DONDE EL MAR SE QUIEBRA EN SAL
Cuando el mar se quiebre en sal
y la luna no se vista del blanco rosal,
sonará la copa de la muerte en mi hueso
y se enraizará un himno lúgubre en mi seso.
Cuando encienda las velas, con fuego sombrío, la sal;
y dé su aliento carroñero la bruna noche y sin rosal;
la frescura difunta de los cementerios saldrá
y, a mis ojos pálidos, con sus sueños lapidarios, cerrará.
Las mayúsculas - M U E R T E - levantarán su muralla.
Cráneos de ensesadas penas alzarán su velo… Habrá bulla…
Y amarrado ya el silencio, se abrirán ataúdes como el Mar Rojo;
y saldrá el cadáver a cantar a su bermejo antojo,
estos versos, donde el mar se quiebra en sal,
y la noche muerta y enlutada cae, sin la luz del rosal.