Quien sabe porqué ellos se llaman a sí mismos
igual que nosotros:
Náufragos.
Buscando restos de lo que se ha perdido.
Arqueólogos visitando un templo roto,
lleno de sombras que tal vez eran nuestras.
¿Por qué negar la esencia sangrante?
¿Porqué lo provisorio?,
este vivir durando…
El oleaje no fue tan fuerte.
Náufragos,
Quien entiende porque
no soportamos el rumbo,
¿por qué aquí yacer?,
estar,
mirar fundarse la noche
sentir retirarse las aguas,
escurriéndose entre la arena y el cuerpo.
Esperar,
cansado.
Cerrar los párpados fuerte
por miedo a atrapar una estrella con sólo mirarla.
Luego y antes, arrimar el oído
para escuchar al mar en los caracoles muertos
porque ese es el sonido
que recordamos luego de nacer.
La melodía que tapamos al andar muertos
tratando de aferrarnos a esto.
Como una gaviota al ras de las olas
contra un viento constante.
Como una marea incansable
hacia la bahía final.
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