NOCHE FETIDA



Eterna noche celestial
con lúgubre, fétido viento
lleno de espectros moribundos
temerosos del nuevo día,
la gélida penumbra
penetra en mi corazón

mi alma se abraza dentro de mí
temiendo la llegada de lo inevitable,
en el instante, en que no existe el tiempo
donde la noche se funde con el día
el aire se torna más denso,
parada entre ramas espectrales
la sombra de los árboles
me colman de negros sueños,
misterios que surgen bajo el abrigo de la oscuridad
llevándose no solo la melancolía sino también mi espíritu,
muriendo con la última estrella y una furtiva lágrima
sin titubeo espero el nacer del fuego
solo entonces con certeza comprendo
que aún no he iniciado el camino eterno

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