Cuando mis manos hieren en la distancia y sacuden las venas sus prejuicios de ayer, retozan en mi la angustia y el olvido desplomando en mi mirada la ausencia.
Las hojas secas caen de los arboles como lamiendo mis recuerdos en mi ausencia
de alegría; la sangre danza del olvido, en mi ausencia la noche es lejanía, en mí el oído es abísmo,en mi adentro la paz es conflicto y en mi pensar solo se escucha el silvido del viento en el silencio.
Viene al oído e insiste en mi el silencio, la ausencia de su verso que busca en mi vida inutilmente la historia y mi pensamiento solo es ausencia como gotas de sangre que forman en mi un mar rojo en la inmortalidad de mi alma...
Viene al oído e insiste en mi el silencio, la ausencia de su verso que busca en mi vida inutilmente la historia y mi pensamiento solo es ausencia como gotas de sangre que forman en mi un mar rojo en la inmortalidad de mi alma...
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