En mi opinión, la verdadera riqueza no se mide en términos de posesiones materiales, sino en términos de relaciones significativas, experiencias inolvidables y contribuciones positivas al mundo. Desafortunadamente, muchas personas parecen estar atrapadas en la ilusión de que la felicidad y la satisfacción se pueden comprar con dinero y bienes materiales.
Me preocupa que esta mentalidad materialista pueda estar causando daño no solo a las personas, sino también al medio ambiente y a la sociedad en general. En lugar de competir para ver quién tiene más, deberíamos centrarnos en cómo podemos trabajar juntos para crear un mundo mejor y más justo para todos.
Así que, aunque me divierte ver a las personas obsesionadas con sus coches, casas y ropa, también me entristece que estén perdiendo de vista lo que realmente importa en la vida. Ojalá podamos todos recordar lo que es verdaderamente valioso y centrarnos en ello en lugar de en cosas materiales sin importancia real.
De Satanael