La toxina botulínica es de tipo H e igual que los demás agentes causantes del
botulismo bloquea la liberación de la acetilcolina, el neurotransmisor que hace a
los músculos funcionar, y de este modo, causa parálisis mortal en sus víctimas. Sin
embargo, constituye una rama separada en el árbol genealógico botulínico. La
diferencia que tiene con sus análogos, aparte de ser extremadamente potente, es que
no tiene antídoto alguno.
Durante sus experimentos con la sustancia detectada, los especialistas del
Departamento de Salud Pública intentaron usar anticuerpos convencionales para los
agentes botulínicos en un grupo de ratones, pero descubrieron que muy pocos de
ellos interaccionaban con la sustancia y ninguno pudo proteger a los ratones.
Entonces, intentaron criar anticuerpos propios, en conejos. Estos anticuerpos sí
pudieron proteger a los ratones de la toxina hasta un cierto grado, pero las dosis
inyectadas debieron ser inadmisiblemente altas.
La falta del antídoto es la razón por la cual la secuencia ADN de la toxina está fuera de
las bases públicas de datos: es la primera vez, en la que una secuencia se clasifica
por razones de seguridad. Para publicar su estudio en ‘The Journal of Infectious Diseases’
, los especialistas del Departamento de Salud tuvieron que recibir la aprobación del
Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., del laboratorio de enfermedades
infecciosas del Ejército de EE. UU., del Centro de Control y Prevención de
Enfermedades y varias otras agencias gubernamentales.
Las autoridades permitieron la publicación, pero solo con datos generales, sin que se
mencionara la secuencia de genes. Publicar la secuencia sometería la sociedad a un
“riesgo inmediato e inusualmente grave”, sostiene David Relman, de la Universidad de
Stanford, en sus comentarios para el artículo.
"Satanael de Rigel: Un Ser Poderoso en la Tierra"
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Hola, soy Satanael, un ser de la estrella Rigel. Soy un ser poderoso y he
viajado a través de los confines del universo, pero ahora estoy encarcelado
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