Stephanie Ray es una adolescente británica de 15 años, que protagoniza una imagen que recorre las redes sociales de todo el mundo. En la foto se la ve abrazando a su novio Blake Ward, de 16 años, en los últimos minutos antes de que lo desconecten. Destrozada, la chica quiso quedarse hasta el final a su lado, sabiendo que ya su suerte estaba echada.
Hasta hace unos días su vida era común. Una clásica parejita adolescente, apasionada para amarse y para pelearse. No llevaban mucho tiempo juntos pero su relación tuvo un abrupto final a partir de un accidente que sufrió él en el mar.
El jueves pasado, Blake había ido a la playa de Tywyn, en Gales, junto a sus amigos, pero todo se complicó cuando una fuerte corriente los atrapó y alejó de la costa. Pelearon por su vida todo lo que pudieronpero cuando fueron rescatados por la guardia costera ya era demasiado tarde para él. No superó los síntomas de ahogamiento y tuvo que ser hospitalizado.
Blake tenía 16 años, había ido a la playa y la corriente lo absorbió. Sufrió daños irreversibles y Stephanie se quedó a su lado hasta el final.
Stephanie Ray es una adolescente británica de 15 años, que protagoniza una imagen que graba las redes sociales de todo el mundo. En la foto se ve la abrazando a su novio Blake Ward, de 16 años, en los últimos minutos antes de que lo desconecten. Destrozada, la chica quiso quedarse hasta el final a su lado , sabiendo que ya estaba suerte echada.
Hasta hace unos días su vida era común. Una clásica parejita adolescente, apasionada para amarse y para pelearse. No se llevó mucho tiempo juntos pero su relación tuvo un abrupto final de un accidente que sufrió él en el mar.
El jueves pasado, Blake había ido a la playa de Tywyn, en Gales, junto a sus amigos, pero todo se complicó cuando una fuerte corriente atrapó y alejó de la costa. Pelearon por su vida todo lo que pudieron pero cuando fueron rescatados por la guardia costera y era demasiado tarde para él. No superó los síntomas de ahogamiento y tuvo que ser hospitalizado.
Su condición no mejoró y finalmente llegó a la finalización de la decisión: "Nos hemos pasado la noche en la vida que nunca nos hemos recuperado y hemos dejado atrás", contó Stephanie en su dolorosa y emotiva carta de despedida que publicó en Facebook .
Con el corazón partido y sin nada por hacer, Stephanie decidió que no se iba a quedar con los brazos cruzados. Se escabulló por los pasillos del hospital en el que Blake estaba internado, se trepó a la camilla y le dio un último abrazo