NINÑO INDIGO ASEGURA A VER ESTADO VIVIENDO EN MARTES



Ya a la edad de 1 año y 5 meses podía leer los titulares de los periódicos y a los 2 pintaba como un alumno avanzado, pues podía diferenciar los colores y sus matices. 

Cuando fue al jardín infantil, sus cuidadoras quedaron atónitas por sus talentos y particular forma de pensar. 

El niño posee una memoria excepcional y una increíble capacidad de retener y asimilar nueva información. Sin embargo, sus padres pronto notaron que su hijo había estado adquiriendo información de una manera única, de alguna otra parte.

A los 7 años, el chico les narró a sus padres un relato cautivante. Les habló acerca de la civilización marciana, sobre ciudades megalíticas, sus naves espaciales y vuelos hacia los varios planetas incluyendo a la Tierra.

Boriska afirmó que era un piloto marciano que le tocaba ir seguido a nuestro mundo por asuntos relativos al comercio entre su nación y el desaparecido continente de Lemuria (que según la leyenda, estuvo en medio del Océano Pacífico). 

De ese territorio, él asegura conocer bastante, puesto que tenía grandes amigos allí. En cuanto a Marte, afirma que la altura promedio de su pueblo era de 7 metros. Sin embargo, al contrario de lo que se piensa, en ese planeta no habitó una sola raza, sino que había múltiples de ellas conviviendo.
 
Producto de lo mismo, cada pueblo tenía sus propias naves espaciales, sus propias tecnologías y maneras de pensar. Fue así que gran parte de la población que habitaba en dicho mundo pereció en una gran guerra nuclear que destruyó su atmósfera. 

Ahora, él asegura, que de todas formas quedaron sobrevivientes que permanecen hoy en día allí, pero en el subsuelo y respiran gas carbónico.

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