La mujer y el amor por Allah

"En esta vida, no podría pensar en algo mejor que ser musulmana, y el hijab es un signo que me lo recuerda permanentemente. El hijab es muy importante y significa todo para mí cuando lo llevo puesto"

No se usa el hijab por los hombres, para oprimir sus deseos ilícitos, sino que la mujer musulmana lleva el hijab por Allah y por ellas mismas.

"Antes de comenzar a cubrirme, yo pensaba de mí misma lo que los otros pensaban de mí. Veo que eso es frecuente en muchas mujeres cuya felicidad depende de lo que los otros piensan, especialmente, de lo que piensan los hombres. Desde esa época, mi opinión de mí misma ha cambiado mucho y he adquirido más respeto. Saber que Allah me encuentra bella es lo que me hace sentir bien",



En una sociedad que sin ninguna vergüenza expone el cuerpo y la intimidad de una mujer públicamente, donde la desnudez de algún modo simboliza la expresión de la liberación femenina, y donde los hombres llevan a cabo sus más depravados deseos sin ningún límite, cuesta poco entender por qué muchas mujeres musulmanas deciden llevar el hijab (velo).   Sin embargo, las generalizaciones sobre el Islam y los musulmanes que llenan los medios de comunicación – y la mente de muchas personas – hoy en día, estigmatiza injustamente a la mujer musulmana que se cubre considerándolas oprimidas o fanáticas y fundamentalistas. Estas consideraciones están gravemente erradas y son totalmente imprecisas. No sólo se mal interpreta el fuerte sentimiento de estas mujeres hacia el hijab, sino que también se desconoce el coraje y la identidad que les brinda.   Dentro de los prejuicios más comunes, se cree que la mujer musulmana que lleva el hijab está forzada a hacerlo. Nada puede estar más lejos de la verdad. Ciertamente la decisión final de llevar hijab no se alcanza tan fácilmente y normalmente lleva días de meditación, de temor a consecuencias y reacciones adversas y finalmente un gran coraje al momento de decidir. Llevar hijab es una decisión personal e independiente que surge de apreciar la sabiduría que subyace en la orden de Allah y del deseo sincero de complacerlo.

  El Islam es una religión de moderación, de balance entre dos extremos opuestos, e consecuencia, no espera que sea sólo la mujer quien mantenga la moral de la sociedad, sino que el Islam le pide tanto al hombre como a la mujer que ambos luchen para crear una atmósfera social saludable donde los chicos puedan crecer con valores y conceptos positivos, hermosos, constructivos y prácticos.   A los hombres también se les exige que sean piadosos y que se conduzcan con responsabilidad en cada aspecto de sus vidas.  






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