Sé que me encuentro herido e inmóvil en el sillón del olvido,
y mis pasos sólo vuelven cuando la noche se acuna,
cuando en el cielo negro, las estrellas titilan
y en el mar, tan inmenso, se asoma la luna...
Sé que mis sentidos se apagan de
a poco
cuando el sol se anuncia en la aurora;
cuando veo que la luz invade pronto
y las penumbras , vencidas, me ahogan.
Sé que nunca moriré a cada hora,
cuando la noche, al día haya vencido,
y siempre en la muerte estaré solo,
y vagaré por las tumbas sin sonidos.
Pero la lucha continúa en el mundo,
y descanso en el sillón peremne del olvido,
camino a ciegas, tanteando el silencio oscuro,
con pasos gigantes, que a la huída son siglos.
cuando el sol se anuncia en la aurora;
cuando veo que la luz invade pronto
y las penumbras , vencidas, me ahogan.
Sé que nunca moriré a cada hora,
cuando la noche, al día haya vencido,
y siempre en la muerte estaré solo,
y vagaré por las tumbas sin sonidos.
Pero la lucha continúa en el mundo,
y descanso en el sillón peremne del olvido,
camino a ciegas, tanteando el silencio oscuro,
con pasos gigantes, que a la huída son siglos.
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