TARDE LLUVIOSA



Y esta tarde tranquila entre la lluvia,
Bajo mi sed sin descanso aguardo,
El llanto frío y tenebroso de las flores de loto,
Ocultos entre penumbras de su olvido.


Suelo recordar el dolor,
Que las espinas de rosa causan,
Dejando caer las gotas de sangre,
En la marchita tierra del descanso.

Miro hacia las nubes,
Quienes lloran en paz,
Esperando ser escuchadas,
En su sordo grito de desesperación.

Vuelve a mí, la fría sensación de mar,
Callado por manos de la humanidad,
Despojado de la voz,
Suturando mi boca con raíces del olvido.

Donde las ramas de lamentos atan mi cuerpo,
Para ser lanzando en los ríos del silencio,
Gritando en mi interior,
Mostrando una sonrisa al cruel viento.

Olvido, jamás me enseñaron como se hace,
Y dejaron pudrir los recuerdos en mi memoria,
Con sus semillas del rencor envenenándome de a poco,
Sin poder decir ni el susurro del respirar.

Abrazado a los alambres,
Con mi cuerpo despedazado,
En los sueños desvanecidos.

Ven como me ahogan,
Sujetando mi cabeza para no tener más aire,
En medio de llantos y risas,
No sé cuando termina esto.


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