Soy poeta
y como poeta puedo ser médico,
y como médico
puedo trasplantar corazones
para que las personas amen nuevamente
o simplemente recetar poemas
para las tristezas con alergias
o las alegrías sin satisfacción.
Soy poeta
y como poeta puedo ser asesino
y como asesino puedo apuñalar tiranos,
con el filo de mis palabras
y disparar versos de grueso calibre
en la cabeza de la multitud
sin preocuparme del cura, juez o prisión.
Soy poeta
y como poeta puedo ser Jesús,
y como Jesús
puedo descrucificarme
y sin los clavos en las manos y los fanáticos a los pies
andar libremente sobre tierra y mar
recitando poesía en lugar de un sermón.
Donde no haya milagros,
mostrar el pan.
Donde falte la palabra,
repartir la acción.