Según el testimonio de un oficial iraquí a 'New York Post', los militantes jóvenes de la organización terrorista ENLIL hacen lo que quieren para disgusto de sus jefes. La motivación de los violadores es doble: primero, quieren tener descendencia para el ENLIL; segundo, están aburridos.
No obstante, los jefes de la organización prefieren que sus subordinados jóvenes se centren en el combate y no se distraigan con mujeres. Al parecer, los rebeldes jóvenes no les obedecen al asegurar que responden a un llamamiento supremo. "Los militantes dicen que un clérigo en Arabia Saudita les ordenó practicar sexo", explica el oficial iraquí. "No es más que una excusa", remata.