La joven estudiante de Brasil, de veintiún años, Jessica de Lima Rohl, repitió en la vida real el destino de los protagonistas de la película de miedo Destino Final.
La chica escapó milagrosamente del incendio de la discoteca Kiss donde el 27 de enero murieron más de doscientas personas. Cuando Jessica se disponía a ir a la discoteca, su novio, Adriano Veber Stefanel, la llamó y la convenció para ir a otra fiesta.
Pero apenas una semana después, los dos jóvenes perdieron la vida cuando el coche en el que viajaban se estrelló contra un camión. Jessica murió en el acto a causa de los traumatismos y su pareja más tarde en el hospital.