como olvidar nuestros juegos
nuestra especial forma de amar
Tú mi perversa masoquista...
yo tu sadista enfermo mental
el demonio unió nuestros caminos
hacíamos la pareja perfecta
toda nuestra relación fue hermosa
tú mi musa, yo el poeta
aun siento el sabor de tu sangre
aun siento las protuberancias
de tus carnes latigueadas
tus gritos y gemidos cuando te entregabas
insaciablemente a la tortura
tus ojos llenos de lagrimas
tu piel escurriendo sangre
con apenas un hilo de voz diciéndome
Pégame, mátame
nunca tuvimos precaución
creímos que no había limites
me excitaba tanto tu dolor
era nuestra forma de ser felices
en todos esos excesos
el que más disfrutabas
mientras hacíamos el amor
apretar tu frágil cuello
hasta casi desmayarte
nunca tuvimos un limite
y tarde era para ponerlos
después de esta noche
en que apreté de mas tu cuello
tu frágil traquea no aguanto
la presión de mis grandes manos
la vida te arrebate
mientras gritabas te amo
ya no respondiste a mis torturas
ya te habías muerto
y como prometí y prometiste
una vez ya muertos
quien se haya ido primero
será el plato principal
de quien se quede viviendo
antes de degustar tu bello cuerpo
una vez mas te hice mía
que sensación tan placentera y morbosa
ahora muerta y antes viva
mientras duraba tan placentero acto
y con cuchillo en mano
jugosos filetes de tus piernas
fui cortando
que delicioso platillo
carne fresca y tierna
a tus 20 años
eras una suculencia
no se como le hice
pero me acabe todas tus carnes
me bebí toda tu sangre
y tire a nuestro perro los huesos
solo deje el corazón
como un bello recuerdo
en un frasco con formol
que guardo y quiero como