesos, la fuerza muscular, la cantidad de músculo y el sistema cardiovascular óptimo.

C.S. Se los prepara psicológicamente para estar en confinamiento, aislamiento y respetar la cadena de mando. Hay que entender que se está en una misión y que esa misión depende de un trabajo en equipo y no de manera individual. En misiones análogas también se incluye a psicólogos, quienes nos entrenan en cuestiones como el mindfulness para prepararnos mejor como grupo y tener una mayor inteligencia emocional. Ahora la gente alrededor del mundo ha experimentado un poquito de lo que es estar en confinamiento y en aislamiento. Sin embargo, todavía puedes abrir la ventana para tomar un poco de fresco o ir a pasear al perro, puedes dialogar con tu familia y amigos por video llamada. El tipo de ansiedad que se puede producir después de estar tanto tiempo en misiones se empieza a generar a partir del día tres porque no hay cómo asomarte a una ventana o cómo salir. Además, la sensación inminente de riesgo de muerte la tienes todo el tiempo, entonces también te entrenan para aguantar todo este tipo de cuestiones. (…) Mi experiencia no es en el campo de la psicología, pero cuando me ha tocado hacer selecciones para misiones análogas, trabajamos con psicólogos y discutimos con ellos qué perfil sí y cuál no. Se busca mucho que tengas un perfil apto para el trabajo en equipo, que seas adaptable y versátil, que se tenga resistencia a la frustración y resiliencia tanto mental como física, y que acepte cierto tipo de riesgos y saber administrarlos.

posiblemente seleccionado. Para ser astronauta se tiene que tener una preparación académica definida, por lo menos alguna maestría en alguna de las áreas que involucra el espacio, de preferencia un doctorado o una carrera similar a lo que se necesita. He servido mucho tener cierto perfil de disciplina militar, hay agencias especiales que prefieren esa característica. Tradicionalmente, los astronautas han sido pilotos por las cadenas de mando que hay en vuelos. A los pilotos nos entrenan para estar y mirar hacia adelante siempre. Antes de despegar ya estamos pensando en qué vamos a hacer si falla el avión al momento de levantar vuelo. Siempre tienes que ir “adelante” del avión. Eso crea un tipo de mentalidad que se prefiere para este tipo de misiones. Si además de eso, se tiene un entrenamiento científico, es un plus.

Estos dos astronautas que fueron ahora son dos pilotos militares, aparte son ingenieros y formaron parte del desarrollo de esta nave, cómo se fue llevando a cabo. No es tanto tu entrenamiento, sino que el que puedas ser capaz para ser seleccionando empieza desde que eres universitario y desde mantener tu cuerpo sano. Si tú tienes algún padecimiento ya ni te molestas en aplicar. Hay gente física y mentalmente muy capaz que aplica pero que tal vez no da el perfil psicológico que ellos están buscando o no da el perfil físico (una hernia en la columna o se les encuentra una arteria tapada).

N.G. ¿Hay un tiempo físico o mental máximo de resistencia de las personas para este tipo de misiones?

C.S. Cada vez se está empujando más. La misión a Marte se estima que, de ida y vuelta, dure más o menos año o año y medio, dependiendo de los sistemas de propulsión avanzada que se tengan y otros detalles (…) El ser humano que tiene el récord de estancia continua en el espacio ha durado 14 meses y once días. Él es un ruso (Valeri Polyakov) que era un médico aeroespacial y después fue ministro de salud de la Unión Soviética. Él estuvo todo el tiempo solo en la Estación Espacial MIR y se aprendió mucho de él. Actualmente, tratan de que se mantengan alrededor de un año en la Estación Espacial Internacional. Recientemente, se hizo un experimento con los gemelos Kelly. El que sube a la Estación Espacial se queda casi un año. Cuando regresa los comparan y muestran todos los cambios que tuvo uno contra el otro. Y ahí se han encontrado hallazgos que nos imponen grandes retos para vencer en las misiones de larga duración.

[Lee más sobre la investigación protagonizada por los gemelos Scott y Matt Kelly en el artículo "Un estudio sobre gemelos astronautas da indicios sobre los efectos en la salud de los vuelos espaciales"]

Lo que sí está demostrado es que si permaneces un año en el espacio cuando regresas necesitas usar lentes para ver de lejos. Algo sucede con la presión en la cabeza que evidentemente afecta a los ojos, todavía lo están investigando. Además, el sistema de defensas, con todo este estrés que se pasa allá afuera, también se ve disminuido.

C.S. Lo primero son los huesos. Si partes un hueso y lo miras en un microscopio, tiene una disposición en su trabécula, como que las fibras óseas de calcio, tienen cierta disposición. Y esta trabécula ósea se modifica para siempre, es el “tatuaje” de un astronauta. Esto no quiere decir que después ellos tengan los huesos más débiles, pero ese cambio es lo primero que se ve. Otra cuestión que se ha evidenciado es que se engrosa una de las capas del cráneo. Como se te están descalcificando los huesos, ese calcio se te va a la sangre, se filtra en los riñones parcialmente –se te pueden hacer piedras de calcio en estos órganos también- pero como lo traes en la sangre y hay mucha circulación que va a los huesos del cráneo hace que se engrose un poco. A simple vista no se ve.

Lo demás se recupera. El sistema de equilibrio, que funciona en relación a la gravedad, también se ve modificado cuando estás en el espacio mucho tiempo. (…) Cuando los astronautas regresan a la Tierra, hay un exceso de estimulación aquí entonces sienten todo pesado durante los primeros días. No se les permite que anden solos caminando, tienen que hacerlo con alguien. Y quienes están mucho tiempo llevan un programa de reinserción a la vida en Tierra. Cuando vuelven a casa todo es extraño, todo es diferente, la gente siguió su vida. Tienen asesoría psicológica también, incluso durante la misión.

C.S. Siempre han sido similares los procesos. El espacio es un lugar estéril, no queremos que haya gérmenes. Cada vez que se construye una nave espacial, se construye en una especie de quirófano. Y todo anda como si fueras a operar, con bata y el pelo cubierto. Si llegas a dejar una partícula ahí, un pelo, una esquirla; eso en el espacio puede flotar, hacer un corto, meterse en un ojo, inhalarse... No queremos contagiarlo con ningún germen. Entonces, todos los procesos son estériles. Todo el mundo que va a subirse a una misión de estas tiene que estar en cuarentena previamente y todo el equipo que va a estar en contacto con ellos también. Ahora esos procesos se llevan a cabo y son más estrictos y prolongados que antes.





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