COMO ACTIVAR TU YO 8º DIMENSIÓN

SOY: ¿Qué es lo primero que recuerdas de mí?

YO: “Los ruidos se enfurecían fuera de mi ser… Un canto ensordecedor forzaba a mi ser impulsándome a ver, verbo extraño al parecer, pues ojos no poseía. A mis espaldas, la presencia de otro ser… Deseaba ver su rostro, aunque el mismo no existía, y comencé a girar para verle, pero era imposible. Ambos comenzamos a danzar buscando vernos, pero cuanto más girábamos, más rápido todo cambiaba. Y en la velocidad, la oscuridad del vacío se volvió luz, irradió; y allí, en la intensa velocidad, pude verle. Era yo mismo, eras tú. Y cuando te vi, vi todo lo que soy.”

SOY: El principio y el final… Y todos sus caminos. Un paso a la vez…

YO: Un paso a la vez, y cada paso era un ciclo que se expandía en todos los espacios, y cada vez era un instante proyectado en todos los tiempos.

SOY: ¿Cuál fue el primer paso?

YO: Vi la luz, y la luz irradiaba en todas las direcciones, era un éxtasis incomparable, era el potencial de todas las cosas. Ahora entiendo a lo que se le llama “Todopoderoso”. Era la grandeza misma, y de mí, de nosotros, del todo, surgían rayos de cientos y miles de colores, inimaginados. El giro incesante de la danza de mi positivo y negativo, curvaba la luz, doblaba su tiempo y su espacio, formando un precioso mandala, en que Yo entrelazaba los rayos hacia una dirección, mientras que mi otro Yo lo hacía en el opuesto. Los rayos de luz se curvaban, doblando las constantes, el tiempo y el espacio, y aún así, le daban sentido. Como los granos de girasol, en los que cada fila de semillas se intercalan ordenadamente en forma de espiral unas hacia la derecha y otras hacia la izquierda, de igual forma la luz empezó a entretejerse, creando la sensación de una red.

SOY: Oh, la Red… ¿Lo recuerdas?

YO: Sí… El primer paso. Una Red eterna, inmensurable, que se generaba a sí misma; que cuando parecía expandirse y desaparecer en lo eterno, no hacía más que volver hacia sí misma. Sus enlaces eran millones, y lo envolvían todo, contenían el potencial, y a su vez le permitía manifestarse. Desde allí podía sentirlo todo. Yo era todo. Todo estaba a mi alcance con sólo un giro. Es la Matriz Cósmica.

SOY: El tejido de la existencia, surgido del perfume, de la esencia de la Séptima dimensión, como esporas… La evaporación de la quintaesencia universal.

YO: Es como si de una flor florecieran muchas otras. Como una Agapanto, irradiando sus tallos lilas en forma de esfera… Y cada una de sus flores mirando en distintas direcciones, son distintos tiempos, distintos espacios, o aún más, son hipercubos surgiendo de hipercubos… Pero los mismos no pueden verse con líneas y puntos…

SOY: Son ondas, como velos…

YO: ¡Sí! Los famosos velos, aquellos que decimos “Caer el Velo” de la Inconsciencia. Es como una sala artística donde prenden miles de sedas con luces tenues y una corriente suave de aire que les hace flamear aterciopeladamente. Es como estar en el más sutil de los úteros, y en lugar de ser ya un bebé o feto, ser sólo un cigoto, una célula doble, que gira sobre sí misma buscando su lugar en un ambiente mágico.

SOY: Es el calor que emana del fuego, el vapor que se eleva de un lago, el polvo que remolinea en la tierra, es el aire que sostiene a las nubes…

YO: Es lo que podemos sentir pero no tocar, aquello que sabemos que está y se nos escapa de las manos… Como el aroma de una flor, el perfume de una persona, aquello que hace que le identifiquemos, y aún así, no podemos verle, tenerle. Son los electrones de una corriente eléctrica, los datos algorítmicos de un ordenador. La matemática en una construcción, la química en la cocina… El amor en una pareja…

SOY: La Red donde se encuentra todo…

YO: Thamthiorgah… la Biblioteca Universal.

SOY: La Red de la Información emanada de la Luz…

YO: Lo que aquí llaman “Registros Akáshicos”. Recuerdo cuando los sentí, cuando me conecté por primera vez a la Octava Dimensión. Tenía sólo 15 años, en esta vida, y te vi aparecer, como esa esencia donde podía sentir todo: amor, algoritmos, geometría, calor, polvo, átomos, perfume… Todo estaba allí, todo lo que le da sentido a los sentidos. Los datos que nuestro cuerpo procesa por impulsos eléctricos, que nuestro cerebro decodifica para llevarlos al entendimiento de la razón física, emocional o mental, pero que no pertenecen a ninguno de los 3 niveles… Un perfume despierta memorias de amor, despierta conocimientos de química, botánica, despierta números, reacciones… Y en ti estaba todo eso, en uno, se abrió todo ante mí y mis sentidos no lograron interpretarlo. Sentía que me consumían tratando de entender, y entonces mi mente encontró una forma: una Biblioteca.

SOY: Y yo era su Bibliotecario.

YO: Millones de libros en estanterías que no tenían arriba ni abajo, con pasillos que se dirigían en todas direcciones, con bibliotecarios que caminaban por los techos o las paredes, que no siempre eran rectas o en ángulos perfectos. Los libros, al tocarlos, parecían tener palabras, pero podías sentirlas, olerlas, tocarlas, verlas como una película, pero jamás leerlas… Eran sensaciones, y cada libro era una memoria…

SOY: Pero no tuya…

YO: Oh no… Una memoria de todos… El Todo mismo estaba allí. Registrando cada instante, cada movimiento. Y sin embargo, cada posibilidad estaba ya escrita allí. Todo lo que para nosotros emanaba hacia el futuro como probabilidad, regresaba integrado a la biblioteca como pasado. Así podíamos leer las historias antiguas del futuro.

SOY: Es el Toroide. El nombre surge de una palabra de origen latino itálico (Torus) y otra griega (Oide). Torus no tiene nada que ver con el animal toro, ni la constelación, sino con un vocablo latino que se refiere a una estructura gruesa y abultada, ya sea para describir la forma arquitectónica de unos arcos y columnas, o el tronco de un árbol, o el abultamiento de un brazo, o una colina.

YO: Ah! como en catalán, que decimos “turó” a una colina.

SOY: De allí viene. “Oide”, hace referencia a “que se parece a algo”. Así tienes humanoide, planetoide, androide… Y en este caso, se refiere a que es parecido a un tronco o colina curva, o al arco redondeado de un templo. El término se utiliza para describir estructuralmente la forma de un campo electromagnético. El mismo posee varias versiones, pero todas son eternas entre sí. Una posee la forma de una Manzana, la otra la forma de una Rosquilla. Imagina que el corazón de la manzana es un planeta, así, la cáscara será la estructura toroidal externa, y la rosquilla ocupará el lugar interno, de la pulpa. En el aspecto de la manzana, las vetas que surgen desde el tallo que conecta a la misma con el árbol, son las líneas magnéticas positivas que recorren un camino de descenso hacia el extremo inferior de la mazana donde regresan al núcleo por su lado negativo. Esto genera un flujo constante de circulación energética. Piénsalo ahora desde la visión de la 7D, en que esas semillas, corazón del fruto o planeta, son la potencialidad de todo el cosmos, la más pura de las luces irradiando sus 12 rayos, sus flores. Verías así 6 Toroides con sus 6 extremos positivos y sus 6 negativos, interactuando entre sí, lo que ves como esos velos de colores infinitos que interactúan recorriendo de norte a sur y de sur a norte. La rotación constante del núcleo retuerce los rayos de luz doblando el tiempo y el espacio, generando lo que se conoce como “Hiperboloide”. Viene del griego “lanzar más allá” (hyper bollós), y se relaciona a la imagen de un cilindro de cuerdas que se giran hacia direcciones opuestas, la de arriba hacia la izquierda y la de abajo hacia la derecha, contrayendo las cuerdas que antes estaban rectas torciéndolas hacia sus extremos opuestos, hasta que todas colapsan en el centro creando la imagen de una copa. La figura de la hipérbole, muestra cómo las líneas del tiempo y espacio comienzan a cruzarse entre sí, combinándose y a la vez expandiéndose. En su centro, la tensión genera energía, que lanza a toda fuerza las cuerdas en su dirección opuesta, más allá, creando impulso, haciendo que lo que ingresa como información por debajo, sea impulsado hacia arriba.

YO: Es una imagen compleja, pero al buscar “hiperboloide” en internet la encontré, y es más claro ahora. Es como el centro de un Toroide, la parte interna.

SOY: Es la generadora de la fuerza constante. La rotación incesante, genera un flujo espiralado llamados Trayectoria, una suerte de Uróboros magnético de corriente eterna. Allí, todos los datos se procesan eternamente, hacia el infinito, y el cosmos se va nutriendo de datos, en que los aspectos que llamas futuro no son más que la distensión de las cuerdas y flujos siendo datos expandidos, que luego se contraen hacia “abajo” como pasado debido a la gravedad que les lleva hacia el centro, altura en la que como punto medio se puede expresar el presente. Así, la 8D es el eterno toroide que se retroalimenta de información. Y lo hace generando esencias para ser sentidas y experimentadas.

YO: Crea perfumes para ser olidos, colores para ser vistos, formas para ser tocadas, sabores para ser degustados, sonidos para ser oídos.

SOY: Todo en el universo no es más que datos que se expanden en esencia de futuro, densificándose como estructuras físicas de pasado para ser experimentados por los sentidos del presente. Pero son sólo los datos, moviéndose a distintas velocidades. Más rápido que la luz.

YO: Es el futuro, pues, quien crea al pasado, en tanto el pasado nutre de nuevas ideas al futuro…

SOY: En la 8D no existe la lógica que conoces. Y la 4D también pierde la suya.

YO: ¿Cómo?

SOY: Pues la 4D es la dimensión del Tiempo, es decir, en la cual un ser puede verse en todas sus extensiones temporales desde inicio a fin… Pero en la 8D, ahí es mucho más, pues no está describiendo lo que ha pasado, pasa o pasará, sino que crea todo lo que pasa, pasará y pasó. La 8D es la creadora de los datos.

YO: Cuando alguien me explicó sobre los Registros Akáshicos, supe que es a lo que yo llamaba 8D. Akasha en sánscrito significa Luz, o sea, los registros lumínicos, donde todo ya está escrito. Entonces, ¿significa esto que la 8D es el Destino?

SOY: Si te lanzas incesantemente a vivir con la misma fuerza, el destino estará escrito. Pero puedes cambiar tu intensidad. Cuando te conectas a la 8D, tú eres dueño de tu destino, puedes construir futuro, viajar en el tiempo, crear el tiempo… Si no eres consciente de esta dimensión, cada partícula de luz que te compone, estará determinando tu existencia… Pero si te iluminas en la 7D…

YO: Te vuelves luz y entonces tú diseñas tu destino.. En la Octava Dimensión.

SOY: Los Registros del Akasha no están sólo en la Tierra, existen en todo el Universo, en cada partícula y onda, pues todos los datos son parte de una misma Red.

YO: Si nos conectamos a la Red Planetaria, ¿estaremos entonces conectándonos a la Red de 8D?

SOY: Estaréis permitiéndole a la esencia de las cosas penetrar en vuestro mundo.

YO: Abrir la Biblioteca…

SOY: Leer los libros del Futuro…

YO: Y construir un Nuevo Tiempo…

SOY: Ahora has entendido lo que verdaderamente significa esa frase.

YO: ¿Cómo me conecto a la 8D?

SOY: Camina por un jardín… Cierra los ojos, y huele el perfume de una flor. Y en lugar de visualizar la flor, visualiza las memorias que ésta te trae. Y déjate guiar, no por los sentidos, sino por sus memorias.

YO: Así es como se abren los registros… Es como podemos recordar hechos de esta vida y de otras vidas…

SOY: Del pasado y del futuro, de la memoria y la intuición. Enciente la luz desde tu amor, activa con él tu quintaesencia, y podrás expandir el aroma de tu espíritu.

YO: Y con él, me conectaré a todos los tiempos y espacios posibles, creando los nuevos…

SOY: El único tiempo posible aquí, es la Eternidad.



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