Silenciados durante décadas, las
dificultades energéticas que sufre el planeta en el siglo XXI está
reavivando el interés, entre la propia comunidad científica, por los
científicos heterodoxos.
Durante
su juventud se dedicó tanto al estudio que su familia temió por su
salud. Su padre advirtió que la ingeniería, disciplina que requiere años
de intensos estudios, y a la cual aspiraba Nikola, podía comprometer su
bienestar físico y mental. Intentó convencerlo, entonces, de que tomara
los hábitos religiosos. A lo largo de su carrera Tesla padeció diversas
enfermedades generadas por su extremada dedicación al trabajo. A pesar
de su debilidad física y de haber contraído malaria, Nikola completó
exitosamente la carrera de ingeniero. Fue durante este período que Tesla
decidió dedicar su vida a la experimentación eléctrica. Al retornar a
su hogar, sus padres le manifestaron su preocupación, ya que su salud
aún era débil, e insistieron nuevamente para que siguiera una carrera
religiosa. Enseguida, Nikola recibió otros contratiempos al contraer
cólera y recibir la llamada a filas del ejército de su país. Tesla se
desanimó hasta el punto de estar al borde de la muerte. Sabía que de
sobrevivir al cólera, debía entrar en el ejército y luego continuar una
carrera religiosa. Se desesperanzó y en su lecho de enfermo estaba todo
el tiempo malhumorado. Al percibir su estado, su padre se arrepintió y
le dio permiso para que siguiera la carrera de ingeniería eléctrica.
El
viento solar también contribuye al flujo de partículas que llegan a la
Tierra. Cada segundo, el Sol emite un promedio de 300 mil toneladas de
materia en forma de gas ionizado que sopla como un viento en una región
que cubre todo el sistema solar. En cercanías de la Tierra el viento
solar consiste de un flujo de 100 millones de protones y electrones por
centímetro cuadrado cada segundo. La existencia del viento solar fue
predicha en 1958 por las teorías del físico Eugene Parker de la
Universidad de Chicago y fue directamente observado en 1961 por los
detectores de la sonda espacial Explorer 10. Las partículas de mayor
energía en los rayos cósmicos se originan en otras galaxias. Además de
las supernovas, en una galaxia existen otras fuentes de partículas
energéticas, tales como los agujeros negros, las estrellas pulsares y
los núcleos galácticos activos. Los rayos cósmicos primarios que golpean
las capas más externas de la atmósfera, sufren colisiones con los
núcleos que allí se encuentran.
Tesla
estaba fascinado por la energía radiante y sus posibilidades como
energía libre. El llamó alradiómetro de Crooke un bellísimo invento. El
radiómetro de Crookes o molinillo de luz (light-mill) es un dispositivo
inventado en 1873 por el químico Sir William Crookes. Consiste en cuatro
brazos que sostienen cada uno un álabe o placa en sus extremos,
pintados de blanco de un lado y de negro del otro. Los cuatro brazos que
soportan las placas están suspendidos en una aguja y sostenidos por un
eje de vidrio para disminuir en lo posible la fricción. Este molinito se
encuentra dentro de una esfera de vidrio sellada y en la que se ha
realizado un vacío no total. Los álabes rotan al ser expuestos a luz,
siendo más rápido el giro cuanto más intensa es la luz incidente. Eso
proporciona una medida cuantitativa de la intensidad de la radiación
electromagnética. La explicación de la rotación de este dispositivo ha
sido históricamente el motivo de mucha controversia científica. Crookes
tuvo la idea a raíz de algunas investigaciones químicas que realizaba.
En el curso de experimentos químicos que exigían medidas cuantitativas
muy precisas, se hallaba pesando muestras en una cámara a vacío parcial,
con el objeto de reducir el efecto de las corrientes de aire. De
pronto, notó que el valor de las pesadas era perturbado cuando sobre la
balanza incidía luz solar. Investigando ese efecto, creó el dispositivo
que lleva su nombre. Todavía se fabrican y venden radiómetros de Crookes
con propósitos recreativos o didácticos.
Se
piensa que, debido a los tratos de Moray con el A.E.R., parte de su
importante trabajo fue obtenido clandestinamente por la Unión Soviética.
Bearden especula que el trabajo de Moray inspiró a los soviéticos para
desarrollar los llamados amplificadores del hiperespacio, que fueron más
tarde usados en su armamento psicotrónico. La psicotrónica es el
término bajo el que se agrupan algunas de las técnicas utilizadas en la
parapsicología para interpretar algunos fenómenos paranormales de
acuerdo con las teorías del bioelectromagnetismo. Se basa en la
utilización de un tipo de energía que se produce supuestamente por la
interacción de energías psíquicas y atómicas. Las primeras provenientes
del psiquismo de los seres vivos y las segundas del bioplasma o campo
estructurado de las formas. En la actualidad el término es usado
principalmente por grupos teosóficos y practicantes de ciencias ocultas y
esoterismo. Moray se alarmó mucho por las continuas tentativas de sus
contactos en el A.E.R. por poner el dispositivo en manos de los
soviéticos y concluyó que se había involucrado con un grupo
gubernamental lleno de radicales y reaccionarios. Como Tesla, Moray
llegó a estar preocupado de que hubiese un plan para robarle su
dispositivo.
La
gran desventaja de aquellos automóviles, antes y aun hoy, era su poca
autonomía y la necesidad de recargar las baterías cada noche. Todos esos
vehículos eléctricos usaban una serie de baterías y un motor de
corriente directa. Las baterías requerían una constante recarga y la
autonomía de viaje estaba restringido hasta unas 100 millas (muy
parecido a las limitaciones actuales). Muchas empresas que actuaban en
entorno urbanos comenzaron a comprar vehículos de reparto que eran
accionadas eléctricamente. Eran silenciosos y no emitían contaminantes.
Eran casi el automóvil perfecto. El mantenimiento era mínimo en
vehículos accionados eléctricamente. Y había pocos mecánicos y talleres
en funcionamiento a principios de los 1900s. Así pues, el entorno urbano
parecía apostar por el automóvil eléctrico. Pero sucedieron dos hechos
que bajaron la popularidad del automóvil eléctrico. Uno era el anhelo
subconsciente por la mayor velocidad, que afectó a la mayoría de
entusiastas del automóvil de aquella era. Los vehículos eléctricos no
podían alcanzar velocidades superiores a los 45 o 50 millas por hora, ya
que esto hubiera descargado las baterías rápidamente. Solo las
velocidades de 25 a 35 millas por hora podían ser mantenidas
regularmente.
La
última fuente para un automóvil exitoso, eléctricamente accionado,
sería tener un motor eléctrico que no requiriera una fuente externa de
energía. Suena imposible, porque viola todos los pensamientos
científicos actuales. No obstante, ha sido inventado, y al Sr. H.R,
Johnson se le ha extendido una patente de tal dispositivo el 24 de abril
de 1979. Este nuevo diseño, aunque originalmente sugerido por Tesla en
1905, es un motor de imanes permanentes. El Sr. Johnson ha ajustado una
serie de imanes permanentes en el rotor y otra serie, con espaciamiento
variable, en el estator. Uno simplemente tiene que mover el estator a
su posición y la rotación del rotor comienza de inmediato. La patente de
Johnson dice: “La invención es dirigida al método de utilizar los giros
impares de los electrones en ferro-magnética y otros materiales, como
fuente de campos magnéticos para producir energía sin que ocurra ningún
flujo de electrones en conductores normales y a motores de imanes
permanentes para utilización de este método para producir una fuente de
energía“.
La existencia del éter y de la energía “punto cero”, antigravitatoria o
el orgón sitúa el debate científico actual a un paso del espiritual.
Aunque en las diferentes tradiciones espirituales siempre se ha creído
en la existencia de esta energía ilimitada, Nikola Tesla fue el primer
científico moderno que formuló una teoría sobre ella; a finales del
siglo XIX la llamó “energía cósmica”.
Y no se quedó ahí; incluso la llevó a la práctica. En 1931, el
convertidor de energía de Nicola Tesla puso en funcionamiento un lujoso
coche, marca Arrow, llevándolo hasta alcanzar los 128 km/hora. Con
matices muy sutiles, la energía cósmica de Tesla ha sido rebautizada
posteriormente como “energía taquiónica”.
Durante el siglo XX, la física cuántica volvió a emparentar a la ciencia
con la alquimia. A la luz de experimentos hoy asumidos por la ciencia
oficial, muchos conceptos se están redefiniendo, y otros, parecen
difusos, por lo que nos movemos por terrenos movedizos.
¿Se imaginan lo que sería nuestro mundo si pudiésemos tener energía
libre? SegúnNikola Tesla “La potencia eléctrica está presente por todas
partes de forma ilimitada y puede hacer funcionar toda la maquinaria
del mundo sin necesidad de carbón, petróleo, gas ni ningún otro
combustible”.Albert Einstein nos dice: “La mayoría de las ideas
fundamentales de la ciencia son esencialmente sencillas y por regla
general pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos”.
YArthur C. Clarke añade: “Cualquier tecnología suficientemente avanzada
es indistinguible de la magia”. Ciencia y magia se confunden. La
ciencia ha creado complejas formulas matemáticas, vocabularios oscuros y
cajas negras para apartar al pueblo del poder de la tecnología.
La energía taquiónica alberga similitudes con el “orgón” de Wilheim
Reich. Ambas tienen connotaciones místicas, aunque el orgón está más
relacionada con la vibración. El orgón oenergía orgónica es una idea
propuesta y promovida en la década de 1930 por el psicoanalista Wilhelm
Reich (1897-1957), que creó originalmente ese término para describir una
fuerza vital universal. La idea fue rápidamente desacreditada y
descartada, y el consenso actual de la comunidad científica es que la
teoría orgónica es un ejemplo de pseudociencia. Reich, originalmente
parte del círculo de Sigmund Freud en Viena, creía que el concepto de
libido de Freud tenía en realidad una base biológica, y desarrolló una
práctica terapéutica ostensiblemente diseñada para liberar esta energía
corporal, debido a que -de acuerdo a Freud- la salud mental dependía de
un flujo libidinal sin inhibiciones. Esta teoría biofísica eventualmente
culminó en el desarrollo del concepto de orgón (palabra derivada de la
misma raíz que “organism” y “orgasmo”), que según Reich era una
substancia sin masa y omnipresente, similar al éter, pero fuertemente
asociada con la energía vital en lugar de la materia inerte.
La orgonita es una sustancia compuesta por briznas de metal, cuarzo y
resina de poliéster en proporciones aproximadamente iguales, que
ordenaría y potenciaría esa energía según las tesis de Reich. El invento
de la orgonita se atribuye al doctor Wilhelm Reich, quien habría
descubierto una energía vital (conceptualmente similar al prana, qi,
kundalini, etc. de diversas religiones y filosofías místicas orientales)
presente en todas partes, pero que puede ser básicamente positiva o
negativa, teniendo según esta polaridad efectos buenos o malos sobre los
organismos vivos.
Según su teoría, la orgonita “ordena” esa energía provocando
consecuencias positivas en el entorno más inmediato. Existen diversos
tipos de comunidades alrededor de este tema, algunas pertenecen a
creencias minoritarias que emplean la orgonita como herramienta, otras
buscan negocio con la venta de dispositivos de orgón, pero ninguna ha
demostrado científicamente ninguna de las utilidades que le atribuyen a
la orgonita. La orgonita y sus supuestos beneficios entrarían pues en el
campo de la pseudociencia, ya que no existen estudios científicos
fiables que lo puedan convertir en un campo científico comprobable, y
experimentado según el método científico.
El heterodoxo psicoanalista alemán, otro de los innombrables de la
ciencia oficial, conoció en vida las mismas calamidades que otros
heterodoxos como Tesla o Schumann. Su trabajo fue censurado por un
organismo tan ajeno a las cuestiones científicas como el FBI. En
esencia, los defensores de la energía “punto cero” argumentan,
apoyándose en los fundamentos de la física cuántica, que “el espacio no
es vacío, sino que está sumergido en un campo magnético muy concentrado,
compuesto de partículas que se mueven más rápidamente que la luz y que
constituyen una fuente de energía libre, situada fuera del campo
electromagnético, independiente de la luz y el sol”. La ciencia oficial,
por su parte, replica que, tanto en el interior del átomo como del
cosmos, donde no hay materia (partículas, planetas o soles) existe
vacío, es decir, no hay nada, incluido energía. Sin embargo, los
experimentos con aceleradores de partículas y el descubrimiento de la
antimateria han tendido un puente entre ambas posturas, que el Zen ya
anticipó al sostener que “la naturaleza última es vacío” y “el todo está
contenido en la nada”. Todo ello desemboca en varias preguntas
filosóficas que hoy día dividen a los propios científicos: ¿el vacío es
ausencia de materia pero también de energía?
En 1915 Reuters informó que Nikola Tesla y Thomas Edison compartirían el
Premio Nobel de Física de aquel año. Numerosos medios informativos de
todo el mundo publicaron esta noticia como verdadera. Sin embargo, la
distinción jamás fue recibida por ninguno de estos dos científicos.
Nadie conoce la verdadera historia, pero muchos creen que Nikola Tesla
se negó a aceptar el premio. Su trabajo fue aprovechado por otros para
generar fortunas; pero él vivió los últimos años de su vida en extrema
pobreza y murió sin reconocimiento alguno. Si es verdad que Tesla
rechazó el Premio Nobel, este hecho se debió seguramente a una cuestión
de principios. Desde la perspectiva de Tesla, Edison era un simple
inventor que desarrolló varios dispositivos científicos muy útiles. El
se consideraba a sí mismo un descubridor de nuevos principios
científicos, y sólo incidentalmente, un inventor. Según Tesla, un
descubridor sobrepasaba en importancia a un inventor. Otros creen que
fue Edison el que rechazó el premio. Quizás era un modo de manifestar su
enojo por la renuncia de Tesla a la Compañía Edison y su ingreso a
Westinghouse, la empresa competidora.
¿Quién era este genio tan admirado durante el siglo XIX? Nikola Tesla
nació en 1856 en el seno de una familia serbia que vivía en una ciudad
croata del sur del Imperio Austro-Húngaro. Su padre abandonó la carrera
militar para convertirse en sacerdote de la Iglesia Ortodoxa Serbia. Si
bien su madre no recibió educación formal alguna, era brillante y tenía
una memoria excepcional. Tesla siempre decía que su madre era la fuente
de sus capacidades intelectuales. Su materia favorita en la escuela eran
las matemáticas. Si le daban a resolver un problema, no necesitaba de
una pizarra o una hoja de papel. Tesla tenía la extraordinaria capacidad
de registrar en su mente todos los pasos necesarios para solucionar el
problema, como si él mismo lo hubiese inventado. Esta habilidad para
resolver problemas matemáticos y visualizar diseños de ingeniería le fue
de gran utilidad en distintas etapas de su vida. Nikola tenía una
memoria prodigiosa y era un ávido lector. También aprendió varios
idiomas. Esto le permitió acceder a textos escritos en diversas lenguas.
Desde su más temprana edad, Tesla armaba complejos dispositivos
mecánicos con cualquier material que tuviera disponible.
Mientras estaba en la Universidad, Tesla pensó que podría ser posible
operar un motor eléctrico sin chispas. Pero el profesor le dijo que tal
motor requeriría una perpetua moción, y por ello, era imposible. Tesla
estaba determinado a probar que su profesor estaba equivocado. En ese
tiempo (1889), a pesar de la mofas de los profesores, Tesla patentó el
generador de corriente alterna. Durante esta década, investigó
intensamente otros métodos de generación de energía, incluyendo un
colector de partículas cargadas, patentado en 1891. Cuando el New York
Times,en junio de 1902, publicó un artículo sobre un inventor que
afirmaba que había inventado un generador eléctrico que no requería una
fuente externa de combustible, Tesla le escribió a un amigo, que él ya
había inventado tal dispositivo. Tesla pregonaba que la invención era un
generador eléctrico que no consumiría ningún combustible. Tal generador
sería su propio motor principal y era completamente imposible, según
los científicos modernos.
Por otro lado en aquella época todos “sabían” que una máquina más
pesada que el aire no podía volar. Violaría las leyes de la física. Esta
era la opinión aprendida de prácticamente todos los llamados expertos
en la materia. Por ejemplo, Simon Newcomb declaró en 1901: “La
demostración que ninguna combinación posible de sustancias conocidas,
formas conocidas de máquinas y formas conocidas de fuerza, pueden ser
unidas en una máquina práctica por la cual el hombre volaría largas
distancias a través del aire”. Afortunadamente, unas pocas personas,
como los Hermanos Wright no aceptaron tales pronunciamientos. Ahora
aceptamos normalmente el vuelo de objetos más pesado que el aire.
Ahora, físicos y otros científicos están diciendo cosas similares en
contra de la idea de las tecnologías de energía libre. Utilizan términos
negativos, tales como pseudociencia y moción perpetua. Y citan leyes
físicas que aseveran que la energía no puede ser creada o destruida (1ª
ley de la termodinámica), y hay siempre una disminución de la energía
útil (2ª ley de la termodinámica). Las invenciones de energía libre son
dispositivos que pueden captar un ilimitado suministro de energía del
universo, sin quemar ninguna clase de combustible, creando la solución
perfecta a la crisis mundial de energía y su contaminación asociada,
degradación y destrucción del medio ambiente.
Al contrario de los dispositivos solares o de viento, los dispositivos
de energía libre necesitan poca o ninguna capacidad de almacenamiento de
energía, porque pueden captar tanta energía como se necesite y cuando
se necesite. Apropiadamente diseñados, los dispositivos de energía libre
no tienen ninguna clase de limitaciones. En el periódico Brooklin
Eagle, Tesla anunció, el 10 de Julio de 1931 que: “Yo he atrapado los
rayos cósmicos y los he hecho operar un dispositivo de movimiento“. Qué
son los rayos cósmicos? Nuestro planeta recibe constantemente una
lluvia de partículas cargadas. Cada segundo 1000 partículas por metro
cuadrado golpean las capas más exteriores de la atmósfera terrestre.
Este flujo de partículas (llamado rayos cósmicos), proveniente en su
mayoría de nuestra Galaxia, y consisten en un 90% de protones, 9%
partículas alfa y el resto son núcleos más pesados que el hidrógeno.
Desde épocas muy remotas, los astrónomos han observado la aparición
repentina de estrellas en lugares donde antes no se veía ningún objeto
astronómico. Estas estrellas nuevas o supernovas, se producen en una
explosión termonuclear que proyecta una gran cantidad de partículas
energéticas en el espacio interestelar. La fuente más importante de
rayos cósmicos son las supernovas en nuestra galaxia.
De estas colisiones resultan lluvias de nuevas partículas elementales de
todo tipo (como electrones, positrones, mesones pi, muones, etc) que
eventualmente llegan a la superficie. Esta lluvia de rayos cósmicos
secundarios puede alcanzar una extensión de varios kilómetros cuadrados.
Los rayos cósmicos no se propagan en línea recta. Debido a que estos
poseen carga eléctrica sus trayectorias son afectadas por el campo
magnético terrestre. Una partícula cargada viajando en un campo
magnético sigue una trayectoria curva o en forma de hélice. Los rayos
cósmicos con energías dentro de un rango determinado quedan atrapados
por el campo magnético, moviéndose en trayectorias en forma de hélice,
en una región llamada cinturones de Van Allen, en honor de James Van
Allen quien los descubrió en 1958. El confinamiento de partículas
cargadas en regiones determinadas da origen a la emisión de luz en la
atmósfera polar cuando éstas chocan con moléculas de aire. La luz así
emitida generan las espectaculares aurora boreal o aurora austral.
Más tarde en el mismo artículo, Tesla dijo: “Hace más de 25 años, yo
comencé con mis esfuerzos para atrapar los rayos cósmicos, y ahora puedo
afirmar que he tenido éxito”. En 1933 hizo la misma afirmación en un
artículo para el periódico New York American, bajo el título:Dispositivo
para Atrapar la Energía Cósmica. En dicho artículo, Tesla afirmaba:
“Esta nueva energía para conducir la maquinaria del mundo será derivada
de la energía que opera el universo, la energía cósmica, cuya fuente
central para la tierra es el sol, el cual está por todas partes
presente, en cantidades ilimitadas”. Esto significaría que el
dispositivo del que Tesla hablaba se debía haber construido antes de
1908. Casi con toda seguridad, la idea se le había ocurrido a Tesla años
antes. Una información más exacta está disponible a partir de su
correspondencia, ahora en la Biblioteca de la Universidad de Columbia.
El 10 de junio de 1902, en una carta a su amigo Robert U. Johnson,
editor de Century Magazine, Tesla incluyó un recorte de New York Herald
del día anterior, en que hablaba de Clemente Figueras, un ingeniero
experto en maderas y bosques, de las Islas Canarias, que inventó un
dispositivo para generar electricidad sin quemar combustible. Lo que
sucedió con Figueras y su generador sin combustible no se sabe, pero su
anuncio en el periódico impresionó a Tesla, que en su carta a Johnson
afirmaba que él ya había desarrollado tal dispositivo y revelado las
leyes físicas subyacentes. Otras patentes estadounidenses, que habían
sido archivadas, informaban de motores que operan exclusivamente con
energía continua, aparentemente usando energía que circula a través del
campo magnético de la tierra. Requieren una red de retroalimentación
para poder ser operativos. Otra patente, descrita en la revistaCiencia y
Mecánicas, en la primavera de 1980) requiere imanes especiales, pero no
requiere ninguna retroalimentación. Tal motor podría operar un
generador eléctrico o una bomba de calor reversible en cualquier hogar,
todo el año y gratis.
Según Oliver Nichelson, quien ha hecho estudios extensivos de Tesla y
sus máquinas de energía libre, dice que el dispositivo que, en
principio, parece encajar mejor con las afirmaciones de Tesla, se
encuentra en su patente para un “Aparato para Utilización de Energía
Radiante”, nº 685,957, que fue solicitada el 21 de marzo de 1901, y
concedida el 5 de noviembre de 1901. El concepto detrás del lenguaje
técnico es aparentemente simple: una plancha aislada de metal es puesta
lo más alto posible en el aire. Otra plancha de metal es puesta en el
suelo. Un alambre va desde la placa de metal, a un lado del condensador y
un segundo alambre va desde la plancha en el suelo hacia el otro lado
del condensador. Partículas minúsculas de materia electrificada
positivamente actúan sobre la plancha superior, transfiriendo
continuamente una carga eléctrica a la misma. El terminal opuesto del
condensador, conectado al suelo, puede ser considerado como un inmenso
almacén de electricidad negativa. Una débil corriente fluye
continuamente en el condensador y ya que las partículas se cargan a un
potencial muy alto, esta carga del condensador puede continuar casi
indefinidamente.
Ahora llamaríamos a este dispositivo un panel solar-eléctrico. Aunque la
invención de Tesla es muy diferente, lo más cercano en tecnología
convencional es el foto-voltaje. Una diferencia radical es que los
paneles solar-eléctricos convencionales tienen un substrato cubierto con
silicón cristalino, mientras que el de Tesla usa silicón amorfo. Los
paneles solares convencionales son caros. Pero el panel solar de Tesla
es solo una plancha brillante de metal con un recubrimiento transparente
de un material aislante. Se consigue que la energía solar cargue este
condensador. Conectando alguna especie de dispositivo interruptor, para
que pueda ser descargado a intervalos, ya se tendría una salida
eléctrica. La patente de Tesla nos dice que es muy simple conseguir
energía eléctrica. Mientras más grande sea el área de la plancha
aislada, más energía se consigue. No obstante, esto es más que un panel
solar, porque no necesariamente necesita luz solar para operar. También
produce energía por la noche. Por supuesto, esto es imposible, según la
ciencia oficial. Por esta razón, no se puede conseguir una patente de
tal invento actualmente. El receptor de energía libre de Tesla se
refiere al sol, así como a otras fuentes de energía, como los rayos
cósmicos. El dispositivo funciona por la noche debido a la
disponibilidad de rayos cósmicos durante la noche. Tesla también se
refiera al suelo como un inmenso almacén de electricidad negativa.
Tesla creía que se volvería posible atrapar energía directamente
conectándose a la misma rueda de la naturaleza. Este parece un diseño
que parecería cumplir con su afirmación de haber desarrollado un
generador sin combustible, energizado por los rayos cósmicos. Pero, en
1900, Tesla escribió su artículo más importante, que describe como una
máquina auto-activante que hallaría energía en el medio ambiente, un
generador sin combustible diferente de su Dispositivo de Energía
Radiante. El artículo “El Problema de Incrementar la Energía Humana – A
Través del Uso del Sol”, fue publicado por su amigo, Robert Johnson en
la revista mensual El Siglo (The Century), en su edición de junio de
1900. El título del capítulo en donde el discute su dispositivo es “Una
Salida de Métodos Conocidos – Posibilidad de una Máquina o Motor
“Automático” inanimada”. Tesla afirmó que comenzó a pensar acerca de la
idea cuando leyó una declaración hecha por Lord Kelvin, quien dijo que
era imposible construir un mecanismo capaz de abstraer calor del medio
circundante y operar por este calor. Tesla tuvo la visión de un paquete
muy largo de barras de metal, extendiéndose desde la Tierra al espacio
exterior.
La tierra es más cálida que el espacio exterior, por lo cual el calor
sería conducido por las barras a lo largo como una corriente eléctrica.
Entonces, todo lo que sería necesario sería un cable de energía muy
largo que conectara los dos extremos de las barras de metal a un motor.
El motor continuaría funcionando hasta que la tierra se enfriase a la
temperatura del espacio exterior. Por supuesto, ahora no necesitaríamos
un cable de energía para conectar los dos extremos, ya que servirían las
microondas. Este sería un motor que estaría enfriando una porción del
medio, por debajo de la temperatura del entorno. Y sería operado por el
calor abstraído. Es decir, produciría energía directamente del ambiente,
sin consumir ningún material. Tesla continúa describiendo cómo trabajó
en el desarrollo de tal dispositivo de energía. Comenzó a pensar sobre
derivar energía directamente del ambiente cuando estuvo en París,
durante 1883. Pero fue incapaz de hacer avanzar la idea durante varios
años, debido a la salida comercial de sus generadores de corriente
alterna y motores. No fue hasta 1889 cuando, de nuevo, tomó la idea de
la máquina automática.
En 1893, Tesla obtuvo una patente de una bobina eléctrica (“Bobina para
electro-imanes”) que era la candidata ideal para ser un extractor de
energía no-mecánico. Es un curioso diseño, nada parecido a una bobina
ordinaria, que se hace mediante un alambre que se dobla en forma de
tubo. El de Tesla utiliza dos alambres puestos uno al lado del otro,
pero con el extremo del primero conectado al comienzo del segundo. En la
patente, Tesla explica que esta doble bobina almacenará muchas veces la
energía de una bobina convencional. La patente, sin embargo, no da
pista de lo que puede haber sido su capacidad. En un artículo para la
Revista Century Magazine, Tesla compara la energía extraída del ambiente
al trabajo de otros científicos que estaban intentando condensar los
gases atmosféricos en líquidos. En particular citó el trabajo del Dr.
Karl Linde, que descubrió lo que Tesla describió como un método
auto-enfriador para licuar el aire. Como dijo Tesla, “Esta es la única
prueba experimental que yo estaba todavía queriendo, que la energía era
obtenible del medio, del modo contemplado por mí”.
Lo que vincula el trabajo de Linde con la bobina electromagnética de
Tesla es que ambas usaban un doble camino para el material con el que
trabajaban. Linde tenía un compresor para bombear el aire a una alta
presión, dejar que la presión cayera, conducirlo a través del tubo y,
luego, usar ese aire enfriado para reducir la temperatura del aire
entrante, haciéndolo viajar de regreso hacia arriba por el primer tubo
y, luego, a través de un segundo tubo envolviendo al primero. El aire ya
enfriado es agregado al proceso de enfriamiento de la máquina y,
rápidamente, condensa el gas en líquido. El intento de Tesla era
condensar la energía atrapada entre la tierra y su atmósfera más alta, y
convertirla a corriente eléctrica. El visualizaba al sol como una
inmensa bola de electricidad, positivamente cargada con un potencial de
unos 200 billones de voltios. La Tierra, por otra parte, está cargada
con electricidad negativa. La enorme diferencia de potencial eléctrico
entre estos dos cuerpos constituía, por lo menos en parte, lo que Tesla
llamaba energía cósmica. Variaba de noche a día y de estación en
estación, pero estaba siempre presente.
Las patentes de Tesla para generadores eléctricos y motores fueron
concedidas a finales de 1880. Durante la década de 1890, la gran
industria de energía eléctrica, como Westinghouse yGeneral Electric,
entraron en acción. Con decenas de millones de dólares invertidos en
plantas y equipo, la industria no estaba para abandonar una tecnología
tan provechosa por otra más nueva. Tesla vio que los beneficios podrían
hacerse con el generador automático. Pero las industrias dominantes
vieron el impacto negativo que tendría el dispositivo en su propia
evolución tecnológica de finales del siglo XIX. Al final de este
artículo en el Century, Tesla escribió: “Trabajé durante mucho tiempo
totalmente convencido que la realización práctica del método de obtener
energía libre del sol sería de incalculable valor industrial”. Años más
tarde, en 1933, hay una entrevista con Tesla bajo el titulo:”Tesla
atrapa Energía Cósmica”. En ella le preguntaban si la repentina
introducción de su principio trastornaría el presente sistema económico,
a lo que el Dr. Tesla respondió: “Ya está gravemente trastornado”. Y
agregó: “Ahora más que nunca está el tiempo maduro para el desarrollo de
nuevas tecnologías“.
En una conferencia de prensa para celebrar sus 76 años, Tesla anunció
que había inventado un motor de rayos cósmicos. Cuando le preguntaron si
era mucho más poderoso que el radiómetro de Crooke, Tesla contestó,
“Miles de veces más poderoso”. Tesla afirmaba que del potencial
eléctrico que existe entre la plancha elevada (positiva) y el suelo
(negativa), la energía se generaba en el condensador. Y, después de un
intervalo conveniente de tiempo, la energía acumulada producía una
poderosa descarga. Desafortunadamente, esta invención, como muchas otras
que Tesla efectúo hacia el final de su vida, supuestamente nunca se
mostró. Por lo menos nunca fue mostrada en público. Cuando murió, había
el equivalente de la carga de un vagón entero de ferrocarril lleno de
materiales de Tesla confiscados por el gobierno. Desde 1942 hasta 1945,
durante la llegada de los científicos nazis y de los archivos secretos
de guerra de la Alemania Nazi, obtenidos mediante la Operación
Paperclip, oficiales de la Base de la Fuerza Aérea Wright-Patterson
tomaron posesión de todos los documentos y otros materiales de Tesla,
que fueron clasificados como secretos del más alto nivel. El resto de
los documentos de Tesla en manos del gobierno todavía están clasificados
como secretos. Hay literalmente toneladas de notas, documentos, dibujos
y planos, así como más de veinte cajas de material de Tesla, todavía no
encontrado. El gobierno distribuyó falsos rumores que Tesla nunca
mantuvo notas, lo cual es mentira.
Actualmente no hay manera de saber si el motor de rayos cósmicos de
Tesla es operativo o no. Sin embargo, evidencias encontradas en los
diarios perdidos de Tesla parecen indicar que la energía libre es
posible. Y, dentro del marco de trabajo de la ciencia conocida. Richard
Scott McKie diseñó y probó en 1991 un pequeño modelo de un Módulo de
Energía. El esquema se basa en las teorías de Tesla sobre el flujo de
electrones, resonancia y magnetismo, combinados con modernas teorías
sobre electrónica de alta frecuencia y antenas de radio para generar
energía directamente, sin la ineficiente conversión de energía de otras
fuentes. Tesla aplicó el conocimiento obtenido en sus experimentos en
Colorado, en la construcción del Wardenclyfrfe, en lo que ahora es
Shoreham, Long Island, precursor de un Centro Mundial de Telegrafía.
Tesla tuvo la visión de no utilizarlo solo para la difusión de noticias y
transmisión de mensajes personales codificados, sino también como un
código de tiempo universal y la transmisión inalámbrica de electricidad.
Patrick G. Bailey, Ph.D., en su “Repaso de Energía de Punto Cero y
Teoría de la Energía Libre, Progreso y Dispositivos”, escribe que el
estudio del campo de la energía libre se solapa con un gran número de
otras áreas de ciencia y tecnología que no son bien entendidas. Bailey
cree que investigaciones en estas áreas descubren importante información
y datos que pueden relacionarse a varias preguntas que ocurren en el
estudio de la energía libre. El Dr. Gary Johnson, profesor y miembro
fundador de IEEE, recientemente publicó una corta revisión de los
investigadores en esta área, en una notable publicación técnica
estadounidense, y concluyó su reporte de cuatro páginas con la siguiente
declaración: “Hay mucho ruido en la literatura. Algunos conceptos son
obviamente absurdos. Otros probarán estar en error. Pero ¿hay alguna
señal en todo ese ruido? Si la hay, Tesla, Moray y Bearden están en lo
correcto. La rentabilidad potencial es enorme, por lo que la búsqueda
deberá ser continuada si hay alguna oportunidad de éxito”. ¿Existe una
conspiración para suprimir los dispositivos de energía libre, como lo
sufrió Tesla con su receptor de energía libre? Creemos que existe una
red de grupos de interés que se oponen a su despliegue. Ken MacNeill
publicó en 1983 un artículo muy perturbador en que señalaba que se han
hecho desaparecer más de 3.000 patentes.
A este respecto debemos mencionar dos acontecimientos históricos con
respecto a la posible obstrucción para la comercialización de
dispositivos de energía libre. Son los Dispositivos de sobre-unidad, de
T. Henry Moray, y el Motor Hindershot. Ambos dispositivos fueron
públicamente mostrados a la prensa estadounidense en los años 30 (del
siglo XX), y se hicieron pruebas para demostrar estos dispositivos. De
los informes y reportes de la prensa, parece que ambos dispositivos
pasaron todas las pruebas, pero solo para luego caer en el olvido. ¿Qué
pasó con estos dispositivos, sus inventores y su tecnología? También
parece que los secretos de estos dispositivos murieron con sus
inventores. Toby Grotz ha presentado sus teoría y resultados sobre el
Proyecto Tesla para determinar si la Cavidad electroestática
(atmosférica) de Schumann puede ser resonada, si la energía que es
suministrada por la cavidad se propaga con muy poca pérdida, y si la
energía podría ser extraída de otras ubicaciones dentro de la cavidad.
La resonancia Schumann es un conjunto de picos en la banda de frecuencia
extremadamente baja (ELF) del espectro radioeléctrico de la Tierra.
Esto es porque el espacio entre la superficie terrestre y la ionosfera
actúa como una guía de onda. Las dimensiones limitadas terrestres
provocan que esta guía de onda actúe como cavidad resonante para las
ondas electromagnéticas en la banda ELF. La cavidad es excitada en forma
natural por los relámpagos, y también, dado que su séptimo sobretono se
ubica aproximadamente en 60 Hz, influyen las redes de transmisión
eléctrica de los territorios en que se emplea corriente alterna de esa
frecuencia. La frecuencia más baja, y al mismo tiempo la intensidad más
alta, de la resonancia de Schumann se sitúa en aproximadamente 7,83 Hz.
Los sobretonos detectables se extienden hasta el rango de kilohercios.
Este fenómeno se llama así en honor de Winfried Otto Schumann, que
predijo matemáticamente su existencia en 1952, a pesar de ser observada
por primera vez por Nikola Tesla y formar la base de su esquema para
transmisión de energía y comunicaciones inalámbricas. La primera
representación espectral de este fenómeno fue preparado por Balser y
Wagner en 1960.
La diferencia de potencial entre el ionosfera y la de la Tierra se
mantiene por la acción de bombeo de las descargas de los rayos de las
tormentas. En la cavidad ionosfera-Tierra, el campo eléctrico y la
conducción de la corriente en la atmósfera inferior están controladas
principalmente por iones. Los iones tienen parámetros característicos
tales como la movilidad, el tiempo de vida, y la tasa de generación que
varían con la altitud. El Resonancia Schumann es un conjunto de picos
espectrales en la parte de ELF del espectro del campo electromagnético
de la Tierra. La resonancia Schumann se debe a que el espacio entre la
superficie de la Tierra y la ionosfera conductora actúa como una guía de
ondas. Las reducidas dimensiones de la tierra causan que esta guía de
ondas actúe como una cavidad resonante para las ondas electromagnéticas.
La cavidad es, naturalmente, excitada por la energía de los rayos.
Un análisis teórico del misterioso “Rayo de la Muerte” de Tesla fue
también presentado por Toby Grotz (1991). Examinando cuidadosamente
expedientes históricos, este diseño de 1937 fue probablemente el primer
intento de construir un dispositivo de rayo de partículas de alto
voltaje. Una esfera de metal, de cinco metros de diámetro, cargada a 60
millones de voltios podría proyectar un rayo de partícula cargado con
alta energía hasta 60 kilómetros a través del aire en una dirección
dada. En 1991, Oliver Nichelson resumió dos de los más tardíos diseños
de Tesla, incluyendo un diseño de un Dínamo Unipolar en forma de turbina
para una máquina que puede continuar produciendo electricidad después
de haber sido desconectada de una fuente externa de energía. Este papel
es también importante porque también describe la “Bobina de Tesla para
Electro-Magnéticas” patentada en 1893. A principios del siglo XX, el Dr.
Thomas Henry Moray, de Salt Lake City, produjo su primer dispositivo
para obtener energía de las oscilaciones de meta-frecuencia del mismo
vacío del espacio. Eventualmente, Moray pudo producir un dispositivo de
energía libre, que pesaba sesenta libras y producía 50.000 watts de
electricidad durante varias horas. Irónicamente, aunque demostró su
dispositivo repetidamente a científicos e ingenieros, Moray fue incapaz
de obtener fondos para desarrollar el dispositivo para una central de
energía eléctrica que produciría corriente eléctrica a escala masiva.
Como Tesla, Moray se enfrentó con aquellos que tenían el “monopolio de
la energía”, que no estaban dispuestos a compartir. Cuando era un
muchacho joven, Moray había sido profundamente inspirado por Nikola
Tesla. Moray estaba especialmente entusiasmado por las afirmaciones de
Tesla sobre la energía libre y su énfasis sobre frecuencias en la
materia del universo. Cuando Moray terminó la escuela secundaria, fue a
estudiar al extranjero y se doctoró en Ingeniería Eléctrica de la
Universidad de Uppsala, Suecia, en 1914. Moray al principio teorizó que
la energía estaba viniendo desde el interior de la Tierra. A través de
experimentación continua, y a pesar de las dudas de la comunidad
científica, Moray descubrió que la energía no estaba viniendo del
interior, sino de una fuente externa, lejos de la Tierra. La energía
venía en oleadas continuas, como las olas del mar, más durante el día
que durante la noche. En ese tiempo, Moray obtuvo la suficiente energía
como para encender una lámpara. El definió la fuente de energía viniendo
del cosmos a la Tierra y radiando de regreso a su origen. Alrededor de
1920, Moray produjo su primer dispositivo elemental que suministraba
energía eléctrica mesurable, y continuó trabajando diligentemente en
dispositivos de energía. En las décadas de los 20 y 30, mejoró
continuamente sus dispositivos, particularmente su tubo detector, el
único secreto real del dispositivo, según el mismo Moray.
En su libro, “The Sea Of Energy In Which The Earth Floats” (El Mar de
Energía en el que flota la Tierra), Moray presenta evidencia documentada
de que él inventó la primera válvula tipo transistor en 1925. En su
tubo detector de energía libre, Moray aparentemente usó, dentro del
mismo tubo, una variación de su idea de transistor: una pequeña pelota
recubierta de una mezcla de zinc triboluminiscente, un material
semi-conductor, y un material radioactivo. Canalizando las ondas de
energía por medio de una antena, al ser instalado, conectado a tierra,
cebado y luego sintonizado, el dispositivo obtendría energía eléctrica.
Los resultados de esta experimentación probaron que la generación de
energía no se originó desde el interior del dispositivo. El dispositivo,
mediante la canalización de la energía radiante, produjo hasta 50.000
watts de energía y funcionó durante largos períodos de tiempo. Según
Moray, los rayos cósmicos del espacio, altamente energizados, son
detectados por la máquina, la cual está en resonancia sub-armónica con
esta alta frecuencia de energía, y convierte este nivel de energía en
una forma útil de electricidad. Sin embargo, el uso por Moray del
término “rayo cósmico” no es necesariamente el mismo que aquel de las
física moderna, sino, de hecho, es el mismo que el actual concepto de
energía de punto cero del vacío.
En física, la energía del punto cero es la energía más baja que un
sistema físico mecano-cuántico puede poseer, y es la energía del estado
fundamental del sistema. El concepto de la energía del punto cero fue
propuesto por Albert Einstein y Otto Stern en 1913, y fue llamada en un
principio “energía residual“. El término energía del punto cero es una
traducción del alemánNullpunktsenergie. Todos los sistemas
mecano-cuánticos tienen energía de punto cero. El término emerge
comúnmente como referencia al estado base del oscilador armónico
cuántico y sus oscilaciones nulas. En la teoría de campos cuántica, es
un sinónimo de la energía del vacío o de la energía oscura, una cantidad
de energía que se asocia con la vacuidad del espacio vacío. En
cosmología, la energía del vacío es tomada como la base para la
constante cosmológica. A nivel experimental, la energía del punto cero
genera el efecto Casimir, y es directamente observable en dispositivos
nanométricos. Debido a que la energía del punto cero es la energía más
baja que un sistema puede tener, no puede ser eliminada de dicho
sistema. Un término relacionado es el campo del punto cero que es el
estado de energía más bajo para un campo, su estado base, que no es
cero.
Moray previó que todo el espacio estaba lleno con vibraciones de una
tremenda alta frecuencia, aportando inmensas e incalculables cantidades
de energía pura. El previó un Universo dinámico, como una turbulenta
fuente de gran energía, tal como las olas del océano acarrean energía.
Esta idea también la compartía Tesla. La aplicación de la patente de
Moray, que jamás fue concedida, fue archivada el 13 de julio de 1931,
mucho antes de la llegada del transistor de losLaboratorios Bell. Moray
demostró exitosamente su dispositivo de energía radiante a profesores de
ingeniería eléctrica, congresistas, dignatarios y una hueste de otros
visitantes a su laboratorio. Moray incluso movió su dispositivo varias
millas afuera, en el campo, lejos de todas las líneas de energía, para
probar que él no estaba simplemente sintonizándose clandestinamente con
una cierta parte de su laboratorio. Varias veces permitió a
investigadores independientes a que desmontaran completamente su
dispositivo y lo volvieran a montar, para que pudieran ellos mismos
reactivarlo. En todas las pruebas tuvo éxito demostrando que el
dispositivo podía producir energía sin tener que salir la energía de
otro dispositivo o enchufe exterior de energía. Según la documentación,
nadie fue alguna vez capaz de probar que el dispositivo era fraudulento o
que Moray no había logrado exactamente lo que afirmaba.
Por otra parte, los registros están llenos de declaraciones firmadas por
físicos, ingenieros eléctricos y científicos que llegaron al
laboratorio de Moray como escépticos y se fueron convencidos que Moray
había tenido éxito en obtener energía de una fuente Universal, que
podría producir corriente de energía libre. Pero, a pesar de su éxito,
la Oficina Estadounidense de Patentes se negó a concederle una patente.
Primero, porque su dispositivo usaba un cátodo frío en los tubos (el
examinador de la patente aseveró que era de conocimiento común que un
cátodo calentado era necesario para obtener electrones) y segundo porque
no identificó la fuente de la energía. Toda clase de patentes y
dispositivos inaplicables fueron también presentados como siendo
infringidos o copiados por el trabajo de Moray. Cada una de estas
objeciones fueron pacientemente contestadas por Moray. No obstante, la
patente todavía no ha sido publicada, aunque la familia de Moray todavía
mantiene disponible la aplicación de la fallida patente. Según el
escritor Tom Bearden, uno de los esfuerzos de Moray para desarrollar la
máquina implicaba una asociación con la Agencia de Electrificación Rural
(A.E.R.) durante un corto período antes de la Segunda Guerra Mundial.
En ese tiempo, el A.E.R. estaba aparentemente infiltrada en los más
altos niveles por simpatizantes comunistas. Se dice que estos ejecutivos
urgían continuamente a Moray para que entregara todos los detalles de
su dispositivo a la Unión Soviética, e incluso arreglaron la visita de
científicos soviéticos de alto nivel al laboratorio de Moray, para ver
el dispositivo en funcionamiento.
Quizás debido a sus sospechas, Moray fue herido por un disparo de bala
en su propio laboratorio, el 2 de marzo de 1940. Ningún detalle ha
emergido de quien disparó ni si Moray fue un blanco intencionado o
accidental. Moray finalmente finalizó su asociación con la A.E.R. en
febrero de 1941. Desgraciadamente, el dispositivo básico de Moray fue
destruido en 1939 por un hombre que quería que Moray divulgara
completamente el funcionamiento interno y la construcción de su
dispositivo. En la época de Moray no existía ninguna teoría que
predijera que el espacio vacío contenía prodigiosas cantidades de
energía. Los seguidores modernos de la geometrodinámica cuántica
aseguran la verdad de la visión original de Tesla. Desde hace algún
tiempo se ha destacado el trabajo en lo que dioen llamarse
Geometrodinámica, del físico norteamericano John Wheeler el cual,
denotando su entusiasmo llegó a expresar su creencia de que “no hay nada
más en el mundo que espaciocurvo y vacío”. Sin embargo,
desafortunadamente para los que deseaban el éxito de tan bella
suposición, lo que iban mostrando los hechos apuntaban a la
imposibilidad de una geometrización análoga a la de la obtenida para la
gravitación. El propio John Wheeler es quien ha propuesto con singular
manejo del raciocinio, que la materia prima del universo no era como
pensaba Einstein y antes que él W. K. Clifford, el espacio y su
geometría.
Wheeler, según su criterio, explica como la deficiencia de la tesis
geométrica sobre el material de construcción de las partículas y de todo
lo demás, ha ido conduciendo al rechazo de que la geometría fue primero
y luego fue cuantizada. Por el contrario aduce que principios cuánticos
como el de incertidumbre se erigieron como inherentes a la naturaleza y
luego surgieron la geometría y las partículas. Afirma el físico inglés
que el mundo es de por si, un mundo cuántico. Un sistema clásico sólo se
obtiene como límite para números cuánticos grandes. El físico ruso
Andrei Sajarov sustentó criterios semejantes a los de John Wheeler.
Ahora nosotros sabemos que un centímetro cúbico de puro vacío contiene
suficiente energía para condensarla en 1.080 a 10.120 gramos de
material. La mayor parte de la tesis de Tesla y Moray, que el vacío
mismo contiene energía ilimitada, es hoy aceptada. Con el alto precio
del petróleo, que además es una fuente no renovable, y la creciente
preocupación por nuestro medio ambiente, el concepto de un automóvil
eléctrico está nuevamente siendo considerado por los fabricantes más
importantes de automóviles. Desafortunadamente, el problema con el peso
de la batería y el almacenamiento de energía eléctrica todavía hacen de
los automóviles eléctricos algo económicamente poco opertativo.
En un artículo de Arthur Abrom para el periódico Dallas Morning News,
fue señalado que los automóviles eléctricos era una de las alternativas
consideradas. Y este modo de propulsión gozó de un breve y corto
reinado. En los tempranos días del desarrollo automovilístico, la
propulsión eléctrica fue considerada y utilizada. Un automóvil eléctrico
poseía muchas ventajas que no podían ofrecer los ruidosos y
contaminantes automóviles de gasolina. Sobre todo está el absoluto
silencio que uno experimentaba cuando se manejaba un vehículo con
propulsión eléctrica. Uno le daba vuelta a una llave, presionaba el
acelerador, y el vehículo se movía instantáneamente. Sin ningún ruido
del encendido, sin bombear gasolina mediante el acelerador y sin el
acoplamiento de la válvula reguladora. Uno simplemente daba vuelta al
interruptor de encendido y ya corría el automóvil. Si uno deseaba
aumentar la velocidad, simplemente presionaba el acelerador. Soltando el
acelerador se causaba que el vehículo inmediatamente fuese más
despacio. Uno estaba siempre con el control total. No es difícil
entender porqué estos vehículos eran tan populares hasta 1915.
La velocidad normal de conducción, dependiendo de las condiciones del
tráfico, era de 15 a 20 millas por hora, según los estándares entre 1900
y 1910. Esta era una velocidad límite aceptable que se podía obtener
con un vehículo eléctrico. Además, el automóvil eléctrico no podía
adaptarse para utilizar el motor polifásico de corriente alterna de
Tesla. Entonces, casi súbitamente, alrededor de 1915, el automóvil
eléctrico se convirtió en solo un recuerdo. En 1931, bajo el
financiamiento de Pierce Arrow y George Westinghouse, un Pierce-Arrow de
1931 fue seleccionado para ser probado en las tierras de la fábrica en
Búfalo, N.Y. El motor de combustión interna estándar fue quitado para
instalar un motor eléctrico de 80HP a 1800 r.p.m.. El motor de corriente
alterna media 40 pulgadas de largo y 30 pulgadas de diámetro, y los
extremos de los conductores de energía fueron dejados en el aire, sin
fuente externa de energía. En el tiempo acordado, Nikola Tesla llegó al
lugar e inspeccionó el automóvil Pierce-Arrow. Luego fue a una tienda
local de radio y compró un puñado de tubos, alambres y resistencias. Fue
montada una caja que medía 24 pulgadas de largo, 12 pulgadas de ancho y
seis pulgadas de alto, cubriendo el circuito.
La caja fue entonces colocada en el asiento delantero y con sus cables
conectados al motor enfriado por el aire. De la caja salían dos barras.
Tesla se metió en el asiento del conductor, empujó las dos barras,
declaró, “ahora tenemos energía” y puso el automóvil en marcha. Este
vehículo, accionado por un motor de corriente alterna, fue conducido a
velocidades de 90 millas por hora, funcionando mejor que cualquier motor
de combustión interna de aquellos días. Una semana se invirtió en
probar el vehículo y varios periódicos en Búfalo registraron estas
pruebas. Cuando le preguntaban de donde venía la energía, Tesla
contestó, “de los éteres alrededor nuestro”. Muchas personas sugirieron
que Tesla estaba loco y, de algún modo, ligado a fuerzas siniestras del
universo. Ello le molestó mucho, quitó su misteriosa caja del vehículo y
regresó a su laboratorio en la ciudad de Nueva York. Su secreto, al
parecer, murió con él. Se especula que Tesla era capaz de atrapar el
campo magnético de la Tierra que rodea nuestro planeta. Y él, de algún
modo, fue capaz de extraer tremendas cantidades de energía cortando
estas líneas de fuerza o causando que se multiplicaran. La naturaleza
exacta de este aparato permanece todavía en el más riguroso misterio. En
1969, Joseph R. Zubris tomó su Mercury del 1961 y le sacó el motor
interno de combustión. Entonces instaló un motor eléctrico como fuente
de energía. Su sistema duplicó la eficiencia eléctrica del motor
eléctrico cuando estaba operando.
La oficina estadounidense de Patentes le otorgó una patente, pero nadie
parecía estar interesado. Y su sistema todavía no está en el mercado. En
los años 70 (del siglo XX), un inventor usó un generador Ev-Gray, que
intensificaba la corriente de la batería, permitiendo al motor cargar
baterías separadas al operar el dispositivo, con pequeñísimas
corrientes. El dispositivo fue probado en el Instituto Crosby de
Investigaciones de Beverly Hills, California. Un motor EMA de 10
caballos de fuerza corrió durante más de una semana (9 días) concuatro
baterías estándar de automóvil. Los inventores estimaron que un motor
eléctrico de 50 caballos de fuerza podría viajar 300 millas a 50 millas
por hora, antes de necesitar recarga. El Dr. Keith E. Kenyon descubrió
una discrepancia en las leyes normales y largamente aceptadas
relacionadas con los imanes de motores eléctricos. El Dr. Kenyon
demostró su invención ante muchos científicos e ingenieros en 1976, pero
la reacción de estos fue deprimente. Aunque admitieron que el
dispositivo del Dr. Kenyon funcionaba, no vieron ninguna o muy poca
aplicación práctica al mismo.
En la práctica, este invento se basa en el giro de electrones ocurriendo
dentro de imanes permanentes, que son usados para producir una fuente
de energía solamente a través de las características superconductoras de
un imán permanente. Y el flujo magnético creado por los imanes es
controlado y concentrado para orientar las fuerzas magnéticas generadas,
de tal manera que hagan un trabajo continuo, tal como el desplazamiento
de un rotor con respecto a un estator. La sincronización y orientación
de fuerzas magnéticas especiales en los componentes del rotor y el
estator, producidos por imanes permanentes en un motor, es alcanzada
con la apropiada relación geométrica de los componentes. Los ingenieros
de Hitachi Magnetics Corp,en California, declararon que el
funcionamiento de un motor únicamente mediante imanes es factible y
lógico, pero la política de la empresa hace inviable la búsqueda del
desarrollo de un motor de imanes o cualquier dispositivo que compitiera
con los cárteles de energía. De hecho, parece que tales dispositivos han
sido deliberadamente eliminados o mantenidos en lugares secretos, para
prevenir cualquier competencia de máquinas que pueden generar energía
sin una fuente externa de combustible. Estas invenciones sacarían a los
grandes cárteles de petróleo y otras fuentes de energía fuera del gran
negocio de la energía.
Según los diarios personales de Tesla, extrañas transmisiones de voz,
escuchadas a través de su receptor especial de radio, discutían el
calentamiento del planeta mediante contaminantes atmosféricos, causado
por fuentes naturales o provocado por el hombre. Y esta afirmación de
Tesla le causó muchos problemas entre la comunidad científica, muy
escéptica sobre estos temas. Tesla también tuvo la impresión de que las
voces desconocidas apoyaban este calentamiento, y pudieran realmente
haber acelerado el proceso mediante la estimulación del desarrollo del
motor de combustión interna. Tesla puede bien haber sido el primer
humano en saber acerca de lo que hoy en día se refiere como
“Calentamiento Global” y “Efecto Invernadero”. Tesla, convencido de que
las voces que estaba recibiendo eran de una fuente hostil
extraterrestre, comenzó un esfuerzo concertado para desarrollar un medio
de energía que no usara la quema de madera o combustibles fósiles. Una
fuente de energía que fuera limpia e ilimitada, y que no produjera
contaminantes, al menos los hechos por el hombre, que llenasen la
atmósfera y causasen la retención del calor del sol. Tesla fue el
primero en volverse consciente de uno de los temas más controvertidos en
los círculos de la teoría de la conspiración:¡Alternativa Tres y la
destrucción de la Tierra!