VEN, AMAME
Bésame que el tiempo nos atrape en su eternidad.
Mírame para perderme en la profundidad de tu alma.
Ámame para borrar mi principio y final.
Arrópame en tus alas de inmortal.
Regálame el rojo carmesí de tu sangre y tu noble corazón.
Sonríeme para olvidar el dolor que me marco con lágrimas de sal y hiel.
Que el tiempo vuele, mientras entre tus brazos me pierdo una y otra vez.
Enséñame a deletrear tu nombre mi amado inmortal...