Fiscal Moyano" Hay un problema de inseguridad en Mar del Plata y es innegable"
El funcionario, que investiga alguno de los asesinatos que conmovieron a la ciudad, habló del tema que más preocupa a los marplatenses.
El hallazgo volvió a estremecer a los marplatenses: ayer, al costado de un viejo camino a Miramar, fueron encontradas partes del cuerpo de una mujer. Los pedazos estaban mutilados y calcinados.
Anoche, al cierre de esta edición, los peritos buscaban datos que permitieran la identificación, mientras los investigadores querían establecer si el caso tiene relación con otros siete crímenes de mujeres ocurridos desde hace más de cuatro años en distintas zonas de la ciudad y que aún no fueron resueltos.
Minutos antes de las 10 de ayer, un chico de 12 años, alumno de la Escuela 44, le contó a la directora que había visto "un muerto sin cabeza". Cuando la Policía llegó al lugar sólo encontró el tronco y la cabeza del cadáver.
Casi al mismo tiempo, a unos kilómetros de allí —al costado de la ruta 88, camino a Necochea— un vecino denunció la aparición de una dentadura postiza y ropa con manchas de sangre.
Una alta fuente judicial confirmó a Clarín que, a partir de los resultados preliminares de la autopsia, se determinó que el cuerpo es de una mujer y que los dientes y la ropa eran de la misma persona.
Este nuevo caso, que vuelve a sacudir a la gente, se podría asociar con los crímenes de siete mujeres —sólo la primera víctima no trabajaba como prostituta—que, desde el 1° de julio de 1996, se produjeron en Mar del Plata.
En esas causas, que están a cargo de una comisión especial que encabeza el fiscal Carlos Pelliza —ayer visitó el lugar donde apareció el cuerpo—, los interrogantes son cada vez mayores: aunque no todos los investigadores lo manifiestan, existen indicios de que todos fueron cometidos por un mismo asesino.
Según los especialistas que estudian los casos de asesinos seriales, se trataría de un psicópata que las prostitutas que trabajan cerca de la playa La Perla —la "zona roja" de Mar del Plata— identifican con un apodo siniestro: "El loco de la ruta".
Algunas de las víctimas del supuesto asesino serial también fueron mutiladas y los cuerpos fueron encontrados al costado de caminos vecinales, cercanos a la zona donde se produjo el hallazgo de ayer. La única diferencia con los casos anteriores es que ahora el asesino calcinó el cadáver.
Según una fuente de la Policía, se comprobó que el cuerpo había sido tirado allí unas pocas horas antes del hallazgo.
"Las manchas de sangre eran recientes", dijo la fuente. La Policía secuestró algunos elementos que aparecieron cerca del cuerpo, los que servirían para conocer de qué modo fue llevado hasta ese lugar. En la tarde de ayer, ese sector fue cercado y se buscaban materiales que pudieran ayudar a resolver este nuevo crimen.
Ante el nuevo caso, el fiscal Aldo Carnevale dijo que aún "es prematuro" relacionar el caso con los crímenes de las prostitutas. Pero igual no pudo evitar que la gente asociara el nuevo caso con los anteriores asesinatos,aún impunes.
La incertidumbre con que los marplatenses siguen los casos de las prostitutas (además de las asesinadas hay otras ocho desaparecidas), se profundizó en las últimas semanas, después que dos chicas de 16 años fueron halladas estranguladas en las afueras de la ciudad.
Poco antes de ser encontradas tiradas boca abajo en la zona de Parque Camet, ambas habían mantenido relaciones sexuales, según los resultados de las autopsias. En esos casos la Policía detuvo pocos días después a un hombre de 36 años, pero no hay certezas de que haya tenido vinculación con esos asesinatos.
Los investigadores trabajaban anoche con distintos pedidos de averiguación de paradero y denuncias por desaparición de personas realizadas en los últimos días en distintas comisarías de la ciudad. Pero al cierre de esta edición nadie había hecho ninguna presentación ni reclamo por el cuerpo hallado.
Mariano Moyano tiene 45 y lleva casi diez años como fiscal de instrucción. Recibió a LA CAPITAL y se evacuaron muchas de las dudas que tienen los marplatenses.
Este fue el diálogo completo con el fiscal:
En cualquier encuesta, consulta o muestreo que se realice en Mar del Plata sobre los principales problemas de la sociedad, resalta con gran diferencia sobre el resto la inseguridad. Se trata ya de una realidad innegable...
-En estos últimos años la inseguridad pasó a ser una problemática ya instalada en Mar del Plata, que veo que no se le ha encontrado una respuesta adecuada y a su vez, no solamente los hechos de robos han aumentado sino que ahora son más violentos, algo que agrava la situación. Hechos que hace 10 ó 15 años no se cometían, ahora son frecuentes, ingresos a domicilios en los que de inmediato hay disparos de armas de fuego, haya o no resistencia de las víctimas. En definitiva yo a la situación la veo más compleja, más complicada, y es un asunto que está lamentablemente instalado en la ciudad.
-¿Desde su rol de fiscal cómo se analiza esta situación y en dónde se encuentran las razones?
-Mar del Plata creció mucho en toda la periferia, en los barrios el crecimiento poblacional ha sido importante. Creo que es prematuro decir sobre las razones, porque primero faltaría un estudio para precisamente hacer un diagnóstico y tratar de ver soluciones en el corto, en el mediano y en el largo plazo. Creo que falta ese estudio, cuánta desocupación hay, qué grupo etario incluye, qué hace la juventud. La realidad es que hay sectores de la ciudad donde es muy precaria la urbanización en los servicios, la salud pública, la mortalidad infantil. Primero se necesita un diagnóstico para empezar a entender cómo es Mar del Plata hoy en día y en esa primera referencia, que se puede lograr por convenios con la Universidad por ejemplo, analizar la cuestión de la inseguridad. Qué zonas de la ciudad son más conflictivas, etcétera.
-Por lo pronto, sin grandes estudios, se puede notar que faltan recursos...
-Sí, pero igual ahí falta el diagnóstico. ¿Los recursos que hay son suficientes? Lo que a mí me indica la experiencia, el trato con la gente… es que los recursos con los que hoy se cuenta en Mar del Plata no alcanzan. Es insuficiente. No estoy haciendo un juicio de valor sobre el trabajo policial, solo digo que me parece que los recursos no son suficientes para lo que es la ciudad de Mar del Plata hoy y su problemática de inseguridad.
-Las soluciones llegarán en el largo plazo y con planificación, está claro. Pero en el corto plazo ¿qué es lo que debe hacerse?
-Lo que hace falta en Mar del Plata para lo inmediato son más operativos de control, fluidos, constantes, en distintos puntos de la ciudad. Y tiene que ser una acción mancomunada. Policía, justicia, municipio. Controles vehículares, de transporte público de personas a pie, en motocicleta… Creo yo que si se hace de forma constante va a tener como consecuencia inmediata la interceptación de personas con armas de fuego, que es el gran problema que tiene Mar del Plata. Si se produce un robo y un homicidio con arma de fuego indica que esa persona estuvo circulando por la ciudad, llevando un arma, afectando la seguridad pública, luego escapa y nunca fue interceptada.
Cuando yo hago un relevamiento vecinal después de un hecho me entero que los delincuentes escaparon en motocicleta. ¿Cómo puede entenderse que los delincuentes anden en motocicleta por la calle con total libertad? Porque primero no llevan casco, segundo la moto tiene pedido de secuestro, tercero no tiene seguro ni papeles...
-Entonces aparece la responsabilidad del municipio en el problema del delito.
-El área municipal es otro tema que no se toca o si se toca hiere susceptibilidades. Yo creo que de 15 años a esta parte ha habido un cambio de paradigma importante en aquello de lo que debe encargarse o no un municipio. Está todavía internalizado eso de que la municipalidad tiene que encargarse solo de lo administrativo, de la obra pública, transporte, etcétera. Hoy por hoy la realidad impuso que el municipio debe atender también la seguridad. El vecino reclama a la policía, a la justicia y al poder ejecutivo municipal. Y creo que lo que el municipio está haciendo por la seguridad es insuficiente.
-Pero entonces hay que invertir más, sacar fondos de algún lado. La pregunta es cómo financiar semejante gasto nuevo.
-Ese es el gran tema, con qué fondo lo hacemos. Pero antes de todo eso hay que hacer aquellos diagnósticos de los que hablaba antes y aplicar soluciones, pero no coyunturales, de momento, como ya ha ocurrido. Porque yo noto que todo se hace a partir de hechos graves y para satisfacer lo urgente por poco tiempo. Coyuntura y nada màs.
-Ese parece se una acto que muchas veces raya con lo demagógico. Desde la Policía, desde la política y también muchas veces desde la Justicia.
-Bueno recuerdo cuando fue asesinado el taxista Javier Sampino la presión social hizo que colocaran a Gendarmería en la calle. ¿Pero qué pasó? No trabajó de manera coordinada con la policía, estuvo el personal de Gendarmería destinado a lugares donde no se los necesitaba, no hacían mucho. Estaban caminando por Güemes... Yo como fiscal no recuerdo un proceso que se haya iniciado por Gendarmería. Pero ni uno solo. Eso se hizo realmente mal. Las soluciones son espasmódicas, sobre la coyuntura.
La puerta giratoria
-La gente se queja mucho de las excarcelaciones. De que haya delincuentes con procesos o condenas en cumplimiento caminando la calle y cometiendo delitos. Que entran y salen como en una puerta giratoria...
-Son varias situaciones que se combinan. Yo hablo desde mi fiscalía o desde las seis fiscalías de instrucción que entendemos en los delitos más graves. Es muy difícil que en los casos en los que intervenimos haya excarcelaciones en el proceso. Pero la otra pregunta es cuánto dura el proceso. Hay cuatro meses para hacer la IPP y elevar a juicio, puede haber apelaciones también. En ese interín el imputado puede pedir una morigeración de la prisión preventiva y es cuando se empieza a verse esto de los arrestos domiciliarios. Entonces la gente dice que entran por una puerta y salen por la otra. La detención la cumple en la casa, en realidad. La cuestión fundamental es con qué recursos cuenta el Estado para controlar esa prisión domiciliaria.
-¿El problema de la inseguridad en Mar del Plata es de inversión o de presencia? Porque ahora se pide también que los fiscales estén descentralizados para estar más presentes en los barrios...
-Sí se está hablando de la conveniencia de la descentralización de las fiscalías. Que hay un problema de inseguridad es innegable, pero el fiscal no está para la prevención. Recién los fiscales intervenimos con el hecho consumado y no tenemos competencia para decir que pongan más patrulleros acá, más personal allá. Tal vez a mediano plazo pueda hacerse, pero no es lo más urgente. En Tigre, por ejemplo, donde la población es la mitad de Mar del Plata se crearon fiscalías descentralizadas. Pero antes el municipio creó comisarías descentralizadas, puestos fijos de control descentralizados. Acá el municipio tiene que entender que lo más urgente no es una fiscalía descentralizada si no una comisaría descentralizada, con personal municipal, con estructura para intervenir. Porque no es cuestión de crear una comisaría nueva y no proveerla de recursos.
-En Mar de Plata la intervención del municipio en temas de inseguridad parece estar comenzando, por ejemplo con las cámaras de seguridad, ¿no?
-Las cámaras de seguridad yo no digo que sean la panacea pero son eficaces para disuadir. Mar del Plata comenzó con 60 y hoy creo que tiene 120. Seguimos con el ejemplo de Tigre: con una población que es la mitad, tiene 650 cámaras de seguridad. Tienen 300 personas afectadas a ver las imágenes. Hay inversión en seguridad desde el municipio. Acá el Centro de Monitoreo hay que repensarlo, con coordinación en todas las emergencias como el 107, el personal de Tránsito, Defensa Civil, Seguridad. Yo creo que con un buen sistema de cámaras se aporta algo positivo, pero hay que sumarle comisarías descentralizadas, personal, controles integrales.
-Todo regresa entonces al conflicto de los recursos. No parece una tarea sencilla conseguirlos...
-Ya estamos de acuerdo que la inseguridad en Mar del Plata es un problema. Que se necesitan soluciones en el corto, mediano y largo plazo. Pero se necesitan recursos. Entonces, ¿es posible que los vecinos nos pongamos de acuerdo en que una parte de las tasas municipales se destinen a la seguridad? ¿o es posible crear una nueva tasa? Creo que es un tema que estaría bien debatirlo.
-¿Para usted la inseguridad es una prioridad a tratar?
-Es un problema, sin dudas. De manera directa o indirecta hoy en Mar del Plata no hay un solo vecino que no haya sido afectado por la inseguridad.
La violencia
en el delito
-Cuando yo ingresé a las fiscalías en 1998 no existían hechos en los que las víctimas fueran personas mayores de edad. Era algo mal visto. Lamentablemente ahora es algo instalado. Noto que se incrementó la cantidad y la violencia sobre las personas.
-La policía muchas veces quiere ocultar la inseguridad o tergiversar los hechos. Usted se enojó mucho tras el asesinato en enero de Martín Piva. Las primeras informaciones surgidas de la policía querían atenuar el caso para no hacerlo pasar como otro hecho de inseguridad. ¿Qué piensa?
-Hasta tanto no se asuma el problema que hay de la inseguridad, no se haga ese diagnóstico, no sirve que uno venga a contar que está todo bien. Porque si digo eso y está todo mal, o hay falencias... es mayor el problema. Esto no debe herir susceptibilidades. Si yo digo que el fiscal no está para la prevención si no para investigar bien, nadie debe ofenderse. Si digo que el municipio tiene que hacerse cargo de la inseguridad, nadie debe ofenderse. Y si digo que la policía tiene falencias en cuanto a sus recursos, nadie debe ofenderse.
-Pero se ofenden muchas veces y la fuerza policial suele mantener ese perfil ocultista.
-La policía debe decirlo sin temor. Si hay un hecho de inseguridad debe trascender porque hace al diagnóstico para poder encontrar soluciones. Hay que asumirlo y ver cómo se mejora. Recuerdo que el policía Ursini dio lo más importante por cumplir su rol de policía: dio su vida por una vecina asaltada. Sentí un gran compromiso en esa causa. Tengo bien en claro que hay un policía así, como Ursini. Pero también tengo claro lo otro y un acto de corrupción es de lo más grave. Con eso no se puede ser flexible y la policía sabe lo que pienso de la institución.