LA POESÍA COMO MEDITACIÓN

Soy un alma, soy esencia, soy espíritu, soy invisible,
Soy un ente, recorro cada parte de sus cuerpos donde pertenezco


Plasmar tus pensamientos en un poema te puede llevar a un viaje donde tu mente consciente momentáneamente navega a la  deriva.
Cualquier obra de arte tiene poder igual para expresar tus pensamientos íntimos al de otros vehículos de meditación. Hacer explotar con energía una gama de colores en un lienzo te ayuda a soportar el peso del mundo que cargas sobre tus hombros, así como entonar bien una canción te inspira a descartar temores para superarte en tu propia vida. En cuanto al acto de meditación
que se realiza mientras creas poesía, al plasmar tus pensamientos en un poema te conduce  en un viaje por tu universo íntimo donde la mente consciente momentáneamente navega a la  deriva.
          Como sucede con otras formas de meditación, la de escribir poesía exige que estés plenamente presente durante el proceso, sin
enfocar otros resultados.  Al hacer esto, te libras de inhibiciones o ideas sobre “lo que debe ocurrir”, y así tus pensamientos fluyen libremente a través tuyo. Porque al crear poesía, tienes el don de ver los reflejos de tu ser más íntimo plasmados sobre cada página.
          Si deseas emplear la creación poética como medio de meditación, ensaya este siguiente ejercicio: reserva 20 minutos para estar solo en un lugar silencioso. Incluso ojeando
poesía escrita por otros y quieres inspirarte en su estilo. O también adoptar otros tipos de verso libre. Así la estructura del poema se te irá revelando orgánicamente. Cuando estés listo, siéntate con pluma y papel a mano y deja que vayan fluyendo las palabras. No pienses en lo que vas a decir  en seguida, ni te preocupes por la ortografía,  gramática on lógica. Más bien  procura ser descriptivo, visualmente preciso, rítmico y lírico. Cuando creas terminado lo que estás escribiendo, deja la pluma y lee lo que has redactado. Es el momento de apreciar la obra de arte que has creado. Es posible que descubras que muchos pensamientos y emociones que antes tenías reprimidas ahora van aflorando para que las procesarlas y  liberarlas, Escribir poesía como forma de meditar te permite frenar la mente lo suficiente para desahogarte a tu manera, y así tu alma puede expresar con libertad tus anhelos más profundos.

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