
Jamás podré resistir ese preciso momento
en el que el corazón convulso clama,
es justo cuando se consume la flama
y resulta imposible suministrar el aliento.
Lo que sigue después es un millón de ideas,
en distintas direcciones transitan todas ellas
y por ahí se pierde solitaria la que fuera principal,
en un torrente sanguíneo meramente monumental.
No recomiendo para nada contemplar la escena,
lo mejor en este caso, es actuar rápidamente,
si la herida fue precisa, no habrá necesidad de cargar la pena
la cual pudiera limpiar el desorden silenciosamente.
La primera vez que esto pasó, creí que no lo soportaría,
una cosa es hacerlo inconsciente y otra, deliberadamente,
la verdad, nunca he querido hacerlo alevosamente
pero por alguna razón, me ha elegido este ángel de muerte.
Sigue todos mis pasos, hasta los que no he pensado,
a final de cuentas, es mi imagen la que será manchada,
es mi palabra, la que siempre será mal interpretada
¿Que más da, si sólo se trata de cercenar algunos cuerpos?
Destruir y aplastar como si sólo se tratase de sapos.
Suena tan sencillo, mas no lo es en absoluto,
mucho menos cuando recuerdas que tu sangre no es de reptil,
que en tu consciencia vagabundea el recuerdo febril
cuyo egocentrismo, hábilmente se mantiene oculto.
Y cuando la sangre ha llenado ya la garganta,
la respiración es paulatina con respecto al temor.
¿Cuantas veces he visto lágrimas rojas manando del amor,
enfermo, confuso y con la indiferencia que lo mata?
Por más que he intentado apartarme de estos menesteres
no logro encontrar el camino fuera de esta barbarie,
mis manos deben ya demasiadas almas a tantos seres
quienes han ido olvidando de que manera se sonríe.
En esos momentos quisiera no tener que hacerlo una sola vez más,
no puedo, es así o atentar contra mi mismo.
Tal vez la segunda le sea más favorable al egoísmo
pues se cuanto ha deseado verme envuelto en llamas.
Ahora ya sólo queda de forma paciente, esperar,
nuevas víctimas solas habrán de llegar.
El día que me atrapen y todo lo tenga que pagar,
hasta ese día podré tal vez de una vez por todas terminar.