Las flores y regalos típicos por San Valentín desaparecieron de Mosul, ciudad iraquí tomada por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que este año sustituyó las muestras de amor por la sangre del conflicto y el terrorismo.
El Día de los Enamorados se vive en la segunda ciudad de Irak a escondidas de los que impusieron un califato por las armas y mediante una interpretación radical del islam.
El EI considera que esa fiesta es una tradición occidental y, por lo tanto, un pecado, por lo que celebrarla sería para sus seguidores como “cometer abiertamente el mal”, explica un comerciante del centro de Mosul, Salem al Musuli.
En una conversación telefónica, este dueño de un comercio del centro de la ciudad que normalmente vendía regalos de San Valentín indica que el EI les prohibió esa celebración. Como consecuencia, comenta, las calles aparecieron ayer vacías de los habituales detalles decorativos.
El EI “amenazó con duros castigos a quienes no obedezcan esa orden, tanto a los que venden como a los que compran”, apunta Al Musuli. Agrega que tampoco se pudo surtir de productos por el cerco que el gobierno iraquí impone a Mosul, lo que impide la entrada de cualquier tipo de mercancía.