ALUCINACIONES DE MIS RECUERDOS



Miro un cuadro con una fotografía,
en sí, me veo a mí…

El recuerdo se viene a mi mente…
y todo aparece como una biografía,
no lo quiero volver a vivir

hasta nacer al morir,

Pues hasta ahora no estoy aquí por suerte
-pero bien sé-, que en algún rincón duerme:
tranquilo, despreocupado…
sabiendo que su hijo muere en un acantilado,
mi más oscuro pensamiento, agotado, agonizando;

Y un murmullo llega tranquilo a mi casa,
me relaja, me llena… ¡Qué Convalecencia!

En ocasiones la oscuridad es mi amiga,
llámenlo ángel de alas negras,
cuando en ratos como estos
a mi regazo excitándome está la soledad…
a ir con ella a la intimidad,

Y a mis pies la furia
golpeando mis rodillas para caer en el olvido…
ante lo desconocido;

Y justo frente a mí, un jardín sin flores
¡Qué bailen y mueran esos labios sin vida!
Como esclavo sin esclavista…

Más allá está la foto de mis recuerdos,
y en mi pensamiento,
viven los poemas que alaban ésta exquisitez
de momento poco inusual…

¿Dónde las alucinaciones invaden mis ilusiones muertas?
En un valle escandinavo o en mis parajes olvidados,
¿dónde está Poe escuchando a su cuervo graznar?
...por un amor que no volverá;
con el retozar de una dama de poco cuidar
seducida a la lujuria: frenesí sin tocar;

Entre mis demonios y ángeles…
se discute cuál es la única verdad,
para este cuerpo propio sin hogar,
en un destierro sin éxodo.

¡Oh! Qué silencio fue noche,
que múltiples cosas me ha hecho imaginar,
soñar y recordar… no soy viejo aún pero,
que lamentar puede haber a esa edad
si la vida es corta en este tiempo,
y en ese lugar ya ha aparecido la eternidad,
a un paso después del pasado y en la enfermedad,
enfrentada con un poco de felicidad,
evocada con aquella realidad:
que fui a dejar atrás...

Éste mal sólo a causa:
de no apreciar la vida tal y como Alguien la da…

¿Qué es el aquí?
¿Qué es el allá?
Si no se está bien, en este extraño lugar…

Como extraño:

El despertar un día con un ánimo insuperable,
ó dormir con una quietud casi inalcanzable;

Pero en mis venas no hay oro ni plata,
es sangre que recorre cada parte de mi ser…
mi ser…
el hecho de solo estar me hace pensar…
que me impide convidar al silencio de esta nocturnidad;

Que extraña está la luna,
en esa bóveda de inmensidad…
ansiosa de poderse llenar
con reflejos de grata igualdad…

Que raro estoy, no puedo mis manos controlar,
sujetas al mismo temor... al mismo miedo…
que a rastras me atrae a la soledad;

Bajo cuestas, ves Eternidad...
al silencio que no muere en tu sueño…
poe qué no haces eterno al consuelo;

Deseo todo éste momento:
luces que palpitan, estrellas que nacen,
luciérnagas danzantes,
forman tu rostro, noche acaecida
¡Sol nocturno maravilloso!

Haces al menor sentido
exaltar su mayor adjetivo,
para dejarme arrastrar
por el cansancio, nada más…
al caer con mi espalda
hacia un atrás, con la esperanza
fija encerrada en mis ojos…
a un nuevo soñar;

Y al despertar en éste, mi mundo:
vuestro mundo,
con el silencio, un nuevo tramo comenzar…
para en un mañana, volver a viajar por la eternidad,
a mi nuevo hogar… mi hogar…

Y en cada noche…
cambio el silencio por: un momento de tranquilidad,
para: una angustiada Felicidad;

Mi única fiel amistad…

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