El objetivo de expansión del Estado Islámico va más allá de Medio Oriente. El grupo yihadista en más de una oportunidad comunicó su intención de cruzar las fronteras de Europa. Un informe sobre la situación de ISIS en el viejo continente revela que un importante número de combatientes bosnios que regresaban de Siria e Irak, donde lucharon para los terroristas, están formando redes militantes regionales que representan una amenaza directa a la seguridad en los Balcanes.
Los vínculos conformados por los militantes que retornaron de su travesía por Medio Oriente se extienden por Serbia, Montenegro, Macedonia, Albania y Kosovo, informó la Iniciativa del Atlántico, con sede en Sarajevo.
Según fuentes y documentos de inteligencia, desde la primavera de 2012 hasta fines de 2014 un total de 192 adultos y 25 niños bosnios –de entre 5 meses a 17 años- viajaron a las zonas de conflicto de Siria e Irak.
De ese conjunto de personas, 156 –en su mayoría hombres- viajaron a Medio Oriente para luchar con el Estado Islámico, lo que convierte al contingente bosnio en uno de los más grandes grupos de yihadistas extranjeros. Más de un tercio de ellos ya tenían antecedentes penales. Sus edades oscilaban entre 18 y 74 años.
La mayoría de los bosnios musulmanes son moderados. Sin embargo, creció significativamente el índice de personas que adoptaron una forma salafista radical del Islam, bajo la influencia de los combatientes extranjeros que llegaron a Bosnia durante la guerra (1992-1995) contra los serbios ortodoxos y los croatas católicos.
El informe exigió una mejor coordinación entre los cuerpos policiales bosnios, e instó a que se impulse una mayor vigilancia de Internet y las redes sociales, herramientas clave para la radicalización y el reclutamiento de jóvenes fanáticos, según consigna la agencia Reuters.
El año pasado Bosnia introdujo penas de prisión de hasta diez años para quienes organización, reclutan o financian la salida de ciudadanos para luchar en el extranjero.