CUANDO LA MUERTE TE TOQUE LA ESPALDA
Parecía una noche normal, Luis y Carmen caminaban por el parque a altas horas de la noche, en busca de un momento de privacía para los dos. Encontraron pronto una banca en el parque donde nadie podría molestarlos, pensaron ambos, se sentaron y comenzaron ha conversar.
Esta noche todo es tan bello -dijo Luis- No lo crees.
Tienes razón todo esta tan tranquilo -dijo Carmen- Pareciera que hoy sólo reina la paz.
Luis había conocido a Carmen el día de ayer después de que él y unos amigos habían salido del cine. Carmen paseaba por la calle cuando llamo la tensión de todos, pues es una muchacha muy bella, alta, de piel blanca como la nieve, cabello negro, ojos verdes, un cuerpo de modelo y una sonrisa que hace que los hombres se derritan en sus manos como mantequilla al fuego. Luis por su parte no estaba tan mal pues era alto, de piel blanca, fornido, de cabello castaño claro y ojos negros. Ambos parecían tener la misma edad unos 19 años.
Vaya muchachos miren esa belleza -dijo Carlos uno de los amigos de Luis- Esta de campeonato.
Tienes razón -dijo Jorge- esta muy buena.
Entonces Luis al ver que sus amigos estaban impresionados, decidió probar su suerte con esa belleza.
¡Hola! -dijo Luis acercándose a Carmen.
¡Hola! -dijo Carmen sin mucho interés.
No te había visto por aquí antes, yo no podría olvidar a una chica tan bella como tú -dijo Luis.
Me halagas, mi nombre es Carmen y soy nueva en esta ciudad -dijo Carmen.
Pues mi nombre es Luis y siempre he vivido aquí, conozco bien todo el vecindario, si gustas puedo mostrártelo -dijo Luis.
Tal vez otro día -dijo Carmen.
¿Qué tal mañana? -dijo Luis.
Ummmm, esta bien, te espero aquí enfrente del cine a las 9 de la noche -dijo Carmen- Hasta mañana.
Hasta mañana -murmuro encantado Luis.
¡Que suerte tienes compadre! – le dijeron sus amigos cuando regreso con ellos.
II
Y ahora por fin Luis tenia una cita con la chica más hermosa que había conocido. Era como un sueño hecho realidad.
Es bonito el parque verdad -dijo Luis.
Es bonito contesto -contesto Carmen.
Sabes me esta entrando hambre -dijo Luis.
Te invito a comer -agregó luego Luis terminando así su frase.
Yo acepto la invitación -dijo Carmen con una sonrisa un poco sospechosa.
¿A donde quieres ir? -pregunto Luis.
No es necesario salir a ningún lado, yo puedo comer perfectamente aquí -dijo Carmen mientras abrazaba a apasionadamente a Luis.
¿Oye que a haces? -dijo Luis sorprendido por el abrazo de Carmen se había hecho demasiado fuerte apenas podría respirar.
De pronto algo paso Luis no sabría exactamente que estaba pasando y quizá nunca lo averiguada. El abrazo cariñoso de Carmen se había convertido en algo triturador, no podía respirar y sus intentos por liberarse eran del todo inútiles. Pero como era posible el era el capitán del equipo de lucha de su colegio como era posible que una muchacha tan frágil como esta fuera más fuerte que él. Carmen abrió su boca y de una sola mordida clavo sus enormes colmillos en el cuello del Luis y la sangre empezó a correr. Era extraño estaba muriendo pensó Luis más sin embargo encontraba la sensación placentera. Era placentero como lamía Carmen con su lengua la herida en el cuello que acababa de recibir y como a poco la vida escapaba de su ser.
Carmen tomó una pausa en la toma de su alimento y le dijo a Luis:
Gracias, ahora por fin después de varios días he vuelto a comer. Siento como la vida que se encuentra en tu sangre ahora fluye en mi interior. Gracias. -dijo Carmen con cierta excitación es su voz..
Luis estaba muriendo él lo sabía todo empezaba a ponerse oscuro y de pronto todo se convirtió en tinieblas. De pronto entre toda la oscuridad apareció una luz muy brillante.
¡Estoy muerto! -pensó Luis.
Eso depende de ti -le contesto una voz que salía del interior de la luz y de pronto la luz lo envolvió todo, no era una luz cálida y suave como aparentaba, en realidad era una luz fantasmal y tenebrosa.
¿Dónde estoy? ¿Quién eres? -pregunto Luis con su alma.
Soy aquél que tiene el poder para sacarte de aquí y regresarte a la vida -contesto la luz que envolvía el alma de Luis.
¿Puedes hacer eso? -preguntó Luis en un pensamiento.
Puedo hacerlo y muchas cosas más y lo único que pido a cambio es que te vengues de quién te hizo esto y de todos los de su clase. De todos aquellos que roban la vida de otros para escapar de mí. De todos aquellos seres cuyo poder proviene de la oscuridad y viven robando la esencia vital de las personas -lo harás.
¿Cómo podría yo hacer eso? – pregunto Luis.
Soy un muchacho normal. – agregó después.
Si aceptas servirme ya no lo serás, y mientras me seas útil nada, absolutamente nada podrá regresarte aquí, a este sitió -contesto la luz.
¿Aceptas? – preguntó la luz.
Acepto -contesto Luis con determinación.
Prepárate para recibir mi poder.
¡Yo portador de la paz del mundo, convoco el poder de todo lo que es eterno a venir a mi llamado! Yo te bendigo Luis con el toque que todo lo destruye, el poder de ver lo posible y lo invisible, el don de la dulce oscuridad, el poder de las sombras y la fuerza perpetua. Yo mando que a partir de este momento la naturaleza obedezca tu orden y atienda tu suplica. Yo te envuelvo en mi manto y te hago mi sirviente. ¡Recibe la voz que todo lo consume, recibe el llamado de la muerte! -recitó la luz y mientras lo hacía la luz penetraba en las entrañas del Alma de Luis transformándola en algo nuevo y aterrador. En algo jamas pensado ni imaginado. Y de pronto Luis supo de quién era la voz y como había podido hacer lo que acababa de hacer con él.
III
Carmen la vampira se retiraba después de haber tomado la sangre de aquel joven sin saber lo que pasaría. Ella se sentía satisfecha porque había sido tan fácil. Hacía mucho que ella no bebía la sangre de un muchacho tan delicioso.
De repente algo paso el cielo se nubló y las nubes oscuras llenaron el cielo aunque era de noche todo pareció volverse mucho más oscuro. El viento empezco a soplar y Carmen sintió que un escalofrío recorría su cuerpo. De repente un rayo cayo sobre el cuerpo se su más reciente víctima. Los ojos de quién antes había sido Luis se abrieron de repente. Extrañas descargas de energía similares a electricidad recorrían el cuerpo de quién antes había sido Luis. Su ojos brillaban con una luz fantasmagórica, un poder extraño parecía rodearlo.
¿Cómo es posible tu estas muerto? -dijo Carmen sorprendida.
Y tu también -contesto quién antes había sido Luis.
Pues te mataré de nuevo -dijo Carmen al tiempo que se lanzaba volando contra aquél que antes había sido Luis.
Luis no se movió, pero las extrañas descargas que recorrían su cuerpo se empezaron a mover como si tuvieran vida propia y salieron disparadas del cuerpo de quién antes había sido Luis y lanzaron a Carmen hacía atrás dejándola tirada en el suelo a varios metros de donde esta quién antes había sido Luis.
He venido por la venganza hija de lo infiernos – dijo quién antes había sido Luis.
¡Tú no puedes detenerme! -grito Carmen con furia.
¡Convoco el poder de Lilith la reina de los infiernos a venir a mí! – gritó Carmen y sus vestimentas cambiaron como por arte de magia, ahora portaba un vestido negro con capa negra. Sus ojos brillaban con una resplandor rojizo.
Siente mi poder -gritó Carmen mientras de sus manos salía una energía negra como la noche. La energía oscura recorrió el cuerpo inmortal de Carmen y salió disparada contra aquel que se oponía a sus deseos. La energía oscura dio en el blanco. Y todo estallo en donde la energía había chocado, dejando un humo púrpura y un fuego verdosos donde el rayo oscuro había caído. De repente algo se movió entre las llamas y el humo, una silueta negra como la noche salió de ese humo y fuego. La silueta no parecía tener sustancia alguna. De algún modo era intangible como si fuera sólo una sombra. De repente la sombre empezó a cambiar y en un instante volvía ser lo que había sido antes: Aquel que antes había sido Luis.
Recibe el toque que todo lo destruye -dijo Luis mientras cerraba su puño y todas las descargas que rodeaban su cuerpo se reunían en su puño, de pronto Carmen la hija de los infiernos empezó a temblar y callo convulsionándose al suelo.
¡Adios!-dijo aquel que antes había sido Luis, mientras habría su mano. Al abrirla Carmen dejo de temblar y quedo quieta en el suelo, su cuerpo y sus vestiduras empezaron a deshacerse convirtiéndose en polvo, el viento sopló con fuerza llevándose consigo los restos de aquella que alguna vez fue inmortal. Y de pronto cuando el ultimo rastro de polvo fue llevado por el viento, empezó a llover. La lluvia caía sobre Luis. Todo había acabado. Había logrado su venganza.
¡Bien hecho! -dijo un la voz que le era familiar. Era la voz que había oído mientras moría. Pero ahora se escuchaba muy cerca.
Aquí estoy -agregó la voz.
Luis volteo y vio a un joven vestido con traje negro, su piel era morena clara y su cabello oscuro.
Nada mal no crees -dijo de nuevo el joven.
¿Quién eres? – pregunto quién había sido Luis.
Tú sabes quién soy, verdad – agregó el joven de piel morena.
Lo sé -agrego Luis.
Yo que tu me apuraba, recuerda que no te llevare conmigo hasta que cumplas tu parte de trato -dijo el extraño joven vestido de negro.
He cumplido, he acabado con la descendiente de Lilith -agregó con firmeza Luis.
Pero el trato era que me servirías mientras me fueras útil, pues bien todavía lo eres mi sirviente y amigo -agregó de nuevo el extraño joven vestido de negro y piel morena.
¿En que te puedo servir si ya acaba con el ser que me ordenaste aniquilar? -dijo aquel que antes había sido Luis. El trato es que acabes con todos los seres inmortales cuyo poder venga del infierno y cualquiera de sus descendientes, para eso me eres útil y te aconsejo que te des prisa son miles y cada vez son más numerosos -dijo el joven de negro de nuevo.
Eso podría tardar una eternidad -dijo aquel que antes había sido Luis.
Incluso tal vez más -agregó el joven – pero no te preocupes yo estaré contigo hasta que cumplas tu nueva misión es este mundo. Yo y mi poder te acompañaremos en tu misión y ahora a llegado el momento de darte un nuevo nombre, tú en adelante serás. “Necrón, el llamado por la muerte”. Márchate ahora Necrón entre el poder que te he dado se encuentra el poder para rastrear a esos inmortales ve y acaba con todos ellos.
¿Por qué me escogiste a mí y por qué odias a los inmortales? -preguntó el recién nombrado Necrón a su Amo.
Te escogí a ti por ser una de sus víctimas, era eso o permitir que te les unieras. Y por cierto yo no los odio, recuerda que yo me encargo de todos por igual, pero ellos se han atrevido a desafiar mi poder y he decidido que eso debe de acabar fuera de los cielos y los infiernos no debe haber en el mundo nada inmortal y eso se ha escrito desde el comienzo de los tiempos y así será. El problema es que no es tan sencillo, podría destruirlos a todos fácilmente pero prefiero que caigan en batalla y no aplastados como moscas y te he dado el poder para hacerlo -dijo el joven de ropa negra y piel morena.
Necrón asintió y emprendió su camino hacía lo desconocido sin saber cuando volvería a conocer el descanso eterno. Y mientras se marchaba el joven lo seguía con la mirada.
Y ahora me retiro tengo una noche muy ocupada, acaba de hacer un terremoto en Asía y tengo trabajo que hacer -explicó el joven cuando Necrón se hubo marchado y sus ropas se convertían en una extraña túnica encapuchada. De pronto la carne del joven se convirtió en hueso. Él tomo su guadaña y levanto el vuelo. Si había mucho trabajo por hacer y la muerte no puede faltar a su cita.