EL LLANTO DE TODOS



La ola que de tu ojo sale
me arrastra, me hunde, me ahoga.
Tu llanto inunda la colorida acuarela callejera,
salpica tu dolor a la noche muda,


hasta las figuras noctámbulas se oscurecen con tu suspiro vibrante,
nada puedo hacer para que en perlas tu boca se levante;
soy simplemente un observador, un desnudo testigo de tu desgracia,
desgracia que considero es de todos 
(no importa que en el norte o en el sur no lo sepan).
Columnas, pilares, nada puede encumbrar tu arco bucal caído,
Solo nos queda nadar en tu llanto,
en tu cosmopolita sustancia.

Sin comentarios