Le pedí a tu vagina
que cuando estuvieses
sudando amor
atrapara con un suave movimiento
esa excitada parte de mi cuerpo
que cambia de tamaño
cuando me das un beso.
Nosotros
aferrados a una pasión
libres de miedos
gritando de placer
la palabra amor.
Que ya la conocía
expulsando secreciones de placer,
y mi pene exploto
con tanta armonía
expulsando
gotitas de pecado.
Bañando con semen
la timidez en vuestra piel,
esparcir
mi perversidad
frotandote el pecho
con los dedos.
Hemos logrado
vivir
amén de nuestro deseo
un instante tan placentero.
Ha quedado demostrado
que vuestros besos
me han dotado de fuerza,
y vos sos mi alegría más inmensa.
Le pedí a tu vagina
fidelidad para toda la vida.
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