PARTE I - CAP 7. La FUNDACIÓN de Kharsag

"Todos se volvieron cuando se puso de pie para litigar. Ella [Ninmah] habló de una manera rebelde - habló con fuerza: "Con esta instalación vendrá la prosperidad; un reservorio cerrado - una trampa de agua - deberá ser establecido. La buena tierra está llena de agua y debido a esta agua, la comida será abundante. Este Edén perfecto lleno de agua deberá ser irrigado por un arroyo en cascada... Ninkharsag [Ninmah] habló, Ella habló de la construcción de una casa luminosa en lo alto sobre la roca. Anu [An] estaba fuertemente opuesto... Dos grandes copas de buen vino se vertieron por ella - y fue ordenado que se le trajera la comida que ella amaba. La Dama Serpiente había hablado a través de las lágrimas... Habló de la bodega; habló de la casa y de su jardín, de la conveniencia de su casa ubicada en las alturas. Habló de los recintos irrigados - de la Construcción de caminos - de la construcción de una maternidad para las madres - su emplazamiento elevado. Ella habló de crear un huerto regado - con grandes árboles; - ella habló de examinar el suelo para la comida. Habló de la colonia soleada y regada; la colonia soleada cultivada y de su futuro... Anu habló de la Madre - la Dama brillante - nuestra leal reina. Él Dijo que no quería conversar de su mente brillante o su sabia bondad. Él quería hablar de la mujer que había de tal manera aumentado la producción por el riego elevado a partir de los ríos divididos; la dirigente que había aumentado la cosecha de vegetales - nuestra reina que había triplicado la producción de frutos. La decisión del Gran Consejo fue instalarse en el pequeño templo erigido y construir la gran presa rebosante de agua ... En Kharsag [o Harsag], donde se reunieron el cielo y la tierra, la Asamblea celestial, los grandes hijos de Anu descendieron
- Los numerosos "seres sabios" ... Los Anunna, los grandes señores, todavía no habían llegado - los granos Shesh de treinta días no existían todavía - los granos Shesh de cincuenta días no existían tampoco ... La humanidad reptaba en sus moradas en cuatro patas; comía hierba con su boca como las ovejas; bebía agua de lluvia de los arroyos ... En ese momento, el Señor Enki le habló al Señor Enlil. El padre Enlil encargó al Señor del almacén de construir esta espléndida casa rodeada [...] la morada espléndida - la morada clara - el lugar con el agua de lo alto [...] En ese momento, el Señor Enki le habló al Señor Enlil [...] El Señor Enki y el Señor Enlil conversaron animadamente ....

 Las Tablillas sumerias de Kharsag (Harsag) extractos
de las tabletas 1 y 2 datadas del tercer milenio antes de Cristo.
Traducción de Christian O'Brien
en "El genio de los pocos"


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Gírkù-Tila Nudimmud / Dili-ME-Imin 


Después de haber celebrado la ratificación del proyecto de Ninmah, el Consejo Superior despejó el lugar y dejó nuestro Abzu. Yo pasé las Danna (horas) siguientes conversando con Mam y Dim'mege. La discusión fue tumultuosa. Mi madre y mi hermana me hicieron entender que yo no debía nunca esperar nada de mis Kuku (ancestros) y que tenía que ser más combativo!
Mi progenitora aprovechó este momento para transmitir a su hija el contenido del Mardukù. Dim'mege estaba fuera de sí. Conocer sobre las ordenanzas de este texto no le complacía. Ella se enojó contra nosotros dos. Nosotros le explicamos que nunca habíamos imaginado que los Usumgal y Anunna - para los que el texto fue redactado - aterrizarían un día en Ti-ama-te (el sistema solar). Dim'mege cuentó que el Consejo de Amasutum de Nalulkára no había sido alertado de la aprobación de tal Didabbasar (texto de leyes). Al querer dominar y controlar todo, las Amasutum de Ti-ama-te, que en un principio no tenían ninguna relación con los Anunna, se veían ahora obligadas a trabajar para los miembros del Consejo Superior, exiliados aquí abajo.

Después de nuestra discusión, yo quería pasar unas pocas Danna (horas) cerca de Mamitu. Pero ella me hizo observar que era hora de que me entregara más regularmente a la vía mística, donde la práctica ayuda a aumentar la energía sexual a través de la meditación. Su observación estaba llena de significado, por ahora, yo no tendría encuentros sexuales con ella! "El camino místico es el que te va a enseñar a dominar tus emociones, mi hijo. Tu tendrás gran necesidad de ello cuando estés en la montaña con Ninmah y Enlil ", dijo ella con cariño. Ella Añadió que yo estaba ahora vinculado a Sé'et y que nada ni nadie iba a perturbar esta verdad!
Traté de dormir un poco, pero mi descanso fue agitado esa noche; Yo tenía una cita con Ninmah y Enlil por la mañana. Algunos Danna (horas) después, despertarse fue difícil. Yo pedí un Maga'an (nave de carga) y puse allí un Albarzil (perforadora mecánica) y los víveres del Abzu. Acompañado de ocho Ama'argi, yo tenía también como objetivo liberar a mi fiel Nungal Zehuti (Thoth) de su yugo.
Dejé el aire perfumado y los aromas suaves de Salim. Nuestra nave nos llevó al mundo exterior; la extensión desértica se extendía hasta que se perdía de vista. Vimos grupos de Ukubi (género Homo) acampar en las orillas de los pocos cuerpos de agua disponible. Finalmente, las tierras áridas del Edin estaban a la vista. Bajamos hacia el sur y las montañas, al pie de las cuales habían iniciado los trabajos tres Iti (meses) antes. Un espeso humo se elevaba del lugar donde se realizaba la labor. Los Miminu ("grises") armados patrullaban el área de trabajo.
Mis Alagni (clones) estaban cubiertos de polvo y de sudor. Puse mi mano en mi estómago como el espectáculo me molestó. Con un gesto, el Albarzil fue aterrizado con estrépito. Los Nungal se dieron cuenta en ese momento que la llegada de este dispositivo podría cambiar la forma en que trabajaban.
La ración de alimentos fue descargada a su vez por nuestras hembras. Yo me puse a buscar a Zehuti (Thoth) en la amplia zanja. Los Nungal me reconocieron sin dificultad. Ellos invocaron mis diferentes nombres y me rogaron que no les olvide. Me sentía incómodo. ¿Qué más podía hacer? Yo no había estado muy presente hasta el momento, pero las cosas iban a cambiar pronto. El aire estaba caliente por el trabajo. El mundo de repente se puso a temblar sobre sus cimientos; el Albarzil fue puesto en marcha y perforó el suelo con un ruido ensordecedor.
Después de una ardua búsqueda, encontré a Zehuti, con la espalda doblada por el esfuerzo y la cara llena de arena. Me metí en la fosa y lo miré fijamente, "El trabajo está terminado para ti, amigo mío", le dije. Él me dio una sonrisa torcida y balbuceó algunas palabras antes de saltar a mis brazos. Zehuti estaba completamente agotado. Yo lo saqué dolorosamente de la zanja.  vi a los míos mirarme con insistencia. Todos estaban destrozados por la tarea. Yo hubiera querido arrancarlos a ellos también de esta pesadilla... Decreté un día completo de descanso sin pedir el consentimiento al Satam (el administrador). Les prometí venir más a menudo y les mostré, justo en frente, la montaña del Dukug donde yo iba desde ahora a trabajar en nombre del Consejo Superior de Anduruna. Los Miminu ("gris") cedieron al pánico cuando los trabajo se detuvieron súbitamente. Ellos vieron a mi encuentro para pedirme una explicación. Yo les respondí que vayan a lamentarse al Satam Enlil!

Las hembras, Zehuti y yo salimos de la Edin (planicie) a bordo de nuestra nave de carga y retornamos al Abzu. Zehuti estaba agotado, sus ojos se posaban en el vacío. Yo no Le dije ni una palabra ya que no había nada que añadir. A nuestra llegada a la capital, me instalé en la cámara de Sé'et. Este lugar de tranquilidad no iba a servirme más que por un tiempo, mis responsabilidades cerca de Ninmah y Enlil me obligaban a trasladarme a la Dukug ("montaña sagrada"). Le rogué a Zehuti para que descansara y le pedí que administrara mi dominio con mi madre y mi hermana durante mi ausencia.

Retomé Luego la dirección del mundo exterior a bordo de un Gigirlah. Ninmah y Enlil me esperaban al pie del Dukug ("montículo sagrado"). Teníamos que encontrar el sitio y hacer un balance de los trabajos. Enlil parecía irritado, su compañera estaba sonriendo. Frente a nosotros, en Edin, la nube de polvo que indicaba el progreso normal de los trabajos no se elevaba por el cielo. Enlil me hizo el Comentario de solicitarle, en el futuro cuando yo tomara tales decisiones. Una expresión de omnipotencia se leía en su mirada. Ninmah le cortó con un tono ampliamente burlón. Ella le hizo la reflexión de que los Nungal no eran Adam (animales) y que necesitaban un descanso como todos nosotros. Enlil parecía más dócil cuando estaba cerca de su compañera...
Nosotros nos elevamos a bordo de su avión e hicimos una inspección desde las alturas. Las copas de los cedros tocaron nuestro disco volador. Ninmah quería que la ciudad estuviera situada en las orillas de uno de los muchos ríos, lo que simplificaba nuestra búsqueda. Cuando encontramos el sitio ideal, nos pusimos de acuerdo sobre la forma de proceder. Yo iba a ocuparme de la supervisión de las obras y Enlil de la administración social de la colonia.
Al día siguiente, yo reagrupé a la mayor parte de mis Anunna de doble polaridad y el máximo de especímenes de la misma naturaleza junto con las tropas de mi creador. Teníamos que asegurar los servicios de trabajadores diligentes. No poseíamos más que herramientas rudimentarias, aquellas que dispone un exiliado cuando uno va a parar a una isla salvaje y desconocida. Apenas habíamos sido asistidos por la tecnología Ama'argi.

El proceso de construcción fue decidido por Ninmah. Kharsag debía ser fabricado con estructuras de madera, fundamentalmente en cedro y con postes verticales. Ninmah estaba impaciente.  Tallar la piedra a mano habría tomado un tiempo considerable, sólo el uso de la madera disponible en estos bosques permitiría cumplir con los plazos que ella se había fijado. Mam conocía el saber Abgal de la fundición de la piedra, pero yo me abstuve de hablar por la simple razón de que mi progenitora había sido totalmente expulsada de la sociedad Gina'abul.
Ninmah estaba preocupada. Era crucial que ella satisfaciera a An de manera absoluta. Nosotros talámos muchos árboles para despejar la zona habitable al máximo. Los Anunna de doble Polaridad llevaron a cabo un trabajo notable.
Mientras que los troncos de los árboles eran apilados progresivamente, me di cuenta de que los planes de Ninmah no preveían ninguna estructura que protegiera la madera exterior de la intemperie. Si bien era importante construir lo más rápido posible, estaba fuera de cuestión tener que reconstruir los hogares cada 5 Muanna (años). Así que concebí el desarrollo de un sistema de ventilación de vacío en cobre alrededor de las paredes que estaban expuestas directamente al viento y la lluvia. Yo hice venir el metal precioso desde el Abzu. Nosotros íbamos a necesitarlo también para los techos.

Para los edificios más importantes, como la morada de Enlil y el almacén principal donde nosotros íbamos a almacenar las cosechas de la colonia, yo preví muros de piedra. Hice trasladar las piedras talladas del mundo subterráneo junto con el cobre. Las Ama'argi poseían grandes cantidades en reserva.
Mis actividades en el Dukug ("montículo sagrado") me animaron a explorar las montañas de forma rigurosa. Yo fui confrontado con diferentes especímenes Ukubi (género Homo). Enlil estaba por eliminar sistemáticamente a todos los individuos que merodearan muy cerca de los edificios. Ninmah y yo habíamos logrado disuadirlo, argumentando que eran completamente inofensivos - hecho que yo no podía certificar formalmente. Algunos registros escondidos en mi Gírkù mostraron varias tribus de Ukubi-Adam (Homo erectus), con armas de madera en la mano, listos para luchar contra los Kingu rojos. Las Ama'argi tenían una tal aversión al encuentro de los Kingu comedores de carne que habían dado la facultad a algunos de ellos para defenderse. Los que vagaban por las montañas parecían totalmente pacíficos.

Cuando los trabajos comenzaron en el Dukug, Ninmah había regresado una vez más a Udu'idimsa (Marte) por dos Iti (meses). Enlil se había quedado conmigo y pasaba su tiempo comprobando el estado de las labores y viendo todos mis movimientos. Sin embargo, su pasatiempo favorito consistía en vigilar, con la ayuda de una lente de aumento, el avance de los trabajos en Edin. Cuando yo estaba con mis Nungal, podía estar seguro de que el Satam (administrador territorial) nos espiaba con obstinación ...

Un día, mientras yo estaba trabajando en el sistema de riego que abastecería nuestra ciudad y su agua de cultivo, Enlil vino a mí y me señaló que él venía de recalcular la ruta del río que estábamos cavando debajo. La evaluación inicial parecía errónea, porque este río único no parecía capaz de abastecer de agua a todos los Diranna (puertas estelares) dispersos en toda la longitud de la Edin. "Si nosotros respetamos lo que estaba previsto, el río debería obligatoriamente seguir un trayecto sinuoso, demasiado enredado para que el flujo se haga bien. No nos hace falta un río, Enki, sino dos! me dijo.


Yo lo había relevado, pero me había abstenido de señalarlo por temor de ver el trabajo en Edin duplicarse súbitamente. Hice la observación a Enlil que podíamos muy bien no proporcionar ciudades a cada Diranna (puerta estelar). Él no era de la misma opinión y el tono subió rápidamente. Esto derivó como resultado en que sólo el Consejo Superior podría resolverlo y que tendríamos que esperar a la próxima sesión. Era inútil insistir más, porque yo esperaba a que este proyecto de los dos ríos fuera concedido a Enlil. "Hasta entonces, el trabajo puede proseguirse en Edin (la planicie), en vista de que la primera Diranna se encuentra todavía cerca de 3 hUs (32,4 km) de distancia", agregó Enlil. Recordé los consejos de Mamitu antes de mi partida hacia el Dukug ("montículo sagrado"). "Pon Namkiagna (amor) en todo lo que tu emprendas, mi hijo, y verás que Namkiagna volverá a ti inexorablemente!" Sin duda ella tenía razón. Sus doctrinas provenientes de Gagsisá (Sirius) me parecían familiares - pero a veces tan difíciles de aplicar.

Yo me sumergí en la tarea de disipar mis dudas, para olvidar los dolores que me golpeaban en la espalda y los hombros. Los Anunna de doble polaridad son trabajadores por naturaleza, y Kharsag se levantó progresivamente. Estos últimos me denominaron Sidimgal (maestro albañil). Otro título absurdo! Sin embargo, sus múltiples consideraciones eran bienvenidas, porque alejaban de mi mente el hecho de que Enlil estaba con frecuencia sobre mi espalda.

Cuando mi empleo del tiempo me lo permitía, a veces me iba de Kharsag para un pequeño chapuzón en el mar del Este. El elemento líquido es vital para mí y para toda la familia de mi madre. Sé'et me dijo varias veces que el agua ocupaba una gran parte de los diferentes mundos de Gagsisá (Sirius). Nuestras manos palmeadas revelaban nuestra afiliación con nuestros hermanos Abgal.
A menudo inspeccionaba el cielo y sus nubes. ¿Dónde estaban los Kingu (reales)? No todos estaban ocultos bajo tierra, sólo unos pocos desertores habían solicitado asilo! Los Otros, a saber los líderes, debían sin duda espiarnos. ¿Por qué no intervinieron ellos y dejaron que extranjeros se establecieran en su territorio de caza? Uno de los registros de Mam me había enseñado que tenían el hábito de utilizar las Diranna (puertas estelares) de Edin. Le hicieron oídos sordos sobre este tema a fin de no irritar al gran Satam.

Los últimos rayos del astro de vida hicieron brillar a Kharsag con un color ocre. La base del aire devino súbitamente fresca. Las antorchas de Resinas fueron encendidas una a una a lo largo de las murallas de la ciudad. La luz del día comenzó a declinar y la oscuridad cubrió gradualmente la gran Edin (planicie). Algunos fuegos se encendieron a continuación; los Nungal estaban a punto de comer después de un duro día de trabajo.
Mis ojos miraban de nuevo a Kharsag. Hice un inventario de los trabajos a realizar de forma rápida. Los más importantes eran el gran depósito de alimentos a completar, el laboratorio de las Ninti ("sacerdotisas de la vida"), los canales de riego y el gran reservorio de agua a desarrollarse. Había Todavía mucho que hacer para que fuera completamente funcional el Edén de Ninmah.

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