Somos seres de luz, provenientes del planeta Nibiru, ubicado atrás del sol, en esta galaxia. Por lo que se dificulta su visión desde la Tierra. Los astrónomos de todo el mundo conocen nuestra existencia, pero la ocultan, puesto que no quieren que el común denominador de las personas sepan de él y sus habitantes.
Pertenecemos a una antigua raza, en la que hay de todo tipo de seres; buenos y malos. suélenos reencarnar nuestras almas en cuerpos nuevos, en virtud de proseguir nuestra existencia cuantas veces crea necesaria.
Nosotros, los anunnakis, buscamos como claro propósito, que todo ser de luz, -esté en el plano que esté-, pueda expiar sus karmas rápidamente, y de esa forma evolucionar en la escala vital.
La búsqueda del dharma, y los hechos beneficios para el alma, es una meta clara que buscamos los anunnakis para la humanidad toda. Volver al hueso. Renacer verdaderamente de lo alto, con una vida armoniosa y ejemplar.
Cientos de nosotros trabajamos constantemente en todo el planeta tierra, por diversas vías, en pro de un mundo más humano, en el mejor de los sentidos.
Queremos que vuelva a revitalizarse el sentido originario de la familia, de la solidaridad y la justicia. Que haya más equilibrio económico entre quienes más ganan, y aquellos que se desloman por unos pocos pesos diarios.
No están solos en esta lucha, trabajan en conjunto con santos y ángeles guardianes, no con alitas, sino con alma pura y espíritu de lucha en pro de la justicia. Quieren un mundo más feliz.
El Lado Oscuro
Está integrado por seres que tienen sus propias reglas. Les gusta el poder y la manipulación.
Muchos humanos acuden a ellos manejados por su propia codicia, confundida con autosuperación. Manejan el ego de la gente… el “YO”, lo priman por sobre todas las cosas.
Se conectan astralmente con varios humanos, quienes les piden cosas, -favores para su vida-, ya espiritual, como material: excito, fama, dinero, poder… y se las otorgan a cambio de pactos explícitos o implícitos, del tipo “Yo voy a lograr mi meta cueste lo que cueste”.
Estos pactos son -por lo general-, con políticos, actores y cantantes, “gente famosa, poderosa”, que solo buscan el bien personal y su “divinización”, en un pedestal de barro.
Luego de un tiempo de “favores”, viene la devolución de los mismos a costa de dolor humano, energía de la cual se alimentan estos seres.
Aquellos humanos que realizaron “pactos” oscuros, en el campo astral, poseen ojos rectilíneos u ojos de lagarto.
A veces, actúan a través de ONGs con hipócritas banderas de salvemos a los animales, pero no ayudando al humano que tenemos al lado.
Incluso, movido por sus teorías, muchos no ayudan a su prójimo, por que “no deben intervenir en el proceso kármico de los demás”, y así, convencidos, tiran comida en vez de dárselas a los pobres.
Fin
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