En estos tres mapas (sacados directamente de la web del CDC estadounidense) se puede observar gráficamente la progresión geográfica de las zonas afectadas por la epidemia de Ébola en los últimos meses.
Y esto sin contar los casos de Nigeria y los más recientes de la República Democrática del Congo.
Comunicado de Medicos Sin Fronteras sobre la epidemia
La epidemia se encuentra en diferentes etapas en los tres países. Mientras que en Sierra Leona y Liberia el brote está fuera de control, en Guinea se ha estabilizado en cierta medida.
En general, estamos viendo un escenario totalmente diferente al que habíamos asistido en el pasado. Es una epidemia abierta que alcanza zonas urbanas y no solo unas pocas aldeas remotas como en brotes anteriores. Esto va más allá del ébola, el brote está destruyendo el sistema de salud en zonas enteras en Liberia y Sierra Leona. Es como una zona de guerra en la que el frente se mueve constantemente sin poder predecir hacia dónde va. Necesitamos desesperadamente nuevas estrategias adaptadas a esta realidad y un despliegue urgente de recursos porque la capacidad para frenar la epidemia será directamente proporcional a los recursos que se pongan sobre el terreno.
Profesionales sanitarios se han infectado y parte del personal sanitario ha huido a causa del miedo. En algunas zonas, las personas están llamando a nuestras puertas dada su desesperada necesidad de atención de la salud. Sin la asistencia sanitaria básica, es probable que veamos las muertes por enfermedades comunes como malaria y diarrea. En Monrovia hemos visto a mujeres acudir a nuestros equipos en busca de ayuda para dar a luz porque la mayoría de los centros de salud y los hospitales de Monrovia están cerrados. Seis de ellas requerían atención obstétrica y perdieron a sus bebés.
Mientras tanto, nuestros equipos en los centros médicos de ébola en Sierra Leona y Liberia están al límite y no dan abasto.
En Kailahun, en Sierra Leona, hoy ya hay una necesidad urgente de realizar seguimiento a más de 2.000 personas que han estado en contacto con pacientes con ébola. Todas y cada una de estas personas necesitan un seguimiento, pero solo hemos podido realizar seguimiento de unas 200. Oímos hablar de fallecimientos en las propias comunidades, pero no tenemos capacidad de verificarlos.
En Foya, Liberia, hace unos días teníamos 137 pacientes sospechosos de padecer ébola en un centro con 40 camas. No solo el equipo médico está abrumado, el laboratorio también acumula un gran número de análisis de muestras de casos sospechosos.
El escritor y periodista español J.J. Benítez no tiene reparos en hablar en “voz alta” y decir, entre otras cosas, que no cree que exista la democracia, que el ébola es parte de la guerra biológica y que los israelíes replican el holocausto con los palestinos con su ofensiva militar contra Gaza.
En una entrevista con Efe, el autor de la conocida saga literaria “Caballo de Troya”, que participa la X Feria Internacional del Libro (FIL) de Panamá, habló además de su narrativa, del mundo digital y la muerte, tema de su más reciente libro, “Estoy bien”.
“¿Pero usted cree en la democracia?”, pregunta Benítez, autor de más de medio centenar de libros, a modo de respuesta cuando se le plantea si la llamada revolución digital ha democratizado el acceso a la cultura y el conocimiento, para enseguida apuntar que “en los cielos no hay democracia” y “por algo será”.
“¿En qué lugar del mundo hay democracia?, dígame un solo país. La democracia es un bello sueño al que tiene derecho el ser humano, pero que no existe”, afirmó.
El autor español remarcó que “todos los medios de comunicación del mundo están inclinados hacia determinados sectores por las razones que sea, políticas, económicas”.
En ese sentido, dijo que es “muy probable”, aunque “no lo pueda demostrar nadie”, que exista un grupo de personas poderosas que deciden sobre todo en el planeta, como las guerras, “que se organizan con 20 años de antelación”.
Puso como ejemplo las epidemias de la gripe aviar, del ébola ahora, de las vacas locas y el sida, que “siempre han tenido un origen militar de guerra biológica”.
“Apuesto lo que quiera a que algún día, dentro de 50 años, claro, ó 100, se demostrará que el ébola lo lanzaron los militares norteamericanos sobre África, igual que el sida y (la intoxicación alimentaria por) el aceite de colza en Madrid (España), entre otros”, indicó.
En cuanto a la campaña militar de Israel en Gaza, Juanjo, como le conocen sus amigos, no vaciló en afirmar que es “una vergüenza”.
“Lo que está pasando es vergonzoso, me río de las conmemoraciones que están haciendo del holocausto (judío) porque ellos están repitiendo el holocausto, y no me importa decirlo porque tengo la edad suficiente como para poder pensar en voz alta”, afirmó.
“Tú no puedes utilizar la fuerza, y qué fuerza -añadió- para machacar a unos señores que, sí, que están lanzando cohetes, y que nadie está elogiando el papel de Hamas, que son tan culpables como los judíos, pero los judíos son mucho más porque tienen el poder”.
Esta es la “cruda realidad” y en este conflicto, que tiene visos de “nunca acabar”, lo más terrible sería una solución nuclear, apuntó.
Por otro lado, confesó que no usa ordenador aunque sí el celular, solo para recibir y hacer llamadas, y que todavía tiene a mano una vieja cámara fotográfica con el problema, dijo, de que no encuentra dónde poder revelar los rollos.
Mostró, además, su preocupación por la “creciente adicción” entre los jóvenes a los teléfonos móviles y criticó a los que prefieren hablar por celular en vez de socializar y tratar con las personas directamente.
En relación con su narrativa, dijo que se centra en su capacidad de síntesis y rigor, pero que no puede atinar a decir si la clave del éxito de sus libros está en el tema o en la forma de contarlo con un lenguaje periodístico “limpio, directo y sin rodeos”.
“No me preocupa el éxito, porque lo único que intento es hacerlo bien, que se vende mucho, pues, estupendo, porque eso me permite sobrevivir y me permite seguir viajando” por todo el mundo, destacó.
En su más reciente libro “Estoy bien”, Benítez cuenta con el testimonio de 127 personas que aseguran haber tenido contacto con familiares fallecidos, con el objetivo, dijo, de que las personas “le pierdan el miedo a la muerte”.
“Es lo que pretende el libro, que la gente que no supera la muerte de personas conocidas, piensen que aquí no se termina esto, que esto (la vida) es un paréntesis breve que alguien ha diseñado de una manera que no comprendemos”.
Informa: http://laeradeaquario.blogspot.com.es
Descubridor del ébola avisa que la epidemia puede 'desbocarse'
La actual epidemia del virus del Ébola se declaró a principios de este año en Guinea Conakry, antes de extenderse a Liberia y luego a Sierra Leona. También se ha constatado un brote en la República Democrática del Congo.
De acuerdo con el último recuento de la OMS, el brote ha infectado ya a 1.323 personas, de las cuales 729 han muerto.
El científico belga Peter Piot, integrante del equipo que descubrió el virus del Ébola, se ha mostrado alarmado por la evolución de la epidemia, ya que se dan las circunstancias para que "se desboque" y pidió poner los medicamentos experimentales al servicio de los países afectados.
"Nunca habíamos conocido una epidemia de tal importancia" dijo Piot en una entrevista publicada hoy por el diario francés "Libération", en la que precisó que los brotes anteriores "eran focos muy localizados, durante algunas semanas, con un centenar de casos".
El investigador, actual director de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, subrayó que ahora estamos ante "la tormenta perfecta" ya que existen factores, como el entorno, que favorecen que el virus siga expandiéndose.
"La epidemia se ha disparado en países donde los servicios sanitarios no funcionan, en zonas arrasadas por las guerras. Además, la población desconfía de las autoridades y no hay confianza en los sistemas sanitarios", añadió Piot.
CRÍTICAS A LA OMS
El científico también tuvo palabras duras para la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que culpa de haber actuado demasiado tarde: "la respuesta por parte de las autoridades ha sido extremadamente lenta".
Y agregó que "la alerta se dio en marzo y, pese a las demandas de Médicos sin Fronteras, la OMS no despertó hasta julio asumiendo el liderazgo cuando ya era tarde".