Para ti recogí,
del jardín de la eterna madrugada
esta rosa del color de la noche
donde el día no tiene tarde ni mañana
Sus púas son amargas heridas,
sus pétalos tiempo ausente,
de su cáliz profundo emana,
una tristeza silente.
Negra del color de los que habitan en la noche,
de los que vivimos cuando el sol se marcha,
de los que morimos cuando el crepúsculo tiñe el horizonte.
en la fría madrugada.
Hermosa criatura nacida de la oscuridad,
en el lago de las sombras
aquí te vine a buscar
en él se dibuja tu belleza
de fino marfil y cristal.
Esta noche de Luna anaranjada,
su reflejo posado en tus ojos,
inútil queda mi palabra,
solo extiende tu mano,
lléname con tu mirada.
Estés donde estés siempre alcanzo a verte,
eres el viento que estremece los árboles,
la bruma del suelo inerte
música de las hojas al caer,
agua que discurre por un cauce invisible
que no se puede ver.
Concédeme la vida y te mostraré más allá,
donde mora la más oscura de las noches,
donde nadie llega sólo,
donde quizá un ángel caído es capaz de entrar.
Nocturna melancolía que guarda tu secreto,
me envuelve en su halo de fría nostalgia,
abre tus ojos y muéstrame la ceniza
del otoño en tu mirada.
La más triste de las lágrimas por mi rostro se derrama,
no me dejes esta noche,
haz que mi vida no muera hasta el alba.
de su cáliz profundo emana,
una tristeza silente.
Negra del color de los que habitan en la noche,
de los que vivimos cuando el sol se marcha,
de los que morimos cuando el crepúsculo tiñe el horizonte.
en la fría madrugada.
Hermosa criatura nacida de la oscuridad,
en el lago de las sombras
aquí te vine a buscar
en él se dibuja tu belleza
de fino marfil y cristal.
Esta noche de Luna anaranjada,
su reflejo posado en tus ojos,
inútil queda mi palabra,
solo extiende tu mano,
lléname con tu mirada.
Estés donde estés siempre alcanzo a verte,
eres el viento que estremece los árboles,
la bruma del suelo inerte
música de las hojas al caer,
agua que discurre por un cauce invisible
que no se puede ver.
Concédeme la vida y te mostraré más allá,
donde mora la más oscura de las noches,
donde nadie llega sólo,
donde quizá un ángel caído es capaz de entrar.
Nocturna melancolía que guarda tu secreto,
me envuelve en su halo de fría nostalgia,
abre tus ojos y muéstrame la ceniza
del otoño en tu mirada.
La más triste de las lágrimas por mi rostro se derrama,
no me dejes esta noche,
haz que mi vida no muera hasta el alba.