Más de setenta personas se han visto atrapadas en el hielo durante la Nochebuena en
un viaje en barco hacia la Antártida. El buque más cercano capaz de acudir a su
rescate está casi a 3.000 kilómetros de distancia de la zona.
El crucero ruso Akadémik Shokalski, con 74 personas a bordo: turistas, exploradores,
científicos y tripulación, navegaba hacia la Antártida tras zarpar de Nueva Zelanda con
fin de visitar la costa del remoto continente, cuando se quedó atrapado en el hielo. A
pesar de que la embarcación es un rompehielos, no se puede mover.
Durante la mañana de Navidad la Oficina de Emergencias Marítimas de Australia
(AMSA, por sus siglas en inglés) recibió una señal de socorro del barco, según el
portavoz de la institución. Para evacuar a los pasajeros y a la tripulación del Akadémik
Shokalski la AMSA envió tres rompehielos. Sin embargo, el primero no llegará a la zona
hasta dentro de dos días: el crucero se encuentra a una distancia de 2.700 kilómetros
de la costa australiana.
A pesar de la alejada situación del barco, las autoridades de la AMSA confían en que
las personas a bordo están seguras: "El crucero no está en peligro inminete", agregó
su portavoz.
Además, los pasajeros de la nave --un crucero ruso operado por la compañía
australiana Aurora Expeditions-- no parecen estar intimidados por la perspectiva de
pasar las vacaciones atascados en el hielo en medio de la nada. Así, el director de la
expedición, Chris Turney, escribió en Twitter el 25 de diciembre: ''Mucho hielo. Es
hermoso; ligero viento. Solo un grado bajo cero. Todo está bien. Feliz Navidad a todos
desde la AAE''.
El viaje fue iniciado, de hecho, con el objetivo de conmemorar al reconocido
explorador de la Antártida Douglas Mawson y su meta final era visitar el conjunto de
edificios situados en el Territorio Antártico Australiano llamado 'Mawson's Huts'.
"Estamos entre hielos, ¡como los exploradores de antaño! Todos estamos bien y la
moral está alta", aseguró Turney en otro tuit, en el que añadió imágenes desde el
barco.